𝐄𝐲𝐞𝐬 𝐎𝐧 𝐘𝐨𝐮 | (Ao'nung x Neteyam) ✧ Terminada ✓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟒 𝐔𝐍𝐈𝐎𝐍

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Los días pasaban más rápido. Y junto con ello un gran cambio en algunas familias lo’ak y Tsireya estaban juntos oficialmente. Tanto lo’ak como Tsireya estaban emocionados ya que se habían unido al fin ya eran una pareja oficialmente, tanto la familia de lo’ak cómo la de Tsireya estaban felices por ellos.

Pero aún faltaba ao’nung que dijera su pareja tenía muchas na’vis el cual estaban locas por el pero el solo tenía ojos para uno solo na’vi el cual nombró de inmediato el quería su vida junto a neteyam.

Para ao’nung no había momento más feliz que ver a su pareja después de estar casi toda la tarde cumpliendo su debe como Olo’eyktan solo quería estar junto a su príncipe abrazarlo y tenerlo en sus brazos.

Fue en busca de el encontrándose aquella vez dónde fueron a ver las flores de al’ak el estaba sentando con su cabello suelto dejando sus pies en el agua. Admirando la belleza de sus puntitos blancos ya que era un lugar apartado de la isla.

Se acercó quedando detrás de él abrazando su suave cintura con sus brazos tonificados dejando a un sonrojado neteyam.

— Pececito casi me da algo al no escucharte — abrazo al contrario por sus brazos.

— Lo siento tam-tam, — dejo apoyado su rostro en su hombro suavemente. — en unos días más llegan los tulkuns. ¿Irás conmigo tam-tam? — dejo suaves caricias en su cintura —


— Mm… ¿Es una invitación mi querido Olo’eyktan? — bromeó jugando con sus deditos.

— Umh…¿Qué opina usted mi querido príncipe? — sonrió dando vuelta su cuerpo dejándolo frente a frente a el. — ¿Me aceptará? O ¿Me rechazará? — bromeó acercándose a él sintiendo sus respiraciones mezcladas.


— Mm… Acepto su propuesta mi Olo’eyktan — soltó una suave sonrisa rozando sus labios suavemente.

Un fugaz beso se formó entre ellos dos. Ao’nung tomo delicadamente su cintura apegando con suavidad su cuerpo. Dejando a neteyam encima de el continuando con aquel feroz beso pero apasionado. Ambos cuerpos se deseaban mutuamente, querían más que solo caricias y besos, ao’nung tomo el cuerpo de neteyam dejando este debajo de el aún en aquel intenso beso.

Se separaron por falta de aire ya no había marcha atrás ambos estaban esperando este momento por mucho tiempo ao’nung dejo un camino de besos hasta su cuello dejando marcas, que prontamente tardarían en desaparecer. Continuo con su camino de besos hasta llegar a sus suaves pezones mordiendo y lamiendo uno de ellos haciendo que neteyam soltara un suave jadeo, ante sus suaves caricias. Bajo una de sus manos hasta su tapabarro quitando de este ya que era un estorbo. Tomo entre sus manos su parte íntima subió y bajo su mano, provocando suaves jadeos en neteyam. Lo cual este cubrió con su manito.

— No mi querido príncipe… Quiero oírte — ao’nung miro sus ojos dilatados. Sabía que el quería más.

Abrió las piernas de neteyam, metiendo uno de sus largos dedos dentro de el provocando gemidos por parte de el.

— A-ao’nung…te quiero a ti… — soltó con la respiración agitada poniendo sus manitos en el suave pasto apretando de este.

Ao’nung no hizo caso metiendo su segundo dedo dentro de el, haciendo movimiento de tijeras dentro de el. Soltando gemidos de placer por parte de su pareja viendo como lo deseaba. Cuando quitó sus dedos neteyam bajo sus orejitas viendo a ao’nung con deseo.

— Tranquilo… Gatito ya voy — miro a su pareja la cual al oír su voz ronca se estremeció.

Quitó su tapabarro colocándose entre las piernas de neteyam preparándose para entrar pero antes de poder hacerlo. Neteyam extendió su trenza ambos sabían lo que fue producto de caricias y besos pronto se convertiría en una unión.

Ao’nung tomo su trenza suavemente juntando ambas sintiendo las emociones de ambos sintiendo lo que estaba pasando ahora ambos sentían deseo por ambos ao’nung sentido todas las emociones de neteyam haciéndolo estremecerse.

Neteyam por otro lado estaba bastante agitado sintió todas las emociones de su pareja el sentía deseo, felicidad, amor, tristeza pero sobre todo deseo por tenerlo a el entre sus brazos.

Sintió como ao’nung poco a poco estaba entrando en el soltó un gemido ahogado ya que este poso sus manos en su espalda suavemente. Mientras más entraba en el más sentía que se desgarraba algo.

— ¿E-entro… T-toda? — soltó agitado y con algunas lágrimas en sus ojitos.

Sintió como ao’nung limpiaba aquellas y dejaba un suave beso en sus labios para poder apaciguar el dolor. Cuando estuvo completamente dentro de el, comenzó a moverse dentro de el haciendo que soltará gemidos de placer, neteyam dejo marcas en su espalda aquel luego tardarían días en borrar.

— T-te veo  pececito — soltó agitado neteyam al oído de ao’nung haciendo que su pareja lo viera a los ojos

— Te veo ma teyam — sonrió viendo lo sonrojado que estaba su neteyam volviendo a moverse dentro de el provocando gemidos en el.


Ambos se habían unido no solo por el ámbito sexual sino sus almas, cuerpo y mente estaban conectados a ellos.

Fuertes gemidos salían de la boca de neteyam su espalda estaba agachada mientras dejaba a la vista su trasero, y este era penetrado por un chico de tez aguamarina. El cual apretaba su cintura y soltaba gruñidos, neteyam había perdido la cuenta cuántas veces lo habían hecho solo sabía que su pareja era un jodido animal sexual. Soltó su semilla por quinta o sexta vez dentro de el. Sintió como mordía su espalda dejando marcas que de seguro no se borrarían al día siguiente.

Se dejó caer viendo como ya amanecía. Ao’nung quedó a su lado ambos aún estaba unidos por sus trenzas. Más que solo eso sus almas.

—¿ n-no estás cansado t-tortuguita? — hablo agitado su pareja viendo sus ojitos azules

— La verdad príncipe podría seguir toda la noche o todo el día pero se que tú estás agotado. — atrajo a neteyam a su lado abrazando su cuerpo. —¿Por qué lo preguntas? ¿Quieres ir por otra ronda? — miro a su pequeño príncipe entre sus brazos

Este solo le soltó un golpe en su pecho sonrojado. — tonto no lo decía por eso. — miro a su pareja sonrojado.

Ao’nung se rio de una forma estruendosa mirando a su pareja en sus brazos.  — ¿Entonces por qué lo decías?  — admiro la belleza de sus puntitos blancos.

— Solo lo decía por qué si tú estás cansado parar un segundo — miro a su pareja escondiendo su cabecita en su cuello.

— Lo siento amor. Es solo que tanto que deseamos este momento que al final si sucedió y no podía perder la oportunidad — dijo con sinceridad ante su pareja.


— No te preocupes soy fuerte recuerdas pececito — en su rostro se formó una sonrisa, viendo los ojos de su pareja la cual parecía un animal hambriento por su presa. Tal vez no fue una buena idea el haber dicho eso. Al día siguiente se iba arrepentir lo que que había dicho.

El amanecer se asomaba, dos na’vis el cual aún estaban en su noche de placer habían parado antes del amanecer ya que al parecer a su pareja le había dado sueño por lo cual no pudieron seguir con su noche de placer juntos. Pero había quedado el recuerdo de la noche más hermosa y caliente de sus vidas.

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No saben cuánta timidez sentí al escribir esto sentí que en cualquier momento me pedían el celular y me lo revisaban jaja ayuda.