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Cuando Rosé se fue de la casa todo quedó en silencio, como antes, pero no me sentía tan incomoda si estaba Rosie presente. Decidí no prestar mucha atención y seguir con el proyecto, la química no es lo mío, me destaco más en matemáticas pero no es tan difícil buscar información aunque no entiendo mucho la tabla periódica.

— "¿Cuál es tu fruta favorita?" — escuché a Ryujin desde su cama.

— "¿Para qué quieres saber?" — respondí.

— "No se responde una pregunta con otra, responde"— eso es un poco contradictorio por parte de ella pero tragué saliva y respondí.

— "Las fresas..."

Vi como miro donde se había servido fresas anteriormente y dudó un poco pero preguntó. — "¿Tienes hambre?"

— "Son las 7pm"— respondí como si fuera obvio.

— ¿Eso es un sí? — me miro curiosa desde sus colchones.

— "Supongo"

Después de escuchar mi respuesta salió de la habitación, pensé que dejaría hasta ahí el tema y solo me estaba molestando un rato así que me puse a escribir nuevamente pero no duro mucho porque escuché como entró con un bowl llenó de fresas frescas y la puso en frente mío.

— "Come"

— "No es necesario" — dije. ¿Cómo sé si no está envenenado? Quizás quiere matarme y esconderme en su jardín, jamás me encontrarían y quedaría mi alma por ahí. Miedo.

— "No está envenenado, Park" — dijo como si leyó mis pensamientos. — "solo come, sé que estás hambrienta"

Empecé a comer en silencio mientras ella se sentó en la orilla de su cama y me observaba, no entendía su actitud aveces pero estas fresas están para morirse, jamás había probado unas tan deliciosas y fresquitas. Me concentré tanto en el sabor de las fresas que no escuché como Ryujin suspiró y posteriormente se dirigió hasta la mesa de estudio tomando asiento en el anterior puesto de Rosé, a mi lado.

Sin decir nada agarró mi lápiz y empezó a hacer su parte del trabajo. Pensé que yo haría su trabajo. — "Deja de mirarme. No me concentro si lo haces"

— "Pensé que yo haría tú trabajo"

— "Pues pensaste mal, mejor lo hago yo antes de que me lo estropees todo, no puedo arruinar mi puntuaje por tus idioteces" — dijo Ryujin sin mirarme.

— "Te aseguro que lo hubiese hecho bien, no me subestimes, Shin"— solté rodando los ojos.

— "Solo cállate un rato"

No dije nada por el resto de la hora y la mire hacer su trabajo. Mientras esto pasaba solo tenía una pregunta en mente, ¿esto hubiese pasado si Rosé se hubiese quedado? ¿hubiese sido así de amable si la otra rubia estuviese presente? ¿le hubiese dado fresas?




































La hora se fue y junto a ella las fresas, lamentablemente.

Ryujin soltó el lápiz mientras daba un largo suspiro. — "Al fin" — dijo mientras se acariciaba la mano, tenía algunas venas marcadas por la rapidez en la que escribió, tragué saliva al notarlo. Luego se volteó hacía mi dirección y me miro de arriba abajo, me coloqué un poco nerviosa al sentir su mirada por mi cuerpo. — no te has cambiado.

— "No tengo ropa de cambio"

— "Yo te presto"— dicho esto se levantó para ir a su closet que estaba al lado de su baño.

— "No es necesario" — repetí.

— "¿Qué no te enseñaron a ser agradecida?" — dijo cínicamente. Suspiré sabiendo que no podría pelear con ella y me puse de pie al lado de la mesa a esperarla.

Salió del closet y se posicionó en frente mío con la ropa, mostrándola levemente pero podía ver lo que era, eran unos shorts cortos negros y un suéter al menos 1 talla más grande que yo y ella, de color café. — "olvídalo si piensas que me pondré eso, con ese short se me verá la mitad del trasero" — dije cruzándome de brazos.

— "No seas estupida, __, nadie te va a mirar" — volteó los ojos.

— "Quién sabe. No me pondré eso, estás loca. ¿No hay otra cosa?" — pregunté.

— "No me hagas colocártelo yo misma. Toma." — me lo tiro en la cara — "iré a buscar algo, cuando vuelva espero estes cambiada o te juro por mí abuela que te pongo la ropa por mi propia cuenta" — dijo Ryujin mirándome fastidiada y luego salió del cuarto, se veía que hablaba en serio y yo no quería meterme en problemas en su casa donde no había salida ni alguien que me salvará, así que hice lo que me pidió.  Fui al baño de su pieza y me encerré, era un baño promedio, tenía lo necesario pero un poco más grande y bien decorado, había productos de cara y maquillaje en la encimera del lavamanos, supuse que eran de Ryujin, obviamente, me quité mi ropa anterior que consistían en unos shorts azules y un suéter con estampado de Mario Bros, me encanta, vi mi cuerpo en el espejo, no tenía mal cuerpo, no me quejaba. Salí de mis pensamientos y me coloqué la ropa, me quedaba cortísimo el short pero se disimulaba con el suéter, doble la ropa y salí por la puerta. Ryujin aún no había subido así que guarde mi ropa en mi mochila y mientras la esperaba decidí decorar mis apuntes del trabajo, no tenía nada más que hacer de igual manera.

Escuché la puerta y volteé, era la rubia de nuevo pero esta vez con un gatito en manos. Era hermoso. Gordo, apretable, de color naranjo y ojos verdes. Este mismo se tiró de los brazos de Ryujin al piso, posteriormente se subió a mis piernas en busca de juego.

Me la pase jugando con el gatito el resto de la tarde con la mirada de Shin encima, no me incomodó a decir verdad, parecía que disfrutaba que yo jugará con su mascota.














Editado ✔️

Jugada Sucia ( Ryujin y tú )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora