Eliza despertó en su cama, se deslizó fuera de ella evitando las fichas de póker del suelo. Tomó su celular y abrió las cortinas para encontrarse con una hermosa vista al centro de la ciudad. Los arboles estaban vestidos de verano pero el frio del otoño ya había comenzado, y todo es bello hasta donde llega a ver. Pero no todo es perfecto. El paisaje es interrumpido por un ruido, y un chico cayendo del sillón a espaldas de ella. Lleva el chaleco de botones del edificio.
Desde su posición Eliza lo mira desconcertada, hasta que una melena rubia aparece detrás de él. Clarke levantó la cabeza con el sombrero del botones aún puesto y tanteó entre las fichas de póker y cartas su bata. Eliza miró a su hermana y negó con la cabeza cerrando sus celestes e idénticos ojos, siempre les dijeron que si no fuera por el pequeño lunar que adorna el rostro de Clarke justo arriba del labio, sería imposible distinguirlas. Clarke solo rió mordiéndose el labio inferior en un gesto nervioso. Inevitablemente ella también lo hizo y un sonido desde el bulto bajo las sabanas de la cama de Clarke las obligó a interrumpirse el momento.
-¿Quién...? -Empieza a decir Clarke, pero Eliza le hace un gesto de silencio y señala al botones con la otra mano.
Caminó hasta la cama mientras Clarke despedía al chico tirándole la ropa al ascensor, y le asegura hablar bien de sus servicios a su madre. Eliza tomó un extremo de las sabanas y esperó a que su hermana tome el otro. La bata negra y mal cerrada de Clarke se abrió mientras destapan a Murphy, dejándola en ropa interior a la vista de todos. Él chico tapó la luz con sus manos y sus primas empezaron a golpearlo con las almohadas.
-¡No se duerme en nuestro cuarto!, ¡limites! -Le gritan. Pero él tomó a Eliza de la cintura y la tiró a la cama.
-Si querían jugar fuerte solo me lo tenían que pedir. -Y comenzó a hacerle cosquillas por el abdomen. Ella se retorcía sin poder dejar de reír, lo que hizo que Clarke soltase un gruñido y trate de seguir pegando, aunque esta vez, esquivando a su hermana. Eliza mordió a Murphy y él la soltó tras soltar un pequeño grito. Ambas rieron cerrando los ojos en un gesto casi idéntico.
-¡Limites!, todo lo que te pedimos. No es nuestra culpa que tu papá se case con nuestra tía -le dice Clarke volviendo a cerrarse la bata.
-No es culpa de nadie, es el destino uniéndonos -protestó con cara de ofendido. Clarke resopló y caminó hasta el vestidor ignorándolo, Murphy la siguió con la mirada. Era su amigo y hace menos de un año, su pariente, pero no podía negar que la chica era hermosa. Eliza le tiró un almohadón y chasqueó los dedos en su cara.
-Limites. -Repitió, sosteniendo la mirada de Murphy, que se desviaba intencionalmente a otros lugares.
-Ahora que somos primos, me parece importante que conozcamos al otro, en todas las formas... -Eliza tiró un almohadón a su cabeza sin dejarlo terminar.
-¡AFUERA! ¡YA! -Gritó mientras seguía tirando almohadas hasta quedarse sin, y las cambió por zapatos. Murphy cayó de la cama asustado y corrió hasta el ascensor agarrando su billetera, celular y camisa en el camino. Esquivó sus zapatos y se rio dentro de la seguridad del ascensor.
-¡gracias! -Dijo en forma burlona, y el ascensor cerró justo antes de ser golpeado por lo que parecía un adorno de mesa.
Se miró en el espejo poniéndose la ropa y se acomodándose el pelo castaño claro. Para no ser familiares de sangre, sus ojos claros y cabello castaño podían hacerlo pasar por el tercer hermano de las gemelas si quisiera. "Siempre son mañanas felices las que uno pasa en familia", dijo para si mismo.
...
Al otro lado de la calle, Jake Griffin miraba el edificio desde la esquina esperando a cruzar con un paquete de frutillas, la valija en la mano y su guitarra colgada en su espalda. La luz se puso en rojo, y él cruzó la calle con decisión tras haber dejado pasar dos semáforos antes. Un botones desaliñado con la ropa arrugada salía rápidamente del edificio para abrir la puerta.
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El instituto Silver Crown- Clexa
FanfictionLas gemelas Clark y Eliza Griffin asisten al instituto para niños ricos y privilegiados más prestigioso de la ciudad de Polis. Pero, a pensar de los esfuerzos por mantener la imagen y propaganda del colegio, el instituto no es lo que parece, contand...