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H.16
Doce años después de haberse separado, dos mejores amigos se vuelven a reunir. Uno de ellos está a días de casarse, y el otro resignado a decir adiós para siempre, porque una vez más está perdiendo al hombre que ama.
🍒 Boys love...
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Comenzaron a dar vueltas uno sobre el otro, olvidando que tenían los trajes puestos, olvidando que ya no eran niños, y que habían pasado más de doce años, desde la última vez que lo habían hecho. Se revolcaban uno sobre el otro, como niños, como si el tiempo los hubiera regresado a ese momento, pero esta vez no había lágrimas por parte de Jungkook, solo risas...
Entre vuelta y vuelta, Jungkook quedó sobre el cuerpo delgado de Jimin. Ambos se miraron a los ojos, viendo su propio reflejo en los ojos del otro, y así se mantuvieron por un largo tiempo. La cara de Jungkook bajó lentamente sobre la de Jimin, pegando su nariz a la de su rubio amigo, y rozando las puntas suavemente, podían sentir la respiración del otro y sus pechos levantarse y chocar entre sí, debido a los latidos eufóricos de sus corazones.
Sus cuerpos comenzaron a reaccionar. La dureza entre sus piernas, se sentía como como hierro caliente. Sus labios se unieron, y el beso fue impostergable. La tensión sexual era demasiada. Ninguno de los dos esperaba tanta sincronización en los movimientos del otro. No podían despegar sus labios, sus ojos permanecían cerrados, y sus manos empezaron a recorrer el cuerpo del contrario sin ningún reparo.
La habitación desapareció en ese instante, el mundo entero lo hizo, solo eran ellos dos, fundidos en un beso absolutamente pasional.
Las grandes manos de Jungkook, tocaban la espalda de Jimin bajo la chaqueta que llevaba puesta, y sobre la camisa, húmeda por el sudor, lo atraía hacia él como si la vida se le fuera en ello. Miles de sentimientos se hicieron reales entre ambos. Se gustaban, la sensación dentro de su pecho, era verídica, se necesitaban, estaban excitados, tocando y besando a su amigo de infancia, era una completa locura, pero así era y lo estaban disfrutando... Pero cuando las manos de Jungkook fueron más allá, la cabeza de Jimin se llenó de dudas.
—No —susurró, aun con los ojos cerrados—. No puede ser. No debe ser. Nosotros... somos hombres. —hablaba y jadeaba con la boca pegada a la de Jungkook, sin poder separarse de él.
—Tienes razón, no es correcto —respondió Jungkook y se levantó, dejándole el camino libre para que pudiera irse, pero negándose a soltar su mano.
Jimin se levantó, pero no pudo mirarlo a la cara, entonces, mirando al suelo, caminó hacia la puerta y puso su mano libre sobre la perilla. Quería girarla, pero se negaba a soltar el agarre de sus manos. Levantó la cabeza y volteó para mirar aquellos ojos llorosos que tanto había defendido en el pasado y los vio iluminarse decididos, dejándolo a él en posición indefensa.
Bajó la mirada, nuevamente, pero esta vez, no llegó al piso, se quedó en la entrepierna de Jungkook, allí donde una enorme mancha translucida se había formado, al contorno de su pene que palpitaba bajo su bóxer, queriendo romper la elasticidad que lo contenía, queriendo salir.
La otra mano de Jungkook, se fue directo al bulto que se había formado en el pantalón de Jimin y lo sintió muy rígido. Lo atrajo hacia sí, sin esperar más, negándose a dejarlo marchar. Lo necesitaba, quería sentirlo aún más cerca. Lo volvió a besar y Jimin le correspondió.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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