¿corazón?

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¡Estoy en casa!- deje las bolsas de las compras sobre el pasillo, me puse las pantuflas y camine hacia la sala.

Sobre la mesa del comedor encontré una pequeña nota.

Tuvimos que salir, no demoramos

Att: chispas

Aún cuando me sentía cómodo en esa casa, sabía que no pertenecía allí. sabía que aquellos chicos lo aceptarían sin dudarlo, pero también sabía que ellos necesitaban su espacio, debía regresar a aquella casa triste.

Subi al pequeño cuarto que me habían dado, empaque mis pocas cosas y baje de nuevo.

Decidi hacer la comida como un pequeño obsequio, salmón ahumado con un poco de ensalada la comida favorita de Deku, y para bakugo un ramen estúpidamente picante.

Escribió una nota sobre la hoja donde bakugo dejo la suya

Voy de nuevo a la casa triste, no se preocupen estaré bien, muchas gracias por todo y espero no regresar por los mismos motivos, los quiero.

Con amor: Denki

Tome mi maleta y sali de la casa, mi corazón empezaba a palpitar lento, cómo si no tuviese ganas de latir por mucho tiempo más, camine hasta llegar a la estación del metro, sus pies pesaban, estaba cansado.

Cómo deseaba haberme llevado mi auto, detestaba caminar y me empezaba a sentir extraño, mi cuerpo picaba y podía sentir miradas sobre mi, trate de caminar más rápido e ignorar lo que sea que estuviese pasando , sentí un líquido recorrer mi entrepierna y fue ahí cuando caí en cuenta; mi celo había llegado.

Mierda mierda y más mierda, estaba a mitad de la estación y podía sentir el olor de los alfas a mi alrededor responder a mi aroma, comencé a hiperventilar, llame a deku y no atendía el celular, lo mismo con bakugo.

Trataba de pensar a quien más acudir y como última opción decidí llamar a shinso, mi corazón latía cada vez más fuerte y cerré mis ojos con fuerza, al tercer pitido alguien contesto, mi estómago dio un vuelvo y senti una pequeña esperanza .

-Shin? Necesito tu ayuda, estoy en metro y mi celo acaba de llegar, podrías venir por......

Mi voz se cortó al oír del otro lado unos gemidos, y no era cualquier gemido, esos sonidos provenían de Shinso, sentí como si mi garganta se cerrara, mis piernas comenzaron a temblar y mis ojos se nublaron, aquella voz seguía hablando del otro lado.

-¿Te gusta? Se muy bien que aquel estupido no puede complacerte como yo- aquella voz, la reconocí de inmediato, era Momo.. su secretaría.

-Mmm sabes que sí, no podía esperar nada más de ti amor, me hacías demasiada falta- mis oídos se negaban a aceptar lo que estaban escuchando, ese era mi esposo, mi shin, revolcándose con alguien más.

No soporte y colgué en ese mismo instante, aún con el dolor de mi celo el dolor de mi corazón lo superaba de sobremanera, sentía comí si mi mundo se desmoronara de a poco, estába vulnerable y sinceramente me importaba poco lo que pasará conmigo.

Me recargue en una pared y me largué a llorar, este incontrolable y me sentía inútil, sentí unos brazos alrededor de mi cintura y un olor inconfundible, olía a roble, era ¿monoma?

-Ey, Denki ¿Cierto? ¿Te encuentras bien? Dios no deberías estar aquí en este estado, esos malditos te miran como si fueras un pedazo de carne, deja de llorar y levántate, no te humilles más.

Intenté César mis quejidos pero me fue imposible, me limpie mis ojos y me puse de pie, me apoye en sus brazos y camine hacia fuera de la estación, hasta su auto.

-que paso, pareciera como si alguien te hubiera matado, dime la dirección de tu casa para llevarte, no es correcto que estés solo en la calle y mucho menos en tu estado.

Trate de hablar, de contárte lo que había pasado pero las palabras no me salían, mi pecho se paretaba y dolía como la mierda, solo pude indicarle la dirección con mi teléfono.

-pasame el número de Hitoshi, le marcaré a tu alfa, el debería estar aquí contigo, no entiendo cómo puede ser tan estupido.

Monoma era un compañero de trabajo, estudio en la misma universidad y éramos buenos compañeros, siempre admire su capacidad de no quedarse callado, si sentía algo lo expresaba y ya, no le daba miedo el rechazo, era una persona muy valiente.

Al oír que llamaria a shinso mi cuerpo reaccionó de una forma increíble, sentí un miedo incontrolable, shinso me daba miedo....

¡NO!- mis mejillas se calentaron al darme cuenta el tono en el que lo dije- mjm, el está trabajando, no quiero molestarlo con tonterías..

-¿Tonterías? JA por dios Denki, entraste en tu rut a mitad de la calle, con cientos de alfas a tu alrededor esas no son tonterías, es lo mínimos que debe de hacer si es tu mate.

-solo llévame a mi casa por favor- se lo dije en un tono melancólico, ya no insisto más y arranco, monoma era un buen hombre y un tiempo salí con el, era caballeroso y lindo pero por cuestiones de tiempo y distancia terminamos, acordamos seguir en contacto pero el se mudó del país y le perdí la pista.

El camino transcurrió en silencio y su aroma me tranquilizaba, no paso mucho para que cayera rendido, solamente sentí como si me taparan con algo y todo se volvió negro.

Mi corazón agonizaba, ya lo había confirmado, no había marcha atrás.

Shinso me estaba engañando.

Quebrantó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora