Epílogo

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Adrien:


-No te vayas-Sollozó Kagami contra mi pecho.

-Tienes que cuidar a Noah por los dos ¿Me escuchas, Gami?-Kagami enterró su cabeza aún más y la sacudió.

-No puedo hacerlo sin ti-Besé su cabello amorosamente.

-Claro que podrás. Eres mucho más fuerte de lo que tú misma sabes. No necesitas a Tomoe, a Chloe o a mí.

-Te necesito a ti-Gimoteó, rompiéndome el corazón.

-17 meses. Solo 17 meses ¿De acuerdo?-Kagami asintió a duras penas.

-Te voy a extrañar mucho-Apreté mis ojos con fuerza y suspiré temblorosamente.

-Y yo a ti-Me separé de Kagami, para poder tomar en brazos a Noah quien era sostenido por una llorosa Tomoe-Y a ti-Apreté el pequeño cuerpo de Noah contra mí, intentando encontrar consuelo en mi pequeño.

Kagami comenzó a llorar más aún y entonces pasé un brazo detrás de su cuello, abrazando así a las dos personas más importantes de mi vida. A las dos personas que más amaba.

-Los amo tanto-Susurré.

A mi sorpresa, Noah no se revolvió en mis brazos para intentar zafarse. Era como si notara el visible cambio de humor y lo único que hizo fue recargar su cabeza en mi hombro, con sus ojos muy abiertos.

Los abracé durante lo que se sintieron años.

Intentando memorizar el color de los ojos de Kagami.

Intentando recordar el aroma de Noah.

Intentando recordar absolutamente todos los pequeños detalles que podía.

Sabía que lo necesitaría desesperadamente.

Entre lágrimas y sonrisas tristes y orgullosas, me despedí del pequeño grupo de personas que se despedían de mi en el aeropuerto.

Una vez listo, eché andar con mi uniforme puesto y mi pequeña maleta en mano.

De ahora a los siguiente meses, esto sería lo único que tendría.

Llegué a la puerta final y no pude evitar regresar la mirada para mirar a mi familia una vez más.

Kagami mecía a Noah entre sus brazos a la vez que me sonreía a través de sus lágrimas. 

Con un nudo en la garganta y mi pecho ardiendo, levanté mi mano temblorosamente para despedirme a lo lejos y entonces...crucé la puerta, directo al avión en donde un pequeño grupo de treinta hombres más me esperaban.

El resto...es historia.

Preludio (Adrigami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora