Querido Cielo [Nico x Draco]

⚘ 7.- El perdón tiene poder.

Título alterno: Los Dioses finalmente hablan de sus sentimientos y reciben terapia o como Draco sin saberlo salvó el Olimpo con un chocolate y un dibujo.

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Cuatro años han pasado y muchas cosas habían pasado en el campamento mestizo...

Luke y Annabeth se convirtieron en los líderes de sus respectivas cabañas, volviendose rápidamente respetados y queridos entre sus hermanos.

Les había costado un poco las visitas constantes de los Dioses y de las cazadoras, especialmente Luke, que podía sentir la mirada acusadora de las cazadoras, en el fondo, sabía que le culpaban por lo de Thalía.

Artemisa no le lanzó una flecha sino fuera porque parecía que Draco adoraba a Luke, el rubio hijo de Hermes sin duda se había vuelto rápidamente una de las personas favoritas del pequeño tesoro.

Su relación con Johan floreció de una forma que nunca pensó, Luke después de dos años a los 16 confesó sus sentimientos a Johan que fue correspondido e iniciaron una relación, pero Johan al tener ya 19 años debia empezar la universidad de medicina. Así que su relación es un poco a distancia, además de que decidieron mantenerlo en pausa hasta que Luke cumpliera los 18.

Y Luke ya tiene 18... 19 ese año... Lo había hablado con Johan y decidió que ese año se mudara al departamento de su novio, ya que Luke también entrara a la escuela a estudiar economía y administración de empresas.

Annabeth suele ponerse algo celosa cuando se trataba de Johan, a los ojos de los demás, era obvio el enamoramiento de la menor con Luke, pero el mismo hijo de Hermes creía que era un amor de hermanos, así que no lo tomo mucho en cuenta.

El campamento se había vuelto un lugar demasiado pacífico y muy surrealista,

Era como estar en la dimensión desconocida, ver a Artemisa, Apolo, Hermes y Ares pelear por la atención por un niño pequeño, muchos aún no estaban acostumbrados a ese tipo de imágenes.

Conforme los años pasaban, Draco crecía más... Y ahora tenía 5 años... En un par de meses cumpliría los 6...

Los cumpleaños de Draco eran todo un acontecimiento, era la celebración más importante del año, nadie faltaba y todos la pasaban bien, siempre vestían a Draco cómo un príncipe y lo llenaban de regalos y amor.

Draco era un niño muy feliz, rodeado de todos los campistas que eran como su familia, tenían sus hermanos mayores que lo querían y siempre cuidaban de el, tenía a su padre que lo visitaba todas las noches en sus sueños, su madre... Bueno, también soñaba con ella a veces pero deseaba poder estar con ella... Siempre que la veía se veía un poco más cansada cada vez, tenía miedo de que su mami estuviera enferma.

⸻ ¡Mi pequeña estrella! - su hermano Apolo, era súper amable con el, cariñoso y siempre le traía cosas para dibujar. ⸻ ¿Que pasa hermanito? Te veo triste, ¿Ya no tienes dulces? ¿No te dieron permiso de dormir en alguna cabaña?

Al tener los 5 años Draco empezó a quedarse a dormir en la cabaña 1, volviendose como único miembro, el líder de la cabaña. Sin embargo, de vez en cuando tomaba siestas o se quedaba de visita en las cabañas de los demás. Incluso tiene permitido entrar a la cabaña de Artemisa.

Draco disfrutaba entrar con las ninfas y ayudar a limpiar la cabaña (Aunque solo pasaba un trapo por un pilar y sostenía el recogedor.) Dejando también dulces y dibujos para su hermana Artemisa, Annabeth le dijo que contaban como ofrendas y que esas ofrendas hacian muy feliz a Artemisa.

⸻ Hermano... ¿Porque solo puedo ver a mi mami en sueños? - pregunto con voz triste, la sonrisa de Apolo se apagó lentamente. ⸻ Papi dijo que tengo que ser paciente pero...