Sediento

64 4 0
                                    

Me he dedicado a vagar por este pequeño desierto, un desierto interminable que ha terminado con la última gota de paciencia que me quedaba.

Un desierto que me ha aislado por completo de ti, que me ha dejado deseando humedecer mis labios en tu pozo y que me ha impedido por completo sentir en mi cuerpo la humedad que desbordas.

Ya mis pies comienzan a formar parte de la arena y mi piel se ha hecho áspera tras recibir los azotes del clima y la imprudencia de mis pisadas. He comenzado a hacer un recuento de todos los días en los que te he imaginado extendiendo tus piernas para dejarme saciar la sed y creo que te sorprenderías si vieses que a mi libreta no le queda una sola página, puesto que ya he llenado cada una de ellas.

Estoy destinado a morir sediento, pues no he tendido la oportunidad de beber de ti y me he negado con terquedad a tomar de cualquier otra.

Espero con ansias el día en el que me libres de este desierto y me acojas en tu oasis para poder tomar de ti cuanto quiera. Déjame usar tu pecho como carpa para cubrirme de este sol intenso y permite que me bañe en tu manantial hasta que mi piel recupere su suavidad.

Déjame saciar mi sed.

Tortuosa poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora