Llamitas. [Endeavor/Todoroki Enji]. [CALCBNHA].

09.

La tarde de un sábado, en la pequeña casa blanca todo marchaba con tranquilidad. La madre de los chicos se encontraba preparando la comida de ese día, el hermano menor jugaba videojuegos en la sala y por su parte, la protagonista se encontraba holgazaneando en su habitación. El sonido del timbre fue el responsable de perturbar la paz ese día, el pequeño pelinegro caminó hasta la puerta arrastrando sus pies, una vez abierta la separó y cerró su boca con terror, sin darle tiempo de responder cerró la puerta para correr escalera arriba buscando a su hermana mayor.

—¡T-te buscan! —fue lo primero que dijo una vez dentro de la habitación de su hermana, su respiración se encontraba acelerada y sus manos cubiertas de hielo, al parecer del miedo que sentía había activado su quirk por accidente.

—¿A esta hora? —la muchacha se acercó hasta su pequeño hermano para despeinar su cabello con una sonrisa. —Cada día tu quirk está mejor, serás un gran héroe. —finalizó para empezar a bajar las escaleras y enfrentarse a cualquiera que hubiera asustado a su hermanito hasta el punto de obligarlo a usar sus poderes.

No obstante, el sentimiento de valentía terminó por abandonar su cuerpo al encontrarse a Enji en la entrada de su casa usando sus llamas para descongelar la puerta, al lado del pelirrojo se encontraba su madre mirándolo con ternura.

—Así que tú eres el chico del que mi hija tanto habla.

—¿Su hija le habla de mí? —habló sorprendido, para el Todoroki eso parecía toda una novedad, ahora tenía curiosidad sobre lo que le pudo decir a su madre.

—Sí, sí. Todo el tiempo no deja de hablar del lindo Todoroki En...

—¡Mamá, Enji! —rió nerviosa interrumpiendo aquella vergonzosa conversación secreta que tuvo con su madre. —¿Qué le pasó a nuestra puerta? —necesitaba cambiar ese tema de conversación a la de ya.

—Tu hermano, su kosei parece estar saliéndose de control. —la madre soltó en un tono de reprocho haciendo reír a la pelirosa.

—Nunca me dijiste que tu hermano tenía un poder relacionado al hielo.

—No pensé que te interesará... espera, a todo esto, ¿¡qué haces aquí!? —la pelirosa por fin cayó en cuenta, ¿Qué demonios hacia Todoroki Enji en su casa un sábado a las dos de la tarde?

—Bueno dijiste que querías esa promoción de 2 malteadas rellenas de caramelo, no teníamos trabajo en la agencia y yo pasaba por aquí así que pensé que sería buena idea llevarte. —gracias a esas palabras nuestra protagonista se dio cuenta de las ropas del chico, era la primera vez que lo veía en ropa de civil, siempre era con su traje de héroe y el uniforme escolar, vaya que tenía que admitir que ese jeans le quedaban estupendo.

—I-iré a cambiarme entonces. —debía irse antes de terminar babeando ante la espectacular figura de su amigo, ¿siempre tuvo tan buen cuerpo?

—Deberías, a no ser que quieras que Bob Esponja también asista a nuestra cita.

Mal-di-ci-ón.

Ese era el comentario que necesitaba para darse cuenta de la ropa que estaba usando, ¡era nada más y nada menos que su pijama favorito! El pijama más cursi e infantil que podía encontrar en su guardaropa, ¡y llamitas lo vio! Quería que la tierra la tragara en estos momentos.

—¡No mires! —en un fatal intento de cubrir su pijama con su cabello corrió escalera arriba.

.

.

.

.

.

La pelirosa miraba con detalle la foto que le habían dado en el local de malteadas, al parecer la promoción incluía una foto de pareja totalmente gratis, eso no lo decía en su publicación de instagram.

—La señora tenía razón, nos vemos totalmente bien. —comentó con orgullo la fémina sacando un leve sonrojo en su acompañante.

—Seguro se lo dice a cualquiera, no te ilusiones, niña esponja.

—Nop, ella misma lo dijo, somos la pareja más linda que ha visto.

El pelirrojo bufó en burla, ciertamente él también había escuchado como la dueña del comercio los había llamado "la pareja más linda" y no podía negar lo mucho que le había gustado ser fingir pareja de la chica, no le importaba si fue solo por unos minutos o si fue solo para ganarse una malteada que ni siquiera disfruto, él solo sabía lo mucho que quería que ese noviazgo fuera real.

El poder decirle a todo el mundo que [...] era su novia se había vuelto su nueva fantasía.

—¿Y qué tal, llamitas? ¿te gustó fingir ser mi novio? —Enji lo notó, el tono pícaro que ella utilizaba era claro que buscaba burlarse de él.

—Fueron los peores 15 minutos de mi vida. —y él no iba a permitir que se mofara.

La muchacha parecía ofendida por su comentario tan borde.

—¡Para tu información, yo tampoco lo disfruté, llamitas!

Una risa salió del héroe de llamas, adoraba cuando ella se ponía de modo niña malcriada, amaba ese rasgo de su personalidad.

—A todo esto, ¿Por qué me llamas, llamitas? Nunca lo habías hecho. —preguntó aprovechando el momento de cercanía que tenían ahora.

La de cabello rosa frunció los labios pensativas.

—Porque no nos conocemos. —aquella confesión soprendio a Endeavor. —Digo, me acompañas a mi casa todos los días, vamos a la misma agencia, me siento frente a ti en clases, pero no sé nada sobre ti y tú de mí. Sé que te llamas Todoroki Enji, tienes 18 años, se dónde vives, tu cumpleaños y que amas el kuzumochi pero, son cosas que cualquiera podría saber.

Un suspiró cansado salió de los labios de [...].

—Es nuestro último año, nadie nos asegura que seguiremos siendo amigos una vez que nos graduemos así que quería un recuerdo, un recuerdo de lo increíble que fue nuestra amistad. —finalizó con una sonrisa, no, esa no era su sonrisa de siempre y el muchacho lo sabía, esta sonrisa era triste, se notaba que se forzaba a sonreír.

Enji avanzó hacia ella para abrazarla, no le importaba que ya hubieran llegado a su casa o quien pudiera verlos, solo quería consolarla y poder quitarle todas esas incertidumbres que tenía.

—Entra quieres, le prometí a tu madre traerte antes de las seis. —susurró en su oído una vez que se separaron del abrazo.

—¿Ahora quieres ser el chico bueno? —bromeó conmovida, aunque no quería que esta cita terminara pronto.

—Cállate y entra antes de que cambie de opinión.

Con un suave despido de mano, ambos adolescentes se separaron. La fémina entró en su casa a la par que llegaba un mensaje a su teléfono.

❝Oye niña esponja, no te preocupes por el futuro, sé que seguiremos estando juntos cuando nos graduemos, así que deja de poner esa sonrisa triste, se ve fea en ti. ❞

_______________________________________________

¡HIDAKA HA VUELTO! 

Actualizando todas sus historias porque la inactividad ya no es parte de mi vida. 

¿VIERON LA MINIATURA?

Gracias a esa foto recordé porque escribo sobre Endeavor joven.