Capitulo 3: Causa y efecto

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En mi mente, las mismas preguntas entraban mas y mas profundo como si de un taladro se tratara, ¿Como es que termine aqui?, ¿la decision que tomamos fue la correcta?

A pesar de no haberle respondido nada a Mario, nuestro silencio le dejo claro que hibamos a continuar, Despues de un rato en el sendero, pudimos ver desde la distancia una casa rodeada de una gran barda blanca con un portón de rejas muy llamativo:

Mario: bien prepárense, estamos por llegar

Todos nos pusimos las bufandas que nos dio y en cuanto decendimos de la camioneta, cada quien comenzo a hacer lo que debia hacer, si antes sabia que ya no habia vuelta atras, ahora lo tenia mas que claro.

Paso menos de una hora y ya estabamos de vuelta en la camioneta, todo sucedio tal cual lo planeo Mario, en cuanto Nicolas encendio y comenzo a conducir la camioneta, el sentimiento de miedo comenzo ser opacado por una fuerte sensacion de adrenalina y vigor:

Nicolas: ¿para donde le doy?

Mario: para mi casa, ¡sin paradas!

En cuanto mario dijo eso, volteo hacia nosotros y la mirada agresiva y esa sonrisa tetrica de antes, se habia convertido en una cara de emocion, casi Podia sentir la adrenalina que emanaba con solo verlo:

Mario: ¿no les dije?, entrar y salir, todo salio segun el plan, ahora solo resta regresar a mi casa y ahi vemos que hacer despues.

Rodrigo: ¿y como estas tan seguro que esto no terminara matandonos tarde o temprano?

Mario: yo se lo que hago, y como estoy de buen humor, hare como si lo de hace un rato no hubiera pasado, es mas, trabajaron tan bien esta noche que si surge otro trabajo quiza considere llamarlos.

Rodrigo: tomaremos lo que nos toca y no nos vuelves a ver.

Mario: ¡¡¡sereno mi Rodrigo que hoy ya te hiciste un hombresito!!!

Dijo mario de manera burlona.

No habian pasado ni 20 minutos que habiamos dejado atras la casa cuando de repente en medio de la carretera 2 camionetas se cruzaron una por delante y otra por detras de la nuestra, haciendo que Nicolas frenara abruptamente. En cuanto nos detuvimos por completo, de ambas camionetas salieron varias personas armadas que inmediatamente nos rodearon y comenzaron a apuntarnos, uno de ellos nos comenzo a gritar:

Desconocido: ¡¡¡Bajense cabrones o los tronamos aqui mismo!!!

Sin dudarlo todos levantamos las manos y comenzamos a decender de la camioneta:

Desconocido: ¡¡¡si traen armas de una ves tirenlas, no quiero a ningun valiente!!!

Inmediatamente Mario saco su arma despacio y despues de colocarla en el piso la pateo hacia el hombre que nos gritaba, en ese momento la tensión y la incertidumbre llevaron a Nicolas que estaba a un lado mio a sacar rapidamente su arma y darse la vuelta para apuntarle a uno de esos hombres:

Nicolas: ¡¡¡si me voy me llevo a uno de..............

Antes de que si quiera lograra apuntar con el arma, escuche como un fuerte estruendo golpeaba mis oidos, seguido de una sensacion de algo liquido que bloqueba mi vision y un fuerte olor a metal, en cuanto limpie mis ojos me quede paralizado del miedo al ver esa ecena tan cruda y horrorosa, le habian disparado a Nicolas en la cabeza y pequeñas partes de el cubrian mi cara y mi pecho.

Desconocido: ¡¡¡A ver si asi les queda claro cabrones, nosotros no nos andamos con mamadas!!!, ¡¡¡de rodillas y en fila, pero ya!!!

Desconocido: ¿no escuchaste cabron?

No podia moverme del miedo y mucho menos hablar, mi unica reaccion fue vomitar y quedarme mirando al suelo sin poder si quiera digerir por completo todo lo que estaba pasando, un solo golpe que me dio el hombre con su arma en la cara me basto para regresar en mi y hacer lo me decia.

Desconocidos: ¿muchos huevos verdad cabroncitos?, nadamas los estabamos dejando para ver hasta donde llegaban.

Desconocido: y diganme, ¿si saben a quien le robaron todo lo que traen?, bueno lo dudo, no creo que esten tan pendejos como para meterse a esa casa sin saber de quien es, ¿verdad?

Todos nos quedamos callados, en ese momento uno de los hombres se acerco al hombre que nos gritaba:

Desconocido 2: yo conosco a ese de ahi, se llama Mario, es uno de los marihuanos que se juntan en las canchas de la juarez.

En ese momento, el hombre que nos grito, se acerco por detras de Mario y comenzo a hablarle:

Desconocido: Bueno ahora tengo mas claras las cosas, obviamente si son unos reverendos pendejos que sabian lo que hacian, dime, ¿Arturo sabe que estas aqui?

Mario solo se quedo callado.

Desconocido: ahora resulta que eres mudo

Dijo el hombre burlandose

Desconocido:

¡¡¡ AMARRENLOS Y SUBANLOS A LAS CAMIONETAS!!!, al muerto metanlo a la cajuela,

mis perros no han comido en todo el dia................................





En Algun Lugar De MexicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora