Regalo.

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Cuando salieron los chicos nuestra situación paso a algo mayor, Michelle se quitó los zapatos y puso sus puso sus pies en mi entrepierna.
Entendí lo que quería, volví a sacar mi miembro y comenzó a hacerme un footjob, podía sentir sus cálidos pies en mi pene era una sensación placentera.

M- Te gusta?, No soy muy buena con esto - dijo algo nerviosa-

- Para mi lo haces increíble.

Ella se apeno, pero siguió, no podía creer lo que sucedía, en verdad parecía un sueño...

Era rara la situación ambos sabíamos que lo que hacíamos estaba mal, yo andaba con su hermana y ella lo sabía, todo empezó como un simple juego y acabo en ella dándome un beso lascivo en un cine mientras acariciaba mi pene, ese fue un punto que marco un nuevo comienzo en
la relación.

Ella seguía, la sensación de sus plantas cálidas subiendo y bajando por todo mi largo era placentera, intercalaba entre sus suelas y sus dedos para hacerme el footjob,  usaba sus dedos para frotar la punta, el líquido preseminal era tanto que la ayudaba a que fuera más fácil la situación, simplemente bajaba y subía, sus pies ya estaban llenos de tanto líquido que eran muy resbalosos.

Michelle al igual que yo estaba en un punto de lujuria magistral, poco a poco fue acelerando sus movimientos, podía sentir mi semen caliente apunto de salir.

- Creo que me vengo.

M- Hazlo en mis pies.

Tome sus pies y fui yo quien puso el ritmo, estaba ansioso por llenar sus suelas con mi semen, no sé si era el lugar o el que fuera ella lo que hizo que me excitara más de lo normal y provocará que no tardara mucho en soltar mi carga y dejarle sus pies con bastante semen.

- Eso estuvo increíble.

M- Si lo sé, deberíamos repetirlo.

- El día que quieras con gusto.

M- Deja me limpio y nos vamos, no quiero seguir viendo esta película.

- jajaja si, muy fuera de lo que vería.

Se limpio y salimos.
Caminamos por la plaza, hablando de cosas sin sentido, sobre lo que había en la plaza.

- Quieres que te deje en tu casa?

M- No gracias, fue un día muy especial y divertido.

- Si tienes razón, algo fuera de lo ordinario. Bueno entonces adiós.

Ya me iba a ir, pero Michelle me detuvo, se me acercó y me dió un beso en la boca bastante apasionado, no es como si nunca nos hubiéramos dado uno, pero este era fuera de lo sexual era más sentimental, pero aún así le respondí y la tomé de la cintura pegándola a mí.

Nos separamos y simplemente nos vimos ella sonrió al igual que yo, sin decir algo más nos fuimos.

No sé si estaba bien o mal, bueno... Supongo que estaba muy muy mal, ella era la hermana de MI novia, de MI novia, joder que iba a pasar si ella se entera, que rayos estaba haciendo, Michelle era mi amante ?, En términos objetivos, sí. Estaba todo mal pero no lo sentía así, será que me comenzaba a enamorar de Michelle?
No sabía ni lo que yo sentía, la amaba en realidad o a sus pies ? Era una pregunta simple pero que respondería muchas cosas.

Había llegado a mi casa y tenía varios mensajes de Alejandra.

A- Amor, dónde estás?
A- Estás en tu casa?
A- Responde
A- Si no respondes, voy a ir a tu casa.
A- Me estás preocupando

- Perdón amor fui al cine, y no tenía datos y así.

A- Bueno, no te preocupes, ya me dijo Michelle que te vio en el cine.

- Enserio, bueno si la encontré.

A- Si, dijo que te avisará que ya llegó ella para que no te preocupes.

-Si que bien para no tener el pendiente.

Paso tiempo de aquella salida al cine, una semana, no mucho, e iba a venir la familia de Alejandra a mi casa pues era mi cumpleaños y me iban a hacer una comida.

No había visto a Michelle desde aquel beso y era raro, ya que sentía una necesidad de volverla a ver.

Tocaron la puerta y eran ellos, era la familia de Alejandra, de lo que podía destacar, era que ambas hermanas venían con sandalias, lo que me dejó muy helado.

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Ambos unos pies exquisitos, e increíbles

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Ambos unos pies exquisitos, e increíbles. Sabía que Alejandra los había traído así por una especie de regalo para mí, pero de Michelle... Eso me preocupaba.

Acabamos de comer y mientras los padres platicaban, Alejandra, Michelle y yo estábamos en la sala viendo una película, yo y Alejandra sentado en un sofá grande mientras que Michelle estaba en uno pequeño al costado.

Alejandra subió sus pies a mis piernas.

A- Amor me puedes dar un masaje?

- Ammm si claro.

Era bastante raro que ella me diera sus pies, pero como era mi cumpleaños entendía que era un regalo para mí.
Le quite sus sandalias, y comencé a darle un masaje, sus pies eran suaves y tenían un olor a fresas muy rico, su planta tenía un color rojizo que me encantaba.

Poco a poco las cosas subieron de tono, Alejandra comenzó a acariciar mi entrepierna.

Podía ver qué de vez en cuando Michelle volteaba a vernos, ella jugaba se acomodo en el sillón de forma que sus pies colgaban, empezó a jugar con sus sandalias. Y cuando volteo y vio que Alejandra me estaba acariciando la entrepierna con sus pies dejo caer sus sandalias, llenando con un sonido toda la habitación que todos volvemos a verla.

M- Ay perdón, no creí que fuera a hacer tanto ruido.

Nuevamente se acomodo en el sofá de forma que quedó boca abajo en una parte donde van los brazos y en el otro sus pies descalzos, dejándome ver sus suelas.

Alejandra, por miedo a que nos vieran, pidió que fuéramos a mi habitación. Entendí y nos retiramos, mientras subíamos Michelle nos observaba.

Llegamos a mi cuarto, Alejandra se sentó en mi cama y subió su pies a la altura de mi rostro para que hiciera lo mío.

A - Espero que te guste tu regaló, - decía cubriéndose el rostro ya que estaba muy apenada-

- ¿Por eso viniste es sandalias?

A- Quería darte un regalo especial, te gusto?

- Si, muchísimo.

A- Bueno... Ya empieza...


La hermana de mi novia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora