Capítulo 11

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«La belleza es como un libro, no puede ser juzgado sólo por sus tapas»

Había llegado un nuevo día, JungKook despertó por su alarma sonando, abrió sus ojos y para su sorpresa se había dormido en la mesa.

Busco entre sus cosa y encontró la carta, la leyó una vez más, la dobló lentamente y la guardó en el sobre que había decorado la noche anterior, al guardarla meditaba si realmente haría bien en darle la carta a JiMin, lo único que esperaba era no arruinar su amistad con él, pero ya no podía callar lo que sentía por JiMin, las ganas de decirle cosas lindas, decirle lo enamorado que lo tenía y besar aquellos gorditos labios se hacían más fuertes.

Terminó de meter la carta al sobre tomo uno de sus lapiceros y escribió en la parte de atrás «Para: Park JiMinnie», luego guardo su carta en mochila, al darse cuenta que se le hacía tarde sin pensar más comenzó a hacer sus cosas.




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JungKook se sentía desesperado desde que despertó, aquel sentimiento lo acompañaba y es que era tan grande la impotencia de lograr éxito.

Todo lo que en su cabeza pasaba eran escenas de JiMin rechazandolo, no iba concentrado en su camino ni en las personas que lo rodean, no hasta que sintió como su cuerpo chocaba con algo firme, enfoco su mirada y era el pecho de Kim Taehyung.

─Perdón. No te vi, lindura─. Taehyung se había disculpado, JungKook únicamente lo miro serio y continuó su camino pero una mano en su muñeca lo detuvo.

─¿Qué quieres?─. Preguntó el pelirrojo seriamente.

─Oye...─. El chico pelinegro sonrió─. ¿Por qué siempre enojadito conmigo?─. Preguntó aflojando el agarre en la muñeca de JungKook.

¿Todavía preguntaba? ¿El idiota acaso no pensaba que JiMin le contaba muchas cosas?

─Déjame ir antes que te parta la cara Taehyung─. Amenazó el chico de cabello rojo, no soportaría ser tocado por ese tonto por más tiempo sabiendo que había golpeado a JiMin.

─¿Y eso por qué?─. Había un poco de tristeza en aquellas palabras al pelinegro le gustaba mucho aquel chico y este no le hacía caso.

Pero ¿que se podría hacer? No sé podía hacer nada cuando JungKook tenía toda su atención en JiMin y golpear al rubio tampoco cambiaría algo, las cosas no se pueden forzar cosa que la falta de madurez de Taehyung no le permitía entender.

─Golpeaste a JiMin ayer, ¿te parece poco?─. La ira en JungKook era evidente, Taehyung se quedó callado por un momento.

─¿Te fue a llorar la nena?─. Se burló una vez más Taehyung había soltado la muñeca de JungKook pero él había seguido ahí.

─¡NO ES NINGUNA NENA! Es un hombre─. JungKook levantó la voz con más enojo aún.

─¿Tanto te gusta él como para tratarme así?

─¡Primeramente es porque nadie merece que lo golpeen solo por ser como es!─. JungKook tampoco debía ser duro con Taehyung pero esos gritos si eran merecidos y no por nada─. Y sí, me gusta JiMin, no sabes cómo me encanta… cada parte de su ser─. Había dicho con tanta satisfacción el pelirrojo para luego marcharse y dejar a Taehyung ahí.





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Las clases de la mañana habían pasado con normalidad, JungKook no quiso preguntarle a JiMin si había hecho la tarea y él estaba súper nervioso.

─Bebé, abre la boca.

Pidió JungKook que estaba sentado en una banca frente a JiMin al ver como su JiMinnie le hacía caso le dio una cucharada del tutifruti que comía. Siempre fue más de alimentar a JiMin que quitarle las ganas de comer como los demás lo hacían.

gordito › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora