Soy beta reader de @Who_knows06, no he sabido nada de ella desde noviembre aproximadamente, como ustedes habrán visto en su perfil tenía muchas cosas de la universidad, espero se encuentre bien y cuando regrese su público la reciba con brazos abiert...
¡Hola! Gracias por los comentarios tan bonitos del último capítulo. Siento mucho que este capítulo haya tardado tanto. Fue una combinación de que el capítulo en sí era tan largo y un montón de problemas de la vida real que he estado teniendo, pero finalmente estamos aquí. Espero que lo disfruten y que crean que vale la pena.
(Nota: en este capítulo, Jingyi se refiere a Lan Qiren como "Shugong", que significa tío abuelo; si es incorrecto, por favor, háganmelo saber).
(Véase el final del capítulo para más notas).
Notas del beta reader:
Este capítulo en el formato que se ha venido haciendo tiene 64 páginas, por lo cual decidí dividirlo en dos partes.
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Era extraño, ver las ruinas diezmadas de la casa de la familia Nie silueteadas contra la puesta de sol. Inquietante. Algunas de las vigas de soporte habían sobrevivido, sobresaliendo orgullosas hacia el cielo cada vez más oscuro, y apoyado en una de ellas Wangji podía ver el armazón de la vieja chimenea. Había pasado tantas horas junto a aquella chimenea cuando era niño, dibujando o leyendo tranquilamente mientras Huaisang inventaba juegos salvajes e imaginarios con sus muñecas, y Xichen y Mingjue jugaban fuera, en el jardín, por los bosques.
De niño nunca lo habría admitido, pero siempre había disfrutado del tiempo que pasaba allí. Verlo ahora en semejante estado... le escocía más de lo que Wangji esperaba. Por el rabillo del ojo, vio que Xichen se limpiaba las mejillas y, en silencio, puso una mano en la rodilla de su hermano. Xichen le miró, sonriendo cansado.
Entonces, bruscamente, los coches que iban delante de ellos y que se habían detenido ante las ruinas empezaron a moverse de nuevo.
"¿Dónde estamos...?" murmuró Xichen, que se interrumpió al ver un túnel subterráneo. Entraron en él y salieron a un aparcamiento pequeño y bien iluminado, algo que parecía totalmente fuera de lugar bajo la casa de la familia Nie. Tres de las plazas estaban ocupadas, una por un jeep, otra por un deportivo y la tercera por la moto de Wei Ying, lo que dejaba cinco plazas para los seis coches del grupo. Cuando el quinto coche se detuvo en su sitio, el sexto simplemente se dirigió hacia el centro del aparcamiento, aparcando allí.
"Bueno", respiró Xichen. "Supongo que ya hemos llegado...".
Wangji miró por el retrovisor a tiempo de ver a Wei Ying estirar los brazos con una sonrisa cansada. "Por fin", respiró, girando el cuello.
El camión de ganado era demasiado grande para entrar, pero en unos instantes Meng Yao entró a grandes zancadas, Nie Mingjue le seguía a un paso más tranquilo con Huaisang medio dormido a su espalda. Aunque Mingjue se quedó en la entrada, Meng Yao se dirigió a un pequeño armario cerrado en la pared. Había una puerta junto a él, pero Meng Yao cogió primero sus llaves y lo abrió para revelar un pequeño monitor y un teclado, aunque su cuerpo lo ocultó rápidamente de la vista. Por mucho que quisiera salir del coche y estirar las piernas, Wangji esperó mientras Meng Yao comprobaba el sistema de seguridad para ver si alguien había estado en el local desde que lo abandonaron.
