La noche anterior, un mágico suceso ocurrió por la noche en Pandora. Algo que le llaman bendición. Por la noche la familia sully reviso a su hijo viendo si tenía alguna herida o algo parecido pero su herida estaba sana. Le hicieron Miles de preguntas para saber si estaba bien o mal.
Ao’nung miraba desde afuera sin querer entrar o decir algo solo admiraba profundamente como la familia estaba devuelta una vez más. Tomo su lanza para irse del lugar. Se topo a reya y rotxo en el transcurso.
— ¿Hermano no dirás nada? – reya observo a su hermano con su mirada perdida.
— Dales tiempo ¿Si? – sonrió viendo a sus padres de lejos. Soltó una sonrisa algo triste caminado a un lugar alejado de allí.
Neteyam intento responder las preguntas de todos su vista fue hacia afuera viendo a ao’nung irse del lugar su sonrisa se desvaneció pero aún así sigo con su familia respondiendo las preguntas de cada uno.
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Al día siguiente cuando el sol se asomaba por la pequeña ventana que había Cerca del hogar de los sully neteyam abrió suavemente sus ojos. Admirando la luz del día sin entender lo que había pasado. Se estiró en su lugar viendo a sus hermanos dormir junto a el. Soltó una risita tapando su boca al ver a kiri y lo’ak abrazados eso le trajo vagos recuerdos.
Tuk fue la primera que despertó saludando a neteyam. Ya no era su pequeña ahora era toda una señorita había crecido bastante. Su hermano lo’ak igual y sin olvidar a kiri. Se levantó con cuidado dejando ver su largo cabello que le llegaba por debajo de la hombros. Fue junto a tuk para poder desayunar juntos.
— Andando tuk debes tener mucha hambre – sonrió caminado junto a su hermana viendo a sus padres. – buenos días – sonrió sentándose al lado de tuk con una sonrisa.
— ¿Tus hermanos neteyam? -su madre pregunto mirando a su hijo.
— Aún duermen – sonrió comenzando a comer junto a tuk.
Al rato se unió kiri y lo’ak para desayunar todos juntos, terminaron de desayunar. Neteyam salió junto a sus hermanos, lo’ak se fue junto con Tsireya a terminar algunas tareas que estaban pendientes. Kiri fue junto a ellos incluyendo a rotxo para terminar sus tareas le dijeron a neteyam que tenían tareas que terminar.
Solo soltó un suave suspiro admirando a sus hermanos irse. Dio una vuelta por la isla a lo lejos pudo ver a ao’nung. El cual estaba con sus labores de Olo’eyktan no lo quiso molestar. Ya que pensó que tenía mucho trabajo tocó su cuello aún estando con el collar que le dio Ao’nung. Soltó un suave suspiro yendo lejos de los ojos de los demás. Fue al bosque buscando un poco de tranquilidad en el transcurso al fin se sentía como en casa comenzó a correr y sentirse libre por el bosque. Hasta que escucho un gruñido proveniente de una cueva. Los vagos recuerdos llegaron a el con el solo nombre de Awkey. Entro sigiloso a la cueva viendo a la joven pero anciana Awkey, soltó una sonrisa suavemente acariciando su piel levemente.
— Mi querida Awkey ¿cómo has estado? – pregunto admirando su tamaño y su color sus ojos rojos pero con un tono negro alrededor.
Mucho tiempo no le costó reconocer a la persona el cual lo salvó de las garras de los humanos lamiendo su mejilla. Neteyam pudo ver a sus crías ya grandes alrededor de la cueva observando con detalle sus movimientos en caso de que sea alguien peligroso.
Pasaron un grato momentos juntos hasta que tuvo que irse volviendo a casa se topo con ao’nung el cual este soltó una sonrisa. Que para él lo hacía ver hermoso.
— ¿Viste Awkey? – miro a sus suaves ojos de un tono más amarillo que antes.
— Si…ella sigue aún viva después de tanto tiempo – soltó abrazando su cuerpo suavemente.
Ao’nung se acercó a el abrazando a neteyam. La diferencia de tamaños era exactamente la adecuada como para que neteyam no sé viera en los brazos de ao’nung.
—Mi querido príncipe. – beso su frente separándose del abrazo tomando suavemente sus manitos.
Neteyam se sonrojó tomando sus manos fuertemente pero una de ellas la poso sobre su mejilla suavemente dejando una suave caricia.
— Mi querida tortuguita…no sabes cuánto te Eché de menos – lo abrazo por su cuello dejando suaves caricias en el.
— Apresar de todo estás aquí otra vez… Ahora puedo hacer las cosas bien. – poso sus manos en su delgada cintura viendo sus hermosos ojos.
— ¿En qué sentido hablas pececito? – admiro su belleza bajo la luz de la luna.
— De que tú y yo ser una pareja oficial – sonrió besando sus cálidos pero esponjosos labios.
Ambos seguían su besó más apasionado que antes solo fue cuestión de segundos para separarse por falta de aire. Ya no eran los mismo niños de antes el cual le tenían miedo a lo que pudiera pasar. Sabían que ahora detrás de cada fugaz beso o rose los haría perder su locura o sentir más Cerca sus almas entrelazadas.
Por que aún así pase el tiempo se amaban mutuamente. Y no iban a perder su oportunidad ambos volvieron juntos al pueblo como toda una pareja pero aún faltaba el paso más importante de toda pareja unirse. Para ellos quería que fuera un momento especial donde solo estuvieran ellos dos solos y nadie mas. Que ellos neteyam admiraba el cabello suelto de ao’nung aún viendo su trenza que le hizo hace tiempo atrás.
— Ven querido pececito, quiero hacerte nuevas trenzas – sonrió sentando a su pareja delante de el para poder trenzas su cabello.
— ¿Recuerdas este lugar net? – jugo con la arena mientras sentía como su pareja le peina a su cabello suavemente.
— El lugar donde bailamos esa noche. Cómo olvidarlo mi querido pececito – sonrió trenzado su cabello dejando varias hechas.
— Ese día te veías realmente hermoso con tus accesorios. Te veías tan angelical – pudo ver cómo su pareja se ganaba delante de él. Con una sonrisa.
— Tu igual fortachón ahora eres todo un hombre y un gran jefe. – miro sus ojitos azules admirando la belleza de ellos.
Ao’nung tomo su cintura dejando el cuerpo de neteyam entre sus brazos sintiendo la helada tranquilidad que había en ese momento era como si el tiempo para ellos dos no avanzará jamás. Sentían que solo en este mundo estaban ellos dos.
— Neteyam. Pronto tendré que hacer mis tatuajes de Olo’eyktan. ¿Tu querrías hacértelo conmigo? – pregunto acariciando sus suaves piernas delicadamente.
— Me encantaría pececito – miro hacia arriba su pareja dejando un suave beso en su barbilla.
Aquella propuesta le parecía tan hermosa, pronto se vendrán cosas por hacer juntos pero antes de todo eso ellos dos tenían algo importante que quedó por hacer hace mucho tiempo en el pasado.
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Hola hola pronto estaremos llegando al final de Eyes on You gracias por apoyarme y leer mi libro.
Pronto estaré pensando en otro por escribir de ambos. Espero les guste gracias por el apoyo hacia eyes on You
