Capítulo tres

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Infierno

Romina sentía más miedo hasta que vio una silueta muy parecida a la de Mark que se acercaba a ella, lo miró y sintió confianza hasta que el se abalanzó sobre ella y comenzó a despojarla de su ropa.
Ella estaba desconcertada lloraba y tiraba golpes, se sentía mareada, su corazón estaba muy alterado y parecía que se salía de su pecho. Cuando se decidió a gritar Mark le propinó una bofetada que le dolió muchísimo y ahogó sus gritos, el era demasiado fuerte para ella, la besaba y ella no entendia por que le hacia esto y entonces todo se tornó más oscuro ante sus ojos, se sumió en el recuerdo de aquella noche dos años atrás donde un infeliz le quitó su inocencia, le arrebató a la niña y la dejó tirada entre la basura con ganas de querer morirse.
Cuando Mark terminó su cometido le dio un beso en la frente y salió riendo por la puerta. Romina se quedo en la cama llorando y maldiciendo todo, se preguntaba por que había pasado eso y como le diría a Andrea que su esposo la había lastimado, no le iba a creer pero como habría de hacerlo si ni ella estaba creyendo lo que acababa de suceder.

La noche transcurrió y ella lloraba con todas sus ganas y se quedo dormida, aunque no soñó nada estaba horrorizada por dentro. Cuando abrió los ojos estaba en ese feo lugar y entonces recordó la noche pasada, quería escapar a la casa hogar a lado de Anne y contarle lo que había pasado.
Unas risas la hicieron levantarse de la cama pero al escuchar que se acercaban se tapó de pies a cabeza y no se movió. Se escucho la llave entrar a la cerradura, girar y ceder la habían encerrado de seguro en la noche mientras ella dormía, la puerta de abría sus ojos se cerraban. La voz de Mark la hizo sentir escalofríos y ganas de vomitar.

-¿Todo bien ayer Romina? ¿Que tal pasaste la noche?
-Déjala que duerma, de seguro anoche estuvo cansado el show
-Tienes razón ¿Quieres uno tu?
-Encantada

La puerta se cerró y se escucharon risas de nuevo. Romina lloraba y le pedía a Dios que la ayudará que la sacará de ese lugar.
Cuando el sol estaba justo encima del techo la puerta se abrió de nuevo y Romina volteó a ver aterrada.

-Hola querida ¿Cómo te trato Mark anoche?
-Es un imbécil son monstruos ¿Por que me hacen esto? Déjenme ir.
-Queremos hijos eso es cierto pero yo no puedo tenerlos fuiste una salida perfecta para la soledad por eso te elegimos ¿Que pensabas? ¿Que íbamos a mimarte y a darte una gran vida? No seas estúpida
-Dejenme ir maldita dejame cuando se enteren de esto los
- Los nada estúpida nadie se va a enterar por que nunca lo van a saber
-No es culpa mía que este podrida por dentro- al escuchar esto Andrea le dio una cachetada muy fuerte y Romina trató de defenderse pero llegó Mark y ella sintió miedo y rabia pero sus piernas no tenían fuerza.
-Más te vale que te calmes o tendremos que amarrarte a la cama, cuando logremos tener a nuestro hijo te podrás ir claro si te portas como buena niña
-A parte no eras señorita no era para tanto tu drama- Romina sintió una rabia enorme y quería matarlos
-Ten traga- le entregó una bandeja con comida de muy mal aspecto y los dos salieron de la habitación mientras Romina se tiró a su cama a llorar y llorar hasta que oscurecio

6 meses después.

Las náuseas la hicieron levantarse de nuevo de la cama y vomitar con desesperación, Andrea entró a la habitación de Romina y la ayudó con su cabello.

-¿Cómo amaneciste hoy?
-¿A caso importa?
-No hablaba contigo niñita
-Oh claro con mi hijo, si el hijo que va a ser mío y de tu marido
-Cállate no vuelvas a decir eso
-¿O que?¿Vas a golpearme? Jaja no lo harás y mucho menos a matarme
-Tu actitud me está cansando niña estúpida
-A mi me está cansando llevar esto dentro de mi producto del asco que le tengo a él imbécil de tu marido
-Sólo faltan unos meses para que te largues pero si sigues así te irás pero a uno hoyo a pudrirte
-Que sea hoy mismo mejor

Andrea salió furiosa del la habitación y azotó la puerta, ella tenía una idea muy errónea de como seria tratar a Romina mientras ella llevaba a su hijo dentro.

-Mark ya no la soportó
-Falta cada vez menos querida por favor aguanta
-¿No te gusta verdad?
-No amor deja de decir tonterías
-Abrazame estoy triste me hizo sentir mal
-Tranquila, mira son las hormonas de su edad y sumadas a las del embarazo la hacen más insoportable
-Tienes razón querido pero ya sacala de nuestra habitación no la quiero ahí
-Déjala que disfruté sus últimos meses de vida, a parte nuestro pequeño o pequeña niña merece dormir bien
-Siempre siempre tienes razón por eso me casé contigo- el beso su frente y ella se sentía feliz, lo brazos de Mark eran el mejor lugar de mundo.

-Señorita Drue otra carta de Bonnie y fotos muchas fotos, se nota que es feliz
-Muchísimo Anne- cuando escucho esto cambio su sonrisa por una mueca
-¿Qué pasa?
-Es extraño que Romina no nos ha escrito pero ni un Hola, no sabemos donde estudia
-Recuerda que ella quería salir volando de aquí tal vez en un tiempo tendremos noticias, los señores Parker me dijeron que iban a contratarle un profesor en casa a Romina debido a que estaba algo atrasada en cuestiones académicas
-Oh bueno tiene razon- por algún motivo Anne no se creí todo eso y pensaba que había algo que no marchaba bien y no estaba equivocada.

El tiempo transcurría y las ganas de Romina de salir de su encierro crecían al ritmo de su vientre, ella no sabía si quería un bebé o no o que haría con el ¿Lo abortaría? ¿Lo iba a regalar? ¿Se lo iba a dejar a esos maniáticos? O tal vez regresaría con la señorita Anne y le pediría que lo criara por ella, la última opción fue la más coherente que logró desarrollar. Todos las noches lloraba y pedía ayuda, no sabía a cuantos dioses le había rogado ya para que terminarán con ese tormento, incluso imaginaba que la iban a rescatar y que podría irse y ser feliz dejando a Mark y a Andrea atrás y con ellos su dolor y enorme tristeza. Dentro de si empezaba a crecer un odio muy grande y unas ganas de venganza que sobrepasaban sus expectativas.

Los últimos meses del embarazo decidió hablar con la persona que llevaba dentro, sólo así ya no se sentía sola.

-Hola tengo que pensar un nombre para ti, aunque no se me ocurre nada. ¿Sabes? Eres lo único bueno que me ha pasado en estos años que recuerdo. Antes de eso todo es confuso y borroso pero con lo mal que me ha ido dudo que lo que haya pasado antes sea mejor que esto. Pase lo que pase te llevaré conmigo a donde quiera que yo vaya.

Esa noche la puerta de Romina volvió a abrirse y ella tenía muchísimo miedo y cubrió a su ser pequeño con sus brazos para protegerlo de lo que venía...

Después del atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora