Trío maravilla

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Era de mañana en el departamento , una mañana tranquila de domingo, Hirving desayunaba solo tranquilamente sus Hot cakes hasta que fue interrumpido por la presencia de Memo y Andrés quienes lo miraban con una sonrisa.

Hirving les levantó la mirada extrañado — ¿Qué hicieron? o ¿Qué quieren? — preguntó Hirving confundido —

Nada Rodriguito — Contesto Memo —

Tu no puedes mentir Andrés a ver, sacalo — dijo Lozano comiéndose su último Hot cake haciendo su plato a un lado —

Te queremos llevar a pasear nomas nosotros tres como en los viejos tiempos — soltó Guardado —

Si Hirving con eso que ya te nos vas — dijo Memo melancólico — te nos vas a casar — corrigio rápidamente el rizado —

Hirving sonrió por dentro al escuchar eso, el sabía bien que no se separaría de sus amigos hasta acabar la universidad, pero mejor no diría nada, al fin y al cabo se le hacia un lindo gesto por parte de ambos rizados.

Y ¿a donde iriamos? — pregunto Hirving —

Al bosque a caminar y ya en la noche nos vamos de antro — dijo Andrés —

Se me hace que ustedes dos nomas me quieren llevar a perder al bosque — bromeo Lozano —

Uy si, nos descubriste ¡Tenemos un dos, veinte, dos, veinte! ¡Hirving nos cacho! — dijo Memo —

Chistoso, comiste verga de payaso verdad — dijo Hirving —

Bueno en fin el punto es ese — dijo Memo —

Bueno pues sale que vamos hoy — dijo Hirving —

Vamonos pues — Dijo Andrés yendo rápidamente por tres bolsas ya listas para su camino —

No mamen ya tenían todos listo cabrones — exclamó asombrado Hirving —

Pues ahuevo que si, ya nomas cámbiate o ¿te vas a ir en boxers de osito? — preguntó Guardado —

Envidioso ya quisieras tener boxers así de cómodos — dijo Hirving caminando a su habitación con sus pantuflas en forma de patas de Sulivan —

¿Tan temprano ya se van? — preguntó Lio en un bostezo —

Amor ya son las nueve y media, y si ya nos vamos — Contesto Memo —

Ah esta bien — dijo Lio parandose de puntitas para besar la mejilla de Ochoa — Adiós — dijo Lio —

Venga para acá despídete bien — dijo Ochoa agachandose, tomando de las mejillas a Lio para besarlo —

Mucho mejor ahora, me voy a dormir otro rato — dijo el argentino —

¿Y ese que onda? ya va a dormir de nuevo — pregunto Di María —

Si ya sabes que aprovecha el fin de semana para dormir — Contesto Ochoa —

Más bien hiberna — dijo Angél — Le hace falta hierro — dijo Angél —

Ya estoy Listo — dijo Hirving, quien venía vestido como rambo, portando también una cinta roja amarrada en la cabeza —

Ay no seas exagerado — dijo Andrés quien venia detrás de él —

Que tiene mira hasta traigo esto por si nos sale un animal salvaje — dijo Hirving sacando una mini navaja (que más bien era un sacacorchos) del bolsillo bajo de su pans —

Ya deja tus mamadas y vamonos — dijo Memo —

Si Hirving a lo mucho el único animal salvaje que nos puede atacar ahí va a ser nuestra perra hambre pero nada más — Dijo Andrés tomando sus cosas —

🄰🅁🄶🄴🄽🅇🄸🄲🄾 (𝑙𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑎𝑚𝑜𝑟)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora