Capítulo O9

2.1K 236 2
                                    

Los amigos llevaban un rato disfrutando las atracciones que la feria ofrecía, habían gritos de niños y jóvenes de aquí para allá tras sentir el escalofrío al subirse a una atracción.

Momentos antes ellos habían estado de la misma manera los tres gritando y apretando sus manos fuertemente como si de esa manera se pudiera bajar la adrenalina que corría por sus venas.

Se había hecho un poco tarde, más gente comenzaba a llegar a la feria ya que la experiencia era mejor en la noche por los fuegos artificiales, rodeos y otras cosas aunque también se hacía un poco incómodo por el tumulto de gente, todos pasaban golpeandose por el hombro por la falta de espacio en el lugar.

Estaban por irse pero por capricho de JungKook y Yoongi caminaban entre la gente en busca de una nueva atracción. Caminaban uno tras el otro Yoongi iba primero JiMin caminaba agarrando de la mano al pelirrojo llevándolo detrás suyo tratando de que cualquier golpe o empujón llegara a él y no a JungKook.

Después de poder llegar entre medio de tanta gente encontraron la fila para la atracción deseada, estaba un poco larga así que se dedicaron a esperar.

─Nene… solo a esta y nos vamos─. Había hablado JiMin, hace un rato se había comenzado a preocupar un poco.

JungKook se giró le miró apenas eran las seis y media de la tarde, para JungKook era temprano aún y quería estar más tiempo con sus amigos

─¿Por qué, JiMinnie?─. Preguntó el menor con un pequeño puchero.

─No me hagas caritas, Kookie─. Pidió JiMin al saber que era débil cuando su bebé le ponía caritas y es que odiaba tanto negarle algo a JungKook─. Sunhee está sola en casa y no quiero que esté sola, peor en la noche─. JungKook entendió por completo, sabía cómo era JiMin de protector y cuidadoso con su hermana, como debía ser─. Cariño, sabes que hago cualquier cosa por ti pero...

─Lo sé, tienes razón, Sunhee no puede estar sola ─. JungKook sonrió a JiMin dándole la razón para después caminar un poco el avance que llevaba la fila.

Solo unos minutos después habían avanzado considerablemente y ya fuera aburrimiento o estupidez de los jóvenes que hacían fila tras ellos estaban incomodando un poco. JungKook no estaba en fila india, estaba a un lado de JiMin, desde hace unos momentos sintió que alguien le tocó el trasero, no le tomó importancia pensando que fue por accidente pero sucedió otra vez y JiMin se dio cuenta de ello.

Había puesto quietos a los jóvenes tensando su mandíbula y dando una mirada nada amigable más bien amenazadora, para luego atraer a JungKook más hacia su cuerpo tomándole de la cintura "marcando territorio", y no era posesivo, era protector, son cosas diferentes.

Ahí había acabado el problema, Yoongi pudo notar la tensión del momento.

Finalmente pudieron subirse a la atracción los tres amigos, a JiMin le daba miedo este tipo de juegos mecánicos tanto como a JungKook pero igualmente querían vivir esa experiencia ambos tomados de las manos.

Al momento justo antes de irse JiMin observó un juego que le llamó la atención había decidido jugar los tiros, ganando un peluche de flamenco que paró en posesión de JungKook, le gustó mucho y obviamente JiMin no dudo ni un milisegundo en regalarselo.




✧ ✧ ✧



8:07 PM

Yoongi se había marchado a su casa estaba más cerca de la feria, ahora únicamente discutían los mejores amigos, en la calle que desviaba sus caminos.

─Minnie, no quiero que te vayas solo en lo oscuro─. Renegó el menor.

─Yo tampoco quiero que te vayas solo, voy a ir a dejarte a tu casa y luego voy a la mía─. Estaba decidido por JiMin, él no permitirá que su amigo fuera solo por la calle en la noche, claro que no.

─Puedo ir solo, si me vas a dejar se hará más noche ─. JungKook abrazo el peluche que JiMin le había regalado.

─No importa─. El rubio tomó la mano de su menor entre la suya y comenzó a caminar.

─Bebé, me quedaré dónde mi madre. Está más cerca de aquí para que te quedes tranquilo─. Ninguno de los dos se quería dejar ir.

Tenía razón, la casa de la señora Jeon quedaba más cercana a el lugar donde se encontraban así que podía ser una buena opción.

─Entonces voy a dejarte a casa de tu madre─. Avisó el mayor.

─Minnie...

─Nada... ─. Calló el rubio, no iba a dejarlo ir solo y no lo haría, punto.

JungKook camino de la mano de JiMin sintiéndose seguro y protegido por su mayor, sintiendo tantas emociones y es que así era JiMin podía hacerle sentir tantas emociones con solo sonreír, tomarle la mano o incluso rozar los dedos por accidente estaba total, pura y perdidamente enamorado de su mejor amigo y de cada uno de sus kilitos. Sabía que era amor porque no lo visualizaba diferente no pensaba en "se vería así si adelgazara" él lo aceptaba cómo era, ya si JiMin cambiaba estaba seguro que se volvería a enamorar, sabía que era amor por proyectarse un lindo futuro con él, soñaba con él, incluso podía sentir el típico como cursi revolotear de "mariposas en su estómago" su amor era sincero de esos que es costoso encontrar se había generado con tiempo y no tendría fecha de caducidad, eso era seguro.





✧ ✧ ✧



Solo unos minutos más tarde estaban tocando el timbre de la casa de la señora Jeon.

No habían tardado en abrir.

─Hola mi amor, hola JiMin, pasen mis amores.

La señora Jeon había salido tan bella como siempre, era una obra de arte tanta belleza en una mujer acompañada de una sonrisa y una magnífica personalidad, JiMin no podía estar más agradecido con la señora y el señor Jeon por crear al amor de su vida, JungKook le llamaban.

─Gracias señora Jeon─. JiMin había hecho una reverencia a la señora─. Pero solo vine a acompañar a JungKook, debo irme a casa es tarde ya─. Explicó JiMin.

─Oh, entiendo. Gracias por traer a mi bebé.

─Mamá ya no soy un bebé─. Se quejó JungKook avergonzado.

─Eres mi bebé─. Se defendió la hermosa mujer.

"Nuestro" dijo JiMin mentalmente.

─Nos vemos mañana, chiquito, descansa y sueña lindo─. JungKook se había inclinado para abrazar a JiMin. Esa ronca voz en su oído tenía muy sensible a JiMin.

─D-descansa también─. Había dicho dejando un beso en la frente del pelirrojo.

─ Adiós, señora Jeon, un placer verla─. Tan educado como siempre JiMin se despidió con una reverencia.

─Ten mucho cuidado al regresar, JiMin y gracias de nuevo─. Se despidió la mayor, sonriendo al chico rubio.

Los Jeon esperaron hasta ver cómo JiMin desaparecía a lo lejos.

─ Es un buen muchacho...─. Comentó la señora Jeon.

─Lo sé, es...maravilloso─. JungKook había suspirado abrazando su flamenco.

─No pierdas el tiempo, alguien podría llegar antes que tus miedos se vayan─. Aconsejo la mayor sabiendo cuánto le gustaba ese chico a su hijo.









gordito › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora