Llamitas. [Endeavor/Todoroki Enji]. [CALCBNHA].

03.

Los dos chicos se encontraban en la cafetería almorzando, en aquella mesa habían un gran silencio, la muchacha degustaba aquellos takoyaki con una sonrisa, mientras que Enji veía la caja de los kuzumochi, si le dijeran que la chica al frente de él le hubiera regalado eso se hubiera reído.

—¡Toshinori-kun! —La fémina se levantó de la mesa y empezó hacer señales con la mano.

Enji la miró incrédula, ¿Por qué de todas las personas tenía que llamarlo a él?

La tomó del brazo.

—¿Por qué lo llamas? —Todoroki miraba con reproche a su amiga.

—Porque nosotros tres somos los tres grandes, debemos convivir. —El pelirrojo estaba a punto de volver a replicar pero ya era muy tarde Yagi Toshinori se encontraba al frente de él y al lado de [...].—¡Toshinori! —El cabello de la chica se estiró y rodeo al rubio en un abrazo.

Él rió.

—Tu cabello me ama, ¿no es así? —El de ojos azules bromeo sacando una risita de la chica. —Enji, ¿Cómo estás?

—Bien.

No era un misterio para nadie que Yagi Toshinori y Todoroki Enji era el perro y gato versión humana, y la única persona que era capaz de soportar su rivalidad era [...].

Tal vez por eso se habían vuelto los tres grandes.

—[...], ¿estás bien? Te vi llegar tarde a clases. —Yagi se giró hacia la chica ignorando por completo la presencia del pelirrojo.

—Sí, sí, no tienes el porqué preocuparte Toshinori-kun, debía hacer unas cosas en las mañana.

Enji gruñó igual que un perro al notar a ambos chicos hablando tan amistosamente.

Toda la hora del almuerzo la pasó así, gruñendo. Mientras que ambos amigos hablaban tan animadamente que no notaban la aura tenebrosa que rodeaba al pelirrojo a su lado.

Todoroki estaba molesto por el rechazo de su mejor amiga, estaba ignorándola por irse a hablar con aquel rubio y no hacia ni el mínimo esfuerzo por unirlo a aquella conversación. Suspiró derrotado.

La campana sonó interrumpiendo aquella conversación.

—Debo hacer algo antes de volver a clases, ¿los veo en el salón? —Enji quería golpear aquella sonrisa que les dedicaba.

La de cabello rosa se despidió y volvió a girarse hacia su mejor amigo quien comía los kuzumochi con cierta agresividad, eso la hacia reír.

—Llamitas. —Llamó al chico antes de levantarse y dejarle una servilleta con algo escrito.

❝No estés celoso, tú siempre serás mi mejor amigo.

PD: Límpiate la cara llamitas, tienes mochi en los labios.❞

Enji sonrió antes de tomar la servilleta y limpiarse, tomó la bandeja y caminó al lado de la chica.

—Ni creas que estoy celoso.

[...] rió.