Inmortal [Jasper Hale]

Prefacio Part. 2

Año 1863

Guerra Civil...

Desorientado era como se sentía no sabía dónde se encontraba ni mucho menos reconocía el lugar, al parecer su caballo lo había sacado de aquella terrible emboscada pero, ahora se encontraban perdidos y el malherido. A cada minuto sentía que se iba a desmayar las fuerzas cada vez eran menos.

—Debes ir a un lugar seguro.— le dijo a su caballo sabiendo que si se desmayaba el lo llevaría a un lugar sin peligro.

Perdió la consciencia sin ser conciente que la mayor amenaza estaba en aquel lugar.

El caballo al no sentir a su jinete moverse emprendió camino a un lugar poblado para que lo atendieran o moriría de inmediato, troto por todo aquel extenso bosque sin encontrar vida por ningún lado.

Más sin embargo logro encontrar a alguien más.

Un ser que era temido por todos y más sin embargo comenzó hacer ruidos para que le prestará atención.

—Pero vaya, ¿que tenemos aquí? un caballo con su jinete herido.— al a verle prestado atención el animal comenzó a inspeccionar con la mirada a aquel ser que llegaba a parecerse a su jinete.

Aquel ser se acercó poco a poco queriendo acabar de una ves con la vida de aquel humano que no sobreviviría pero al parecer el maldito animal sintió lo que quería hacer y se alejo de el.

—Solo acabaré con su sufrimiento de tu amo sabes que morirá.— le parecía ridículo hacer tal acto.— de cualquier manera tu solo eres un animal.

Rápidamente sin que el caballo tuviera tiempo de reaccionar tomo al joven entre sus brazos y fue que pudo verlo de mejor forma, facciones delicadas y un tanto maduras, cabellos rubio claro como el oro y comparados con el sol, pestañas largas y rizadas, cejas bien formadas y labios rosa claro, tan embellecedor para sus ojos y entonces lo recordó.

—No todos los seres de la noche tenemos la suerte de encontrar a nuestra alma y los que lo hacen, dicen que es como tener algo tan valioso que ni el oro lo puede comprar o adquirir.

Aquellas palabras del ser que lo transformó volvieron a su mente, eso era lo que se sentía, una unión de querer tenerlo y estar a su lado en todo momento si eso debía ser.

—Debemos curarte no puedo permitirte irte de mi lado.— lo dijo más para el que para el joven a un desmayado.

—Yo me encargaré de ti mi alma.— dió un beso sobre su frente y comenzó el camino a la casa que tenía en aquella parte de ese bosque.