[Wenclair] Love In The Dark

Capitulo 9. Machiavellian Vengeance Part 2

La mezcla de adrenalina, el dolor y la perdida de sangre hicieron que Enid sucumbiera ante el desmayo, mientras Wednesday solo se quedaba viéndola atónita ante las palabras que acababan de salir de su boca.

Necesitaba pensar algo rápido, la rubia podía morir en ese estado, sin tomar medida del tiempo ya habían transcurrido 10 horas desde que llego ahí con la ojiceleste, sabia que le quedaban al menos una hora más así antes de su cuerpo terminara sin vida por la pérdida de sangre.

Se quito el antifaz y arrastro su cello dejándolo frente a donde tenia a la rubia aún atada y desmayada, "Bien, ahora respira, concéntrate, las ideas fluirán, eres una Addams podrás resolver esto", se decía Wednesday para empezar a tocar diferentes melodías, "Comencemos con esta, es perfecta", "Cello Suite No. 1 en G Mayor", y así inició a dar una serenata para sus sentidos y poder pensar, vaya escena montada en ese momento, ni en su más retorcida mente había imaginado tener así a alguien tan fuerte, ante sus ojos esta era la imagen perfecta de una venganza bien planeada.

"Mierda Enid, porque desataste mi lado mas maldito y psicótico", decía Wednesday mientras seguía tocando, despues de analizar la situación un rato, fijo su mirada en el charco de sangre que ya se estaba expandiendo por la habitación, sintió los latidos de Enid ir mas lentos cada vez. Abrió una de las botellas de tequila que llevo al lugar y tomo 5 shots dobles uno tras otro.

"Perfecto, encontré otra manera de torturarla, es maravilloso, continuemos con eso ahora", su sed de venganza aun no estaba satisfecha pero sin duda, había una manera mas de seguir con su tortura que de cierto modo iban a llevar a la ojiceleste al borde de la locura y la muerte.

Se levantó de su lugar, preparo las cosas para poder hacerle una transfusión de sangre a Enid antes de que el órgano que bombeaba la sangre a todo su cuerpo se detuviera por completo, "Que irónico, ella también necesita sangre para sobrevivir", pensó mientras ponía todo en orden.

Comenzó a quitar los pedazos de tela de lo que quedaba del vestido color vino de la rubia aun desmayada, tomo un fomento con agua caliente para ir pasándolo cuidadosamente por el cuerpo bien formado de Enid, "esto es...si si lo es, es gratificante", "primero torturar a la victima y despues, limpiar el desastre, vaya escena, salí una versión mejor a mis padres", se decía mientras continuaba limpiando el rostro de la rubia, pasando suavemente sus manos inspeccionando su piel, admirando las cicatrices que iban a quedar despues.

Continuó con el trabajo de limpiar a la rubia, recolectó la sangre que se había encharcado en el suelo para poder seguir con su plan B. Addams se quito la ropa de cuero que llevaba puesta, también hecha un desastre por la sangre, desato a la rubia de las esposas y el collar, y la tomo entre sus brazos, ya tenia la tina lista con agua tibia para meterla a bañar, Enid aun no volvía en si, y Wednesday no se iba a arriesgar a desatarla si supiera que iba a despertar pronto.

"A ver Enid, ¡coopera un poco quieres!, estas pesada", le decía viendo el rostro angelical de la rubia y observando su cuerpo de diosa entre sus brazos mientras se dirigía a la tina. La gótica metió primero su pie y luego el otro mientras seguía con la rubia en brazos, se agacho para depositar a la loba en el agua y recargarla sobre su cuerpo para que no se fuera a ahogar ahí mismo. Wednesday sintió como la espalda de la rubia calentaba lentamente su pecho.

Puso un poco de shampoo en el cabello de la ojiceleste, mientras lo masajeaba con delicadeza y entrelazaba sus dedos en él para deshacerse de toda la sangre que aun tenia, " ¿Que prefieres, barra de jabón o liquido para el cuerpo?", lanzaba la pregunta como si la rubia pudiera contestarle, ¿a caso la situación la estaba desquiciando?, "perfecto utilicemos la barra", contestándose a si misma, así mojo poco a poco la barra de jabón y la paso por cada espacio del cuerpo bien formado de la licántropa, tallando con suavidad cada espacio teniendo cuidado de no lastimarla justo en las heridas que ella misma le acababa de hacer.