Los dos salieron de la cama. Jacaerys se acercó al balcón y divisó cientos de invitados. Todos de diferentes casas y con sus emblemas bien en alto; banderas clavadas al derredor del patio de ceremonia, en muestra de respeto al rey Aegon.Jacaerys se intimidó tanto, que retrocedió unos cuantos pasos y tropezó antes ser atrapado en los brazos de Aegon.
—Creo que no podre...
—Calma, mi bello príncipe —Aegon incorporó a Jace frente a él— será una ceremonia para la historia. Serás el primer rey consorte de un rey. ¿No estás feliz por ello?
—No creo que la historia me importe ahora, me siento sofocado. Imagina a todas las personas que nos odiarán por nuestra unión. Ningún hombre en la historia de los Targaryen, ni de los Andals, ni de los primeros hombre vio tal cosa como la unión de dos reyes, Aegon.
—Entonces lo verán hoy. Mi padre, tu abuelo, Viserys estaría orgulloso de nuestro valor, y como él, hay que defender nuestro honor y... —Tres golpes fuertes a la puerta interrumpió el discurso de Aegon— ¡Largo! —su molestia por la interrupción al intentar calmar a Jace le hizo fruncir el entrecejo— ¿quien demonios?.
Entró un hombre alto, corpulento, con el pelo mas abajo de los hombros, canoso, unos ojos grandes y color violeta, moreno, vistiendo una armadura fina de color negro y una espada tan grande que imponía miedo.
—Ah, Lord Corlys. —dijo Aegon sin sorpresa alguna por la enemistad que había entre sus casas debido a Rheanyra—
—¿Puedo hablar a solas con mi nieto?
—¿Su...? —dijo Aegon, acercando su cara a la de Lord Corlys y esbozando una risa burlesca—
—Su majestad —soltó Lord Corlys con dificultad—
—¡Claro que puede!. Jace, el sastre nos espera. Nuestros trajes están listos y debemos bajar ya. Muero por tomarme todo el vino que encuentre. —Aegon salió de la cámara—
—Esto no solo es nuevo para mí, sino para todo el mundo ahí abajo, ¿estás consciente de eso? —preguntó a Jace.—
—Abuelo, tengo miedo, esto puede desencadenar una guerra entre los creyentes de los dioses, los seguidores de los Septons y la guardia real. No tengo claras las intenciones de Aegon... —su mirada bajó al piso al recordar la noche anterior. Sabía que había amor, pero no podía confiar, podía haber traición en sus caricias. No quería entregarse por completo a Aegon hasta ver realmente que lo amaba, igual como él lo hacía, y siempre lo hizo—
—¿Te confieso algo Jacaerys?, antes que mis hijos, Leanor, tu padre, y Leana, tu tía murieran, siempre tuve miedo en mi corazón. Me refugié en el mar, en la guerra y conquistas de los mares más allá de mar estrecho. Zarpaba siempre que el deber me lo exigía, el deber para con mi casa, tu casa, para con el apellido y casa Velaryon. Conquisté gran parte del mar, soy la leyenda viva, La Serpiente marina. Pero, no te negaré que el miedo siempre ha estado aquí conmigo, solo que, tuve que hacerlo a un lado por el deber. Y ahora, es tu deber juntar nuestra casa con los Targaryen. Tendrás miedo, lo tienes ahora. Pero tendrás algo que yo no construí, tendrás a tu familia, tendrás a tu madre, y me tendrás a mí, mi querido nieto. —Lord Corlys sacó su espada, la clavó en el suelo, se apoyó en una rodilla para hacer reverencia a Jacaerys, el cual, lo veía con los ojos muy abiertos—
—Gracias mi Lord —dijo Jace—
—Abuelo, soy tu abuelo
—Gracias, abuelo.
—Hay algo más. Una última cosa —Lord Corlys sacó de su armadura una daga. Acero Valirio, grabado en lengua antigua y con empuñadura de un material desconocido— esto es lo más preciado de Marcaderiva, nuestro hogar. Es el objeto más antiguo del mundo. Así como mi padre me lo dio, quiero que tú lo tengas.
—¿Pero Lucerys...?
—Lucerys es mi heredero. Creo que con el mar le bastará —Lord Corlys sonrió a Jace.—
En vista que Jace no se alistaba para la boda, el sastre fue enviado a la alcoba para darle el traje que usaría. Un traje majestuoso, con detalles que parecían llevar mucha pericia; oro tallado con dragones que lo adornaban. Salió Jace de la habitación, lucía como ningún príncipe se ha visto antes. Era imposible no ver su belleza y fuerza Strong, con esa mezcla Targaryen. Aegon lo esperaba afuera. Caminaron juntos y de la mano, Aegon elevando la mano de Jace y caminando juntos por el centro del palacio, rodeados de invitados solo de la alta alcurnia. Caminaron al altar, no hubo más que silencio y murmullos entre los invitados. La casa Targaryen y Velarion compartieron espacio, justo al frente de todos. Lucerys Velarion y Aemond Targaryen estaban sentados juntos; a su alrededor estaban Lord Corlys, su esposa, sus nietas, Alicent...Parados frente al Septon y con un silencio abrazador, Jacaerys recordó lo que le dijo su abuelo y comenzó...
—UNA SOLA CARNE —dijo en voz alta—
—UN SOLO CORAZÓN —le sigió Aegon—
—UNA SOLA ALMA, AHORA Y PARA SIEMPRE —dijeron ambos al tiempo— Jacaerys sacó dos trozos de acero de dragón, típicos de la casa Velarion. Le dio uno a Aegon que lo vio sorprendido. Se cortó el labio y la sangre comenzó a brotar, Aegon sabía el ritual, así que tomó la sangre de Jace y lo ungió en la frente, se cortó su labio y Jace lo ungió a él; ambos se cortaron la palma de la mano y unieron su sangre. El septon Unió sus manos con un manto sagrado y les dio de beber vino. Se besaron y la ceremonia concluyó. El silencio abrazaba todo el lugar, al grado que se escuchó un viento resonar muy fuerte. Era Rhaenyra que había llegado en su dragona Sirax, dio una vuelta por encima de todos, seguida de Daemon montando a Vermithor, el dragón más grande y viejo del mundo...
ESTÁS LEYENDO
Aegon II X Jacaerys :3
FantasyHistoria LGBT corta de los personajes de The House Of Dragon