Secuestrados [Road To Ninja Reacciona A Naruto]

Capitulo 0: Secuestro

Aclaración:

Habrá momentos en los que en medio de las reacciones la secuestradora les mostrará a los ninjas momentos que no pasaron en el anime sino que serán algunas especulaciones de lo que creo que paso, esto se hara para que no haya muchos huecos en la historia xd.

En fin comencemos.

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— ¡Espera un minuto! — interrumpió Mei, levantando una mano frente al rostro de una chica de cabello negro. — ¿Me estás diciendo que, por estar aburrida de vigilar nuestro mundo, decidiste traer a un grupo de personas de todas las malditas aldeas ninjas, junto con niños de la academia de Konoha, solo para mostrarnos un mundo diferente al nuestro? — resumió, con evidente irritación, lo que la misteriosa chica había explicado minutos antes.

— Casi correcto — respondió la pelinegra con una sonrisa gentil. — Pero se te olvidó mencionar que, sin importar cuánto lo intenten, no podrán salir de aquí hasta que yo lo decida.

— ¡Esto es ridículo! ¿Quién demonios te crees para obligarnos a quedarnos aquí? ¿Qué es este lugar? ¿Dónde estamos? ¡Ni siquiera nos has dicho quién eres ni cómo nos trajiste aquí! ¡¿Qué quieres de nosotros?! — reclamó Shizune, acercándose peligrosamente. Había pasado una hora desde que estaban en ese extraño lugar, y durante todo ese tiempo la responsable se había dedicado a burlarse de ellos sin explicar nada relevante.

— Mantén la calma — trató de apaciguarla Tsunade, poniendo una mano en el hombro de su discípula.

— ¡Pero, Lady Tsunade! ¿Cómo podemos soportar esta estupidez? ¿No le molesta? — replicó Shizune, señalando con ferocidad a la chica de cabello negro, quien, indiferente, se sentó en uno de los muchos asientos, esperando pacientemente que la dejaran hablar.

— ¿Crees que no? Claro que me molesta, pero no es el momento — respondió Tsunade, apretando su agarre sobre el hombro de Shizune, quien se quejó de dolor y finalmente cedió. Al ver que su alumna había entendido, Tsunade dirigió su mirada hacia los otros Kages, quienes le devolvieron miradas de comprensión.

Estaba claro que la situación en la que se encontraban no les favorecía en absoluto.

Liberada del agarre, Shizune se masajeó el hombro y, molesta, se cruzó de brazos. Tsunade suspiró antes de volver su atención a la misteriosa chica.

Desde su llegada, Tsunade había notado que no podían moldear chakra en ese lugar y que todas sus armas habían desaparecido apenas pisaron el salón. Estaban completamente vulnerables ante la chica que los había traído allí.

Viendo que todos guardaban silencio, la pelinegra decidió continuar, ignorando las emociones que se reflejaban en sus rostros.

— Bueno, creo que ya puedo hablar. Antes que nada, quiero aclarar que no tengo intención de hacerles daño ni a ustedes ni a sus aldeas — comenzó.

— Disculpa si no te creo — interrumpió Obito, apareciendo de entre un grupo de ninjas de Konoha, con Kakashi y Rin siguiéndolo de cerca. — Nos has traído a un lugar desconocido, sin chakra, sin armas, y hasta los Jinchurikis no pueden usar el poder de sus Bijus. Además, una niña que no parece tener más de 13 años nos acaba de decir que no podremos salir hasta que ella lo decida. ¿Cómo quieres que no nos sintamos amenazados?

— Cualquiera pensaría que planeas destruir nuestras aldeas mientras estamos aquí — agregó Kankuro, seguido por un grupo de ninjas de la arena, todos mirando con desconfianza a la chica.