Epílogo

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Por Alba

-¿Vas a comer algo? -me preguntó el príncipe Austin.

-¿Vas a liberarme? -respondí.

Austin frunció los labios, ambos sabíamos que ambas respuestas eran negativas.

-Aunque no lo creas, me alegro de que estés aquí, de que este viva -dijo en un intento de sonar sincero.

-No te creo. Si lo estuvieras te hubieras esforzado para saber como cumplir la profecía sin que yo muriera o por lo menos hubieras sido honesto, me hubieras dicho que sabías lo que decía la profecía, que sabías que mi magia funcionaba con sangre, por lo menos me hubieras acompañado en todo eso ¿Sabes como es cargar con el conocimiento de la fecha exacta en la que morirás? ¿Sabes como es ser el ser más poderoso del planeta, pero tener que dañarte para serlo? ¿Cómo es que te usen para dañar? ¿Y todo eso sola? No Austin, no lo sabes y nunca lo sabrás. Ahora vete, ya no me sirves para nada.

Luego de que Adeline hiciera que me desmayara, desperté en un carruaje, amarrada por Austin. Me enteré que el había visto el cuerpo de ella y que por eso no tuve que morir y que siempre supo todo sobre la profecía. Intentó excusarse, pero la traición dolió igual. Aunque, lo que dolió más fue que Adeline se sacrificó por mi, para que yo no tuviera que hacerlo. Me costaba creer que había muerto.

Había caído en una profunda pena, ni siquiera había intentado escapar de la prisión que me había hecho el príncipe en el castillo para que el rey no supiera que estaba viva. No sabía porque le importaba eso, honestamente ganas de escucharlo no tenía.

Esperaba que la rabia fuera remplazando la pena, para poder hacer lo que Adeline siempre quiso. Ya no bastaba con extorsionar al príncipe con algo de dinero para ayudar al reino. Yo quería que cambiará todo lo que estaba mal en el reino, yo quería revolución.

Nota: sigue leyendo ;p

La no Elegida y la luna de sangre (Libro 1 y 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora