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Claro que ella lo sabía. Terry la dejó marchar cuando sucedió el problema de Susana, su honor pudo más que su amor a su Tarzán Pecosa, y Albert, el Príncipe de la Colina, el engaño con otra o con otras, según él amándola con toda su alma.

En cambio, su Gatito había estado con ella a su lado, amándola en silencio como nadie la había amado jamás. Él era el único que la había amado toda su vida; siempre había estado con ella y tras de ella amándola. Ella siempre se dio cuenta del amor de Archie, aunque fingía no darse cuenta. Él sostenía una amistad o relación forzada con su amiga porque ella se lo había pedido en un momento de estupidez y egoísmo en el colegio. Pero él nunca la pudo mirar como él la miró a ella, con ojos de amor; siempre lo supo su corazón necio. El corazón de Archie siempre fue de ella, le perteneció desde que se conoció en Lakewood.

Estos últimos años él le había hecho compañía mientras Albert viajaba o estaba ocupado con sus negocios; siempre se las ingeniaba para estar con ella aun cuando estuvo en la universidad estudiando; cada fin de semana la visitaba, aunque fuera solo por unas horas. En aquel tiempo, Annie ni siquiera supo de las múltiples visitas que Archie le hizo a Candy porque él a ella no la visitó. Archie fue siempre era el que la llevaba a reuniones o bailes; en todos los bailes Candy bailaba con él. Muy pocas veces lo hizo con Albert, él siempre estaba ocupado; Archie al contrario siempre estuve tiempo para ella.

Aunque estaban en un lugar público, él le dio un fugaz besó en su mejilla, y después Archie la abrazó amorosamente, fueron así por unos momentos escuchando los latidos acompasados ​​de sus jóvenes corazones. Aunque Archie sintió celos cuando leyó la carta de su tío y hubiera querido ir inmediatamente a reclamarle o partirle la cara a su "querido tío" por escribirle esa carta tan atrevida a su novia a un día de casarse, no lo haría porque se había jurado así mismo dejar de ser aquel chico impulsivo y celoso de antaño.

Amaba con toda su alma a Candy, y antes que nada quería verla feliz, pero a la primera oportunidad hablaría muy seriamente con su tío, lo que había hecho era una bajeza. Candy era su novia y él estaba comprometido, iba a hacer padre y estaba a punto de casarse. Sus ojos lanzaron chispas al imaginar la cara de su tío; Candy no se dio cuenta al estar recostada en su pecho.

Nueva Opinión De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora