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El mejor amigo de papá. - Jake Sully

Nota: Esto no es realmente algo +18 pero me gustó el shot, por cierto hay diferencia de edad

"¿Estás llorando en este momento?"

Sollozando, rápidamente se secó las lágrimas.

"¿Por qué podrías estar llorando? ¿Hm? ¿Porque no puedes apuntar, maldita sea, verdad?"

"¡D-detente!" querías caer de rodillas y llorar. Mirarlo a los ojos te revolvió el estómago.

Él gimió y pisoteó, "Recoge tu arco, recógelo-" agarró el arma del suelo y la empujó en tus manos, "Déjalo. Ahora".

Había un corte duro en su comportamiento, el aura a su alrededor. Su largo dedo índice cayó debajo de tu lamentable barbilla y lo movió delicadamente hacia él. Notaste la forma en que sus cejas aún estaban hundidas con frustración contrastando con la profunda empatía en su mirada.

"Cariño...", suspiró y sacudió la cabeza, "Hagámoslo juntos, quiero que sepas cómo hacer esto bien. Hazlo bien o hazlo dos veces, ¿sí?" Por despecho evitaste su ominosa mirada hasta que no pudiste contenerte más.

Un tambaleante "Está bien..." pasó por tus labios, y él te palmeaba el hombro con seguridad con una sonrisa triste.

"Bien, ahora vamos".

Ahora su lección tenía que reiniciar esencialmente. Tenías que rastrear a otro animal para cazar, esperar lo suficiente para que Jake dijera su perorata y fallar el tiro nuevamente. No era un misterio que tu paciencia y autoestima se estaban agotando. Si lanzaste un ataque lo suficientemente grande, es posible que puedas irritar a Jake lo suficiente como para enviarte de regreso a tu padre, donde podrías restregarle en la cara lo incompetente que Jake era realmente como un Na'vi.

Así que te drogaste los pies, pisaste a propósito ramitas y susurraste hojas, incluso estornudaste. Jake, que no quería agregar más ruido, lanzaba miradas amenazantes para advertirte que permanecieras en silencio. No escuchaste. Y de alguna manera estabas agachado en una hierba alta con tu arco apuntando a una criatura inocente.

"Apretado-" Jake golpeó tu estómago, "Contén la respiración si es necesario", susurró.

Midiendo tu línea de visión, acercó su rostro al lado espejado de tu arco y miró el extremo de tu flecha.

Él asintió, "¡Ahora!"

La cabeza de la criatura apareció y giró para buscar en los alrededores. Su siguiente aliento fue el último. Esta vez habías planeado deliberadamente fallar este tiro, tu resentimiento hacia Jake era más grande que aprender la habilidad, pero el sonido de la flecha al clavarse en el cuerpo de la criatura atravesó el aire dolorosamente silencioso.

Jake rió secamente, aliviado de que hubieras hecho tu primera muerte, te puso de pie. "Al igual que ese bebé", tocó tu parte inferior y caminó hacia el animal.

Pero tu cuerpo estaba rígido. Piel chorreando repentinamente de sudor. Una sensación extraña arremolinándose entre tus muslos que excitó una parte de ti, que no sabías que podía estar viva. Un rastro de los dedos calientes de Jake permanecía obviamente en tu piel.

En tu cacería, arrancó la flecha del animal, "Ven aquí, aún no has terminado". Su naturaleza ordenada está presente en su tono.

No eras tú quien arrastraba los pies hacia Jake, aunque de alguna manera terminaste junto a él en el suelo. En tus periféricos se formó un borrón, dándote una intensa visión de túnel en los dedos maduros de Jake. La forma en que pasó los dedos por la madera de la flecha, o acarició el cadáver de tu caza, señalando diferentes aspectos a los que se suponía que debías prestar atención. Tu audición volvió cuando esos mismos dedos chasquearon frente a tus ojos.

"Oye, ¿estás escuchando? Tu papá quiere que sepas estas cosas y yo también".

En este punto, esto tenía que ser una broma. Todas las piezas finalmente se unieron aquí mismo en este mismo momento y te diste cuenta de que Jake simplemente no era un mentor o el tonto amigo de tu padre. Recordaste sus cumplidos coquetos y abrazos prolongados donde su mano bailaba a lo largo de tu espalda, susurrando cuánto se preocupaba por ti, a veces incluso besando tu mejilla durante demasiado tiempo. Él sabía. Jake sabía que esta era una excelente oportunidad para estar a solas contigo y ver qué tan lejos podía llegar antes de que saltases sobre él. Golpearte el trasero era su forma astuta de decir que todo era real.

Cuando no respondiste a sus chasquidos o amenazas sueltas, fue tan lejos como para agarrar tus mejillas con sus manos fuertes y forzar sus miradas juntas, "Escúchame. Mira-" empujó tu rostro hacia el animal.

Pero ninguna cantidad de amargura y severidad podría atravesarte en este momento. Era hora de enfrentar la situación, por lo que apartaste su mano de un golpe y lo observaste con ojos de cierva, un brillo inocente y anhelante reflejado en el sol. Su carácter reflejaba claramente la conmoción.

Usaste el elemento sorpresa y dejaste que tus manos descubrieran su pecho. Tus pupilas se movieron hacia arriba a través de tus pestañas para observar su comportamiento contorsionarse, encontrando un poder enfermizo en esto. A continuación, agarraste la flecha de su mano y la arrojaste a un lado, alejándolo de tu presa para que se acomodara en su regazo. Ni una sola vez protestó, y ningún signo de ira asomó a sus facciones. De hecho, sus manos se posaron en tu cintura y hundió las puntas de sus dedos en tus músculos.

"Oh…" comenzó a sonreír, "¿Es por eso que me has estado haciendo pasar un mal rato?" Se hundió los dientes en el labio inferior y tiró de ti más arriba de su regazo, luego inclinó la cabeza hacia un lado y dijo: "Porque deberías haber dicho algo antes".

Todo el aire en tu pecho se sentía como si fuera expulsado de tus pulmones y tu garganta cerrada para que no entre más. Inconscientemente, humedecen sus labios y dejan que el magnetismo natural entre sus seres los acerque más.

Justo antes de que tus labios chocaran, Jake respiró: "Ten cuidado conmigo, dulzura, no soy tan joven como crees".

Luego hubo un motín. Vapor salió de tus oídos y tu cara se elevó a cien grados. Debajo de su ombligo, la excitación comenzó a fuego lento y de repente se lanzó a hervir por completo. Tus muslos se apretaron contra la cintura de Jake y lo recostaste contra el suelo. Pero esto no duró mucho, porque Jake te tenía agarrado de ambas muñecas y golpeando tu espalda contra el suelo más rápido de lo que podías respirar.

Sus labios y lengua se desviaron de los tuyos para explorar tu mandíbula y garganta, "Buen intento, niña, tal vez la próxima vez". Un rastro húmedo y humeante fue trazado desde debajo de tu oreja hasta tu clavícula, e incluso entonces no se detuvo hasta que la prenda que cubría tus senos lo obligó a detenerse.

Aunque quería hacer una pausa y pasar el tiempo con tus lindas y pequeñas tetas, no podía ignorar tus caderas retorciéndose llorando por fricción.

Una mano contundente se estrelló contra tu cadera y la mantuvo asentada en el suelo, "Te estás muriendo por eso, ¿no?" una risa excesivamente divertida vibró tu piel, "Paciencia, muñeca, sé cuánto tiempo has estado esperando. Papá se encargará de eso".
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Chic@s, lo se, yo también quiero parte dos pero no hay 😿

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