Freen es la amiga de Irin, Irin es hermana de Becky, Becky tiene autismo y no sabe que es ese sentimiento que aparece en ella cada vez que está con Freen.
¿Cuánto tiempo tardará Becky en descubrirlo? ¿Y cuándo será que esta emoción la dejará en paz...
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La primera vez que Becky intentó expresar sus sentimientos hacia Freen, no le fue bien.
Ya no recordaba que había intentado, pero era otro más de sus gestos que había usado con la mayor, nada que fuera especial del todo.
Y Becky aceptaba que quizás no era muy clara, porque regalar flores, los "Be" unir su nariz con la frente de la mayor, y demás, eran cosas que ya hacia y que dentro de todo, Freen estaba acostumbrada a recibir. Así que debía hacer un gesto especial.
— Freen, "Be" — dijo, mientras corría en pasitos apresurados detrás de ella, estaban en el parque, con Saint, quién se mantenía un poco separado para ver su interacción.
- ¿Otro más, Becbec? - preguntaba Freen, y a el chico de pelo negro le daba gracia que se hiciera la difícil, si a ella también le encantaba.
— Be, Be.
— Bueno, un Be- dijo, deteniendo su paso, mirándola a los ojos, Becky asintió y juntó sus labios con los de Freen, dejando que la mayor moviera sus carnosos labios a gusto, y empujandose a más contacto.
Al separarse sonrieron, y Becky agitó sus manos con emoción, antes de salir corriendo al parque.
Sin querer golpeó a un niño de unos catorce años, quién le gritó una grosería, pero Becky estaba en su mundo como para escuchar, y al ver qué el niño iba a ir hacia ella y se arremangada su abrigo apretando sus manos en puños, Freen fue hacia ella, tomándola del brazo.
— Disculpa, no lo hizo a propósito, tiene autismo, no entiende del todo.
— Oh, es retardada — dijo el chico, con total naturalidad.
Freen se molestó porque la llamaran de esa manera.
— No, sólo tiene un par de problemas, como todos.
— Si, acabas de decir que está mal de la cabeza — dijo el chico.
— No, no dije eso — respondió, molesta.
Odiaba con todo su ser que trataran a Becky de ese modo.
Ella era maravillosa, era muy inteligente, era buena persona, era la persona más buena del mundo, sin maldad en su cuerpo, nunca en su vida se había peleado con alguien, y no molestaba ni buscaba peleas nunca.
Ella estaba en su mundo y era completamente inofensiva, estaba indefensa ante los demás y siempre la apartaban, y ella no se lo merecía, porque era una chica excelente.
— Freen, ¿qué pasa? — preguntó Saint, al verla tan tensa, su mirada pasó de ella hacia la joven.
Freen negó y soltó el brazo de la chica, murmurando un "Nada" y el niño se fue por su lado, lejos de Becky, mientras la pelinegra mordía su labio con rabia contenida.
Saint no pudo lograr que cambiara la cara, ni siquiera que hablara al respecto, o que se descargara de algún modo, no importó cuántas tácticas psicológicas aplicara.
