Los días pasaban más rápido para todos incluyendo a la familia sully la perdida de un hijo los hizo ser más unidos. La perdida de su hijo mayor aún dolía pero debían seguir adelante. Siendo fuertes por su hijo pero sobre todo. Para aquellos pequeños que aún estaban creciendo.
Pero para cierta persona los días pasaban lentos, solo se sentaba en la arena admirando el agua. Sintiendo que la vida le pasaba por encima sabiendo que poco a poco se estaba habiendo en una pena profunda.
Ao’nung aún no podía creer que el se había ido de su lado sin poder ayudarlo o poder hacer algo por el. No era capaz de nombrar su nombre solo pedía que volviera quería volver a sus primero días cuando lo conoció. Pero sabía que no podía.
Abrazaba sus piernas mirando el reflejo del agua sin expresión alguna en su rostro. Su familia estaba bastante preocupado por el ya que el no comía, no dormía. Solo pasaba sentado a la orilla del arrecife viendo el agua día y noche. Sin hacer nada, las ojeras en su rostro se notaban más estaba cansado mentalmente. El sabía que todo lo que había pasado con el no era broma. El les iba a contar a sus padres para que estén feliz por eso. Pero solo fue una discusión y una disculpa de parte de el. Por pasar un día entero con el.
Los días que estuvo con el, fueron mágicos lo que ninguna na’vi logro en tan poco tiempo el había sentido que lo conocía toda su vida. Las misiones que hacían juntos. Desde que llegaron a la isla habían pasado un largo tiempo y en tan solo una semana logro ser amigo de el. Y poder conocerse más y ser algo más. Pero aquellos humanos le arrebataron su tesoro más preciado y ahora solo le queda suplicar a eywa que vuelva o que le dé una oportunidad. Para volver a sentir su calor.
Estaba tan metido en sus pensamientos cuando sintió un peso a su lado no despegó su vista mirando como el agua se movía con tranquilidad.
— Hijo… ¿Qué vez? – su padre sentado a su lado intento mirar al mismo lado que su hijo. No tuvo respuesta solo seguía en silencio.
— Sabes…estamos preocupados por ti. Sentimos que nos alejas de ti. Conforme pasan los días. Ya pasó mucho tiempo desde su funeral nung – comento su padre mirando a su hijo.
Ao’nung movió su cabeza mirando a su padre. Viendo como cada vez las ojeras estaban más marcadas en su rostro estaba más delgado su cabello desordenado. Sus ojos azules sin ninguna esencia de brillo en ellos.
Tonowari solo acaricio su cabeza en forma de apoyo para el, con una sonrisa en su rostro. Su hijo solo volteo la vista al mar observando a reya a lo lejos junto con rot. Y los hermanos de neteyam casi podía verlo a el.
—Hijo…puedes contarme lo que sea. Por favor háblame – tonowari soltó ya preocupado por su hijo.
Ao’nung miro a su padre. Sin ninguna objeción en su rostro solo había rastro de pena y culpa en su mirada el conocía su hijo. – papá…yo me iba a unir a el…- soltó con la voz quebrada. – les íbamos a contar…para que nos den su apoyo como pareja…eh incluso el me iba a ayudar en todo…y yo a él…para en un futuro…el sea…Tsahik del pueblo junto a mi… — soltó al borde del llanto mirando a su padre cansado sin ganas de poder seguir hablando pero debía hacerlo sacar su rabia y tristeza. – pero… Me lo arrebataron…me quitaron lo que yo quería en este pequeño mundo…y-yo…yo papá yo lo amo – soltó para finalizar sacar todo su dolor.
Desde aquel día no soltó alguna lágrima se guardaba su tristeza e irá. Sentándose en la playa solo culpándose por todo. Su padre solo lo abrazo haciendo que su hijo soltara su llanto escuchando cada una de las palabras de su hijo.
—Todo es mi culpa…yo lo deje ir… Si no lo hubiera dejado ir el estaría bien… Lo siento tanto papá…lo siento tanto – soltó sollozando sin poder contener la rabia o el llanto solo abrazo a su padre pidiendo disculpas.
Al largo de una hora o más ao’nung se había quedado dormido. En los brazos de su padre contando todo lo que el sentía sus gritos fueron oídos por el pueblo su madre y padre lo calmaron su padre tomo en brazos a su hijo. Caminado con el corazón roto por saber con lo que cargaba su hijo y sobre todo antes que pasara esto también lo había culpado o lo ponía bajo presión. Lo dejo en su hamaca suavemente viendo a ronal.
—Tenemos que hablar de esto junto a los sully. – tomo la mano de su pareja. Viendo sus ojos.
Ella como madre solo quería lo mejor para sus hijos. Caminaron hacia el hogar de los sully’s para conversar y contar todo lo que había hablado ao’nung.
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La noche había llegado. Ao’nung abrió sus ojos lentamente viendo dónde estaba, soltó un suspiro sentándose en su cama viendo a reya a su lado dormida. Sonrió viendo a su hermana mayor a su lado bajo con cuidado. Oyendo como se removía.
— Nung ¿Dónde vas? – intento hablar adormilada.
—A ningún lado. Ven acomódate en la cama y descansa – ayudo a su hermana acomodándola en la cama con cuidado dejando qué descanse.
Salió de su hogar yendo donde siempre iba al árbol de las almas para poder verlo cada noche. Soltó un suspiro entrando lentamente al agua. Hasta sumergirse nadando llegando a al árbol suspiro tomando su trenza conectándola en aquel árbol llevándolo al lugar donde estaba su querido neteyam.
No pudo evitar verlo y que una sonrisa se le escape. Vio como le hacía una seña para subir hacia la superficie.
—Nung. ¿Cómo estás? – sonrió viéndolo ya que le daba felicidad que estuviera con el.
—estoy bien. Ahora que te vi príncipe – sonrió tocando su mejilla suavemente.
—Tortuguita… Sabes que estoy bien. Me vienes a ver siempre. – sonrió viendo a su tortuguita lazándole agua jugando con el.
Ao’nung reía jugando con el lazándose agua juntos hacia pasaron un rato riendo y jugando como lo hacían antes. Es como si la realidad fuera está. Dónde el y neteyam estaban bien.
—Nung se hace tarde debes volver – miro a ao’nung con una sonrisa en su rostro.
— Lo se… — miro a neteyam dejando una suave caricia en su pelito.
Ao’nung abrió sus ojos soltando lágrimas aún dolía pero debía estar fuerte por el. ⟨prometo ser fuerte por ti neteyam⟩ pensó en sus adentro para comenzar a nadar hacia la superficie.
Al salir pudo notar a su padre, el cual lo esperaba intento sonreír lo mejor que pudo para acercarse a su lado. Mirando el sueño con la mirada perdida.
—Gracias…por escucharme… — soltó con una sonrisa mirando sus ojos.
Su padre solo lo abrazo agradeciendo de que el estaba hay con el. Y pronto iba a poder salir de aquel dolor el cual estaba afrontando el solo. Abrazo a su hijo besando su cabeza.
—Eres mi hijo…te voy a dar el apoyo que mereces – sonrió separándose del abrazo haciéndose aun lado dejando ver a los padre de neteyam.
Miro a su padre sin entender. Saludo a los padres de neteyam. Viendo como se ponían delante de el.
—Nosotros. Queríamos disculparnos contigo la verdad…es que nos preocupaba que a nuestros hijos les pudiera pasar algo…pero al final esto paso… solo queríamos saber si neteyam era feliz a tu lado…— neytiri soltó tomando la mano de su pareja. Viendo ambos al chico que tenían delante de ellos.
Ao’nung solo movió su cabeza en forma de si. Mirando a la pareja que estaba delante de el. Intento sonreír de la mejor manera para dejarlos tranquilos.
—Neteyam. Pasaba buenos momentos cuando estábamos solo nosotros…hasta le regale un collar de conchitas y perlas solo para el… — recordó aquel momento viendo su carita de felicidad.
Se quedaron hablando un rato junto ao’nung al fin podía sentir tranquilidad en lo que restaba la noche. Aún que su mente jugaba en su contra solo le quedaba superar cada día. De lo que restaba los días, años. Lo iba recordar de la mejor manera posible. El chico de la selva, su chico de ojos amarillos.
En la vida siguiente o en la que sea te voy a encontrar. Por tu eres mi serendipia.
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Hola hola. Esta es el final de la temporada uno. Los siguientes capítulos son la temporada dos. Gracias por llegar hasta aquí espero les guste. Muchas gracias.
