Soy beta reader de @Who_knows06, no he sabido nada de ella desde noviembre aproximadamente, como ustedes habrán visto en su perfil tenía muchas cosas de la universidad, espero se encuentre bien y cuando regrese su público la reciba con brazos abiert...
¡Hola! Muchas gracias por todos sus comentarios sobre el último capítulo, ¡espero que disfruten de este!
Sólo como un aviso, este capítulo tiene un montón de emoción / introspección que se pone un poco pesado, así que si no quieres leerlo hasta el siguiente que será subido, y estemos un poco más cerca del final feliz, está bien. No hay nada particularmente gráfico en pantalla en este capítulo, pero es pesado y el mundo es un lugar difícil en este momento, así que entiendo completamente si quieres esperar. Cuídense.
(Ver el final del capítulo para más notas).
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Sentía los brazos extrañamente ligeros sobre su regazo. Casi dolorosamente. Después del peso constante de acunar a A-Ling durante los últimos días, le resultaba extraño no llevar nada, tanto que tenía que mantener una mano apoyada en el asiento del coche a su lado, sujetando la mano de su bebé mientras dormía. Deseaba poder coger también la mano de Zixuan, pero con A-Ling entre ellos era difícil.
Zixuan también dormía, con la cabeza apoyada en el asiento de A-Ling, la cara floja y aún pálida. Yanli tenía que seguir mirándolo, comprobando que seguía allí, que seguía respirando... pero también le dolía mirar. Estaba tan malherido, tan cerca de...
Le habían hecho daño. Lo habían golpeado hasta casi matarlo y a ella la habían dejado prácticamente ilesa por el bien de su bebé, y la injusticia de aquello le arañaba el interior del pecho como un zorro luchando desesperadamente por liberarse de una trampa.
Se le hizo un nudo en la garganta y miró por la ventana, intentando concentrarse en el dolor de su pecho, en la mano de su bebé entre las suyas y en la suave respiración de Zixuan mientras dormía.
En cualquier otra cosa que no fuera saber lo que dejaba atrás.
Pero incluso ese pensamiento fue suficiente para arrastrar su mente hacia atrás, para llenarla de terror blanco cegador de pies a cabeza. Si la amenaza de Wen Ruohan se cumplía, si su dulce, maravilloso y brillante hermanito era quemado en la hoguera...
Se tapó la boca con una mano mientras otro sollozo amenazaba con subirle por la garganta, mirando fijamente por la ventana. No debería ir por ahí, no debería huir. A-Xian estaba en peligro, y el único lugar al que debería huir era a su lado. Nunca debería haber aceptado que la enviaran lejos. Quería abrir la puerta y salir del coche, volver a Qishan por su propio pie si era necesario, pero...
Pero...
No podía. No podía hacer nada. El mundo quería destruir a su A-Xian, someterlo a una muerte horrible y tortuosa y... ella no podía impedirlo.
Su mente conjuró una imagen de llamas, el hedor acre de la quema, los gritos de su hermano...
"¡Jiejie!"
¿Y si gritaba por ella? Él siempre había gritado por ella cuando estaba herido o asustado, siempre, siempre, él gritaría por ella y ella -
