═══════════ ∘◦❁◦∘ ═══════════ El día de ayer tanto para neteyam cómo para ao’nung fue movido su pareja casi es violada enfrente de sus ojos. Menos mal llegó a tiempo. Neteyam aún no quería salir de la choza donde estaba junto a ao’nung.
Ao’nung salió temprano por la mañana viendo a neteyam despierto sin querer moverse ya esté solo estaba con la mirada perdida. Aún que aún tuviera heridas en su cuerpo no iba a dejar de ser un Olo’eyktan suspiro aún pensando en neteyam. Comenzó sus tareas como jefe en la aldea ayudando a todos los que tuvieran problemas. Cuando escucho un grito detrás de el para ser exactos era de su hermana.
—NUNG CABEZA DE PESCADO — reya venía furiosa junto a lo’ak el cual solo estaba tratando de calmarla.
⟨ que sutil para tratarme ⟩ pensó viendo a reya ya Cerca de el. — ¿Qué sucede ahora? — mostró una cara de pocos amigos.
—Nung debes descansar. ¿Lo olvidas? Tus heridas aún no están curadas — miro a su hermano acariciando su brazo. —es por tu bien ve a descansar — observo a su hermano.
—No gracias tengo trabajo que hacer — miro a reya para soltarse suave de su agarre ya que en sus brazos tenía una cortada. — estoy bien reya no te preocupes — sonrió continuando con su trabajo.
El único que le preocupaba hasta ahora era neteyam sus heridas eran lo de menos no quería preocupar a nadie con sus heridas tontas.
Pasaron las horas hasta llegar al medio día. Era hora de ir a comer fue a visitar a neteyam para ver cómo estaba de salud. Al entrar vio a un pequeño príncipe de pie ya mejor. Una sonrisa se formó en su rostro. Abrazando a su chico por detrás. — veo que estás mejor príncipe — acaricio su pequeña cintura besando su hombro.
—Si pececito estoy mejor ya, ¿Cómo fue tu día? — sonrió acariciando sus manitos.
—Si bien con mucho trabajo, ¿Qué haces cielo? — pregunto mirando lo que cocinaba neteyam.
—Solo cocino algunas verduras para mí pececito — sonrió acariciando sus manitos.
Ao’nung iba a responder pero sintió una fuerte punzada en la parte baja de su vientre tocando sus vendas sintiendo da sangre. La herida se había abierto otra vez. Soltó un quejido soltando a Neteyam.
—Esto duele — soltó cayendo sentado al piso ya que dolía mucho.
—TORTUGITA — se asustó ayudando a ao’nung viendo su herida. — estás perdiendo mucha sangre nung hay que llamar a reya o tu madre. — soltó asustado poniendo sus manitos en la herida. Ya que está era la más profunda.
—S-solo es sangre… N-nada malo — soltó riendo con dolor sintiéndose algo mareado.
—Nung…ya no hables tonterías — sus ojitos se comenzaron a cristalizar poco a poco, neteyam estaba muy nervioso no quería dejar ao’nung así. — nung cúbrete hay iré por tu madre o reya por favor no te muevas — dejo una advertencia limpio sus lágrimas y salió casi corriendo.
Ao’nung pensó que iba a morir ya que dolía como el infierno la herida además era la que más le habían lastimado. Suspiro ya que aquel día no había sentido dolor pero ahora sí solo sentía que iba a morir. Poco a poco iba serrando sus ojos. Hasta que escucha voces a lo lejos cuando su conciencia la perdió poco después de ver a neteyam y alguien más con el.
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