Soy beta reader de @Who_knows06, no he sabido nada de ella desde noviembre aproximadamente, como ustedes habrán visto en su perfil tenía muchas cosas de la universidad, espero se encuentre bien y cuando regrese su público la reciba con brazos abiert...
¡Hola a todos! Muchísimas gracias por vuestros comentarios sobre el último capítulo. Siento que este se haya retrasado, pero como habrán visto en Twitter terminé quedándome dormida mientras intentaba terminarlo anoche, ¡así que aquí está! Espero que lo disfruten :D
(Ver el final del capítulo para más notas).
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Congelado, incapaz siquiera de respirar, Wangji vio caer a Wen Ruohan. Sabía, incluso antes de que el hombre cayera al suelo, que no habría forma de que volviera a levantarse: el cuchillo de Meng Yao le había clavado lo suficiente como para destruirle el cerebro. Estaba muerto. Muerto.
Y a menos de un metro de distancia, desplomado sobre la fría piedra del escenario ensangrentado, estaba Wei Ying.
Desesperado, Wangji se arrastró por el suelo, ignorando las fulgurantes punzadas de agonía que atravesaban sus huesos rotos y el tortuoso ardor de las heridas de los latigazos en el pecho al raspar el suelo.
"¡Wei Ying!", se atragantó, y Wei Ying se volvió, su pálido rostro se tornó gris ceniciento y se retorció de dolor al ver a Wangji.
"¡Lan Zhan! Oh, Dios, Lan Zhan, tú..."
Con un último y agonizante tirón, Wangji arrastró su cuerpo inútil hasta el lado de Wei Ying, impulsándose hasta que pudo estrechar a Wei Ying entre sus brazos. Lo abrazó, agonizante y dolorosamente, pero su propio dolor carecía de sentido, no era nada, nada, ahora que podía apoyar la cabeza en el hombro de Wei Ying, pasarle la mano por el pelo y respirar su aroma.
El olor a humo era tan denso a su alrededor, y golpeó la parte posterior de la garganta de Wangji con un sabor parecido al de la sangre. Un pequeño gemido sin palabras brotó de su garganta y se estremeció. Wei Ying sollozó, fuerte y sin palabras, y enterró la cara en el pelo de Wangji.
"Lan Zhan", gimoteó. "Lan Zhan, mi Lan Zhan, ¿estás bien? Te oí... después del disparo, tú... ¿estás bien?".
"Mn", fue todo lo que consiguió decir Wangji, y Wei Ying volvió a sollozar, apretando más su cara. Wangji pudo sentir el calor de las lágrimas de Wei Ying en su cuello, y volvió a estremecerse.
"¡Uh, Wei Wuxian, los zombis!" llamó Meng Yao con fuerza, y Wei Ying se estremeció, levantando la vista.
"Oh, mierda," carraspeó, y entonces se aclaró la garganta y gritó, "Uh, ¡paren! ¡Alto ahora, retírense! Retírense, retírense, ¡ahora!"
Wangji levantó la cabeza, con una herida de latigazo cerca del cuello tirándole dolorosamente mientras miraba a su alrededor. Todos los zombis del escenario habían retrocedido, con las manos a los lados y la cara vuelta hacia Wei Ying. Sus ojos blancos y muertos estaban clavados en él, inquebrantables, y Wangji movió su brazo protector por la espalda de Wei Ying, mirando a la multitud.
La mayoría de los zombis que había allí también se habían retirado; un par de ellos seguían luchando salvajemente, pero sonaron varios disparos y luego se hizo el silencio. Quietud.
