Amber pensó en la anciana con la que se habían cruzado en el pasillo mientras corrían. Probablemente, todos los Barbarians del Nivel Tres estarían acinándose en sus casas ante la inminente llegada de los terroristas de Settle y la criatura mutante que los acompañaba.
Pero ellos corrían a las escaleras de Nivel.
Quedarse atrapada en el Nivel Tres en medio de un ataque solo llevaría toda la atención de las autoridades hacia ella. Apenas podía creer que nadie hubiera ido a buscarla.
Craig la empujó a través de las callejuelas que formaban el interminable laberinto de pisos y escaleras, parecía saber a dónde se dirigían pese a que todas las ventanas y puertas eran iguales. Tan solo sabía que avanzaban por el Nivel cuando veía los neones y hologramas informativos, a medida que se acercaban a las escaleras, estas tomaban un aspecto más propio del piso inferior; Mujeres ligeras de ropa, robots de servicio, anuncios de centros de tatuajes y carteles de restaurantes de dudosa higiene.
La sirena seguía sonando a su alrededor y todos los hologramas mostraban un aviso de emergencia. Podía escuchar el zumbido de los drones de combate sobre ellos y el paso acelerado de las botas de los militares.
—Craig...
Su compañero gruñó, obligándola a agacharse bajo una escalera metálica. El ambiente comenzaba a volverse pesado y una sensación de electricidad la recorrió junto a un repentino picor en toda la piel. ¿Qué tipo de armas estaban utilizando? Se apretó contra su cuerpo, permitiéndole tomar las decisiones. Él había sobrevivido en las calles, pero Amber nunca había abandonado el Santuario.
—Los militares están sobre nosotros—susurró—. No podremos llegar a la puerta.
El miedo la arrastró, mezclándose con la picazón. Lo observó durante un instante, hasta que suspiró y la miró con una mezcla de vergüenza y arrepentimiento.
—Lo siento, nena. Es tu turno.
Amber sonrió para tranquilizarlo. Había pocas ocasiones que pudieran ser su turno y, tanto su padre como Craig, parecían convencidos en evitar cada una de ellas.
Pero entonces, ¿qué gracia tenían las modificaciones?
Se arrastró por la piedra humeda hasta el escaparate de una tienda de donuts. Aunque las luces estaban apagadas y la persiana bajada, el neón que anunciaba el pequeño establecimiento continuaba encendido como un faro anaranjado en medio de una guerra abierta.
Sería suficiente. Tenía que serlo.
—Te cubro—anunció Craig con disgusto—, date prisa.
Respiró antes de tomar el ardiente cristal. Siseó, pero se obligó a cerrar los dedos alrededor de su extremo. Con un suave toque en su chip cerebral, envió pulsos magnéticos que revirtieron la energía eléctrica que fluía por el rótulo hasta chocarla con toda la red. Las chispas aceleradas la recorrieron, erizando sus cabellos hasta convertirlos en una cortinilla que le impedía ver a su alrededor.
Sumergida en el las hebras oscuras, divisó las chispas que corrieron por todos los cables que los rodeaban, estrellándose y rompiéndose en pedazos antes de caer sobre las aceras. Pronto, la luz que la rodeaba se fundió con la oscuridad, recordándole a una caída de naipes.
Jadeó, notando con el pulso acelerado. Durante un momento, la electricidad estática que todavía la recorría impidió que sus músculos se movieran. Agarrotada en su posición, no tuvo tiempo de prevenir el placaje de Craig.
El sonido, los olores y el tiempo volvieron a su estado normal. Y no parecía que su truco hubiese caído en gracia de nadie.
Apenas pudo ponerse en pie antes de que el abrumador rugido de las explosiones ocupase su cerebro. Los gritos y las maniobras de los militares se extendían mientras los terroristas de Settle caían sobre ellos sin tregua. De dónde surgían tantos era un completo misterio.
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Amber [#ONC23]
Ciencia FicciónPara Amber decir que su padre era inocente es lo más sencillo del mundo. Sin embargo, el resto de Barbarians no piensan lo mismo. Tras ser abatido por el ejército; el Doctor Haller ha sido acusado de terrorismo por crear el Neobarbarian. ¿Su objetiv...