-La Leyenda de Nuestro Amor- Magllo

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11:36 pm - Planeta "Tierra"

La noche era hermosa. El cielo estaba completamente despejado dejando ver la belleza de las estrellas; estas estaban brillando como nunca, bueno, como Magma nunca las había visto brillar.

El era el único que estaba fuera de casa, ya que aún el despejado cielo, la suave brisa era algo fría, pero claro, para el no era problema.

Estaba acostado viendo al cielo, hipnotizado por las luces que alumbraban la noche. Su calor se lograba sentir a unos cuantos metros haciendo también placentera la estadía para quien se sentara a su lado, pero todos después de tan largo día estarían profundos, supuso el.

- Fallo: Boo!

Magma se sentó de un salto cuando de repente una voz habló en su oído, aumento excesivamente su temperatura corporal y se alistó para cualquier ataque.

- Fallo: Ow! Calma! Soy yo! - Después de hablar, tuvo que alejarse un poco de Magma ya que el calor que transmitía era un poco insoportable -

- Magma: Oh, perdón, me tomaste desprevenido y por eso reaccioné así - Dijo el para bajar bruscamente su temperatura corporal y hacerle una seña para que se sentara junto a el -

- Fallo: No, discúlpame tu, no quería asustarte - Dijo amablemente mientras se sentaba al lado de Magma como este le pidió - Y que haces a esta hora aquí?

- Magma: Bueno, pues no podía dormir y al ver la ventana de mi habitación me di cuenta de que la noche está muy bonita y decidí salir.

- Fallo: Claro! Tu no tienes ningún problema con el frío.

- Magllo: Exactamente, pero tu debes tener frío, no? - Dijo el mirando lo delgado que era el chal que llevaba puesto el contrario -

- Fallo: Oh, no, nosotros los Eluhianos soportamos todo tipo de temperaturas, bueno, solo sabía de muy bajas temperaturas, pero al parecer también las muy altas, entonces por eso pude tocarte sin quemarme.

- Magllo: Oh... - Magma seguía viendo el chal de Fallo, eran curiosos los dibujos que este tenía tejidos. Magma trataba de descifrar lo que estos dibujos trataban de contar, sin lograrlo. Fallo notó la curiosa mirada del contrario y sonrió para si mismo -

- Fallo: Es curioso, verdad? - El comentario de Fallo había sacado de sus pensamientos a Magma, cuando Fallo habló, Magma frunció un ceño, no entendía a que se refería el chico de ojos blancos -

- Fallo: El chal pendejo. - Magma puso una cara de sorpresa chistosa para Fallo - Jaja, era de mi mamá, recuerdo que ella me cantaba una canción de arrullo mientras señalaba los dibujos que están en el chal.

- Magma: Y que dice la canción?

- Fallo: Yo no lo recuerdo, ella.... ella.... - La voz de Fallo se entrecorto y su mirada bajo al suelo -

- Magma: Ow, no... no tienes que decirme... Am... Todo, todo va a estar bien - Dijo el para luego abrazarlo. Se notaba que Magma no sabía mucho de consuelos u abrazos, pero estaba intentando ayudar a que Fallo se sintiera mejor -

- Fallo: N-no, tranquilo, esta... estoy bien.... Solo que, duele recordarla.

- Magma: Si quieres hablar, te escucho, quizá no soy la persona que más sabe de consolar y eso, pero hago mi mejor intento - Este comentario dibujó una leve sonrisa en el rostro de Fallo -

- Fallo: No te preocupes, estoy bien. Solo que a veces recordarla es difícil, pero luego vuelvo a pensar en los momentos felices y dejo que se vaya, no se si me explico.

- Magma: Si si, entendí perfectamente. - Dijo el sonriendo amablemente -

Fallo le devolvió la sonrisa y desvió su mirada al cielo. Era verdad que las estrellas eran fáciles de divisar, pero eso ocurría mucho en el lugar donde se ubicaba su cabaña. Claro, estaba lejos de la ruidosa ciudad, esto lograba que la contaminación no llegara a tan alejado lugar y el cielo, a menos de tiempo de lluvias, se lograra ver despejado. Y muy seguramente Magma entendía a la perfección eso, pero el brillo en sus ojos era como el de un niño al ver por primera vez un animal desconocido o al probar algo tan delicioso para el. Era tierno ver esa inocente mirada mientras que lo demás en el se veía tan maduro y responsable.