Enredos del corazón

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"Nadie nos advirtió que extrañar, es el costo que tienen los buenos momentos."

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—¿Cómo está el hermano mayor?

—No lo sé, ha estado raro.

—No estés triste Lan Zhan, él saldrá de esto, es un hombre fuerte —se acercó hacia su esposo.

—Él ha estado más callado y pensativo.

—Iremos a visitarlo más tarde, veremos como se siente —le dio una sonrisa a su esposo—. Todo mejorará Lan Zhan —beso sus labios.

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Seguía pensando en él, la última conversación que tuvieron no había salido de su cabeza.

—Como dije, no sea idiota y se encierre aquí, tiene a muchas personas vivas esperando poder pasar tiempo con usted, tiene mucho que aprender —se acercó hacia la puerta—. No deje que las decisiones de otros influyan en las suyas, se que fue doloroso perder y saber lo que su hermano jurado hizo, pero recuerde que a uno de ellos nunca le hubiera gustado verlo así —abrió la puerta y antes de salir—. ¿No lo sabía ZeWu-Jun?

—¿Saber que? —no apartó sus ojos del Jiang.

—Nie MingJue era mi amante...

Tapó su rostro con sus dos manos y suspiró pesadamente, ya había pasado una semana desde había visto al menor y no había dejado de pensar en él y en lo que había tenido con su hermano jurado.

Las respuestas de Nie HuaiSang habían sido claras, ellos dos se amaban, pero por culpa de Jin GuangYao su felicidad no pudo durar más que unos cuantos años.

—Tal vez sea eso —XiChen se dijo así mismo, sentía una amargura en su pecho todavía—. ¿Una disculpa? —pensó qué tal vez era eso.

Empezó a escribir una carta para el Líder Jiang, creyó que la amargura en su pecho se debía a que había sido grosero con Jiang WanYin, entonces si se disculpaba podría dejar su miseria en paz y seguir en su reclusión.

Lan JingYi es el encargado de llevarle la comida al mayor, así que se encontraba en la puerta de este junto a una canasta.

—ZeWu-Jun, ¿puedo pasar? —pregunto antes de entrar.

Lan XiChen dejó las hojas y sonrió.

—Claro A-Yi, adelante.

Lan JingYi entró y le dio una sonrisa mientras bajaba la canasta.

—Perdón por la tardanza, estaba con A-Yuan respondiéndole una carta a Jin Ling.

—¿Cómo se encuentra el joven Jin? —acercó para sentarse a su lado.

—Él está mejorando —suspiró—. Le ha sido difícil, pero lo ha hecho muy bien —sonrió—, A-Yuan, A-Zhen y yo estamos muy orgullosos de él, nunca le diga que yo dije eso.

Lan Xichen soltó una risa. —Tienes mi palabra nunca se lo diré, pero tú deberías hacerlo, escuchar eso de las personas que queremos nos llena de valentía.

—Si se lo digo, ¿saldrá de reclusión? —volteó a verlo—. ¿Todavía sigue culpándose por lo que ocurrió?

—Algunas veces, las pesadillas son peores.

—Lo siento no debí entrometerme, no es de mi incumbencia.

—No digas eso A-Yi, sabes que eres como un hijo para mi —acarició su cabello—. Solo necesito un poco más de tiempo para salir de aquí.