El día esperado llegó tanto para ao’nung cómo para su familia. Estaban todos emocionados ya que pronto, iba a hacer el sucesor para ser un gran jefe. Estaba bastante nervioso no lo iba a negar. Sus emociones estaban como un tambor golpeando su pecho con fuerza.
La ceremonia se llevaría acabo al anochecer, junto con el estaría la nueva Tsahik. Tsireya estaba igual de nerviosa que el. Pero ambos hermanos se calmaron.
Últimamente durante el día de ayer y hoy han pasado cosas muy extrañas nadie entendía el porqué. Pero olvidando lo que sucedía. El solo tenía sus pensamientos en una sola persona. O más bien en alguien que amaba.
⟨ me encantaría que estuvieras aquí junto a mi ⟩ miro el cielo observando lo hermoso que estaba hoy.
Prometió que no dejaría de ver el horizonte. Jamás lo iba a perder de vista solo por su chico. El debía de tener en cuenta qué, tenía que superarlo pero no podía su corazón no podía. Quizás su mente ¿Si? Pero su corazón gritaba por qué él. No lo hiciera ya que muchas promesas y momentos lindos estaban en sus recuerdos.
Sacudió su mente agobiado por sus emociones ya que lo estaban atormentado mucho. Tomo la decisión de ir al lugar que tenían solo ellos dos. Llamo a su ilu, subiendo en el para poder llegar al lugar.
Llegó aquel pozo dónde una vez estuvo Cerca de el y lo tenía Cerca suyo. Suspiro sintiendo la suave brisa del bosque. Ya se imaginaba correr a neteyam por aquí. Una risita se escapó de sus labios. Tomo asiento suavemente mirando aquellas flores relucir en el agua y alrededor teniendo vagos recuerdos de ellos dos juntos.
Se levantó al oír un ruido algo fuerte no tenía su lanza. Pensaba que era una persona del cielo pero simplemente no fue así solo fue Awkey. Se calmo viendo a la criatura.
—Awkey no me vuelvas a asustar así — puso su mano en. Su pecho acariciando suavemente su piel. — veo que has envejecido poco apoco. — formó una suave sonrisa recibiendo una queja por parte de ella. — lo siento. Jaja es solo que hasta tus crías son más grandes que tú — miro como cada una de ellas salían de su escondite reconociendo a ao’nung de inmediato.
Neteyam había curado aquella criatura y le enseño todo de ellos. No obstante su última visita fue. Antes de irse de este mundo desde entonces el la cuido junto a su pequeña familia.
Hizo que Awkey reposará en sus piernas sintiendo su suave calor. Las crías de ella no se despegaban por más grandes que estén se acostaron a su alrededor. Ao’nung se sentía como en casa, al tenerlos serca eran como su segunda familia pero en el bosque.
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Tsireya y lo’ak estaban preparando todo para la ceremonia que era el día de hoy. Junto a sus hermanas, estaba emocionada por qué su hermano iba a ascender pero tenía miedo de que su salud o mentalidad no estuviera bien. Solo pedía a eywa que estuviera bien.
