Capítulo 23

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La primera noche que los niños pasaron en su casa, Minho se encargó de darles una buena ducha. Al parecer Henry no tenía ni la menor idea de como ser un padre puesto que ambos pequeños tenían los cabellos enredados y parecían no haber lavado sus dientitos en un buen tiempo. Le mostró a Neo como hacerlo, él mismo tuvo que encargarse de ayudar a Mila.

Entre él y Christopher los vistieron con pijamas calentitas y los llevaron a dormir en la habitación de los gemelos. Mila era apenas once meses mayor que los gemelos, así que Kyu y ella rápidamente simpatizaron. Neo a pesar de apenas comprender que era el hermano mayor se encargó de envalentonarse y dormir solo asegurando a los adultos que les avisaría si alguno de los bebés lloraba.

Los siguientes días tuvieron que seguir llevando a los tres niños al hospital. De cada uno era necesario extraer algo y Kyu requería revisiones constantes a fin de cerciorarse que todo estaba en orden con él.

Pudieron ver a Sua luego de quince días. Le habían extraído el tumor con éxito, sin embargo, su estado era delicado y aún iba a tener que permanecer en el hospital un tiempo mientras era sometido a un tratamiento para erradicar.

Christopher y Minho se hicieron cargo de velar por el bienestar de los niños y al mismo tiempo de su trabajo.

Minho fue, particularmente, quién dedicó más tiempo y energías a los infantes, puesto que Christopher en verdad había sido desheredado por su padre y tenía esos asuntos por atender.

— Pero ModeLine es tuya —le recordó Minho un día, intentando animarlo—. Está teniendo éxito y aún tienes tus acciones invertidas. Eso te pertenece y, aunque ya no estés con TagModa, tienes tu propia empresa y también te quedan muchas cosas.

Christopher asintió tomando su mano con delicadeza. Sabía todo eso y agradecía haber sido un poco inteligente en el pasado para crear ModeLine y velar porque fuera prosperando. Era increíble haber dedicado toda su vida para mantener la empresa de su padre y ahora, en tan poco tiempo, se la habían arrebatado. Se sentía cómo si todos sus esfuerzos no hubieran válido para nada.

— Lo sé. Estoy consciente de que no me he quedado con la manos vacías, pero toda mi vida me prepararon para ser el heredero de TagModa y ahora no podré hacerlo. Yvan se está llevando todo el crédito de mi trabajo.

Minho mordió su labio inferior un momento, observándolo con atención. Echó un vistazo a los niños que jugaban en el corral junto con el gato y el perrito de bolsillo que tenían. Luego tomó el rostro de Christopher con cuidado.

— ModeLine está progresando de manera increíble. En menos de dos años desde que la fundaste ha llegado a ser exitosa y tiene potencial incluso para superar TagModa. Así que ser desconocido por tu padre no te quita lo grandioso que eres. Aún eres tú, Christopher. Eres inteligente y eres maravilloso, así que todavía puedes lograr muchas cosas.

El mayor sonrió aceptando sus palabras. Besó a Minho, recordándole cuán importante era para él su presencia en su vida. Realmente sin él no hubiera logrado la mayoría de las cosas positivas que ahora tenía.

— ¿Siempre estarás conmigo?

— Siempre seré tu mejor amigo, Bang.

Con tanto quehacer, pensar en el nombre que relación tenía no fue de primera necesidad. Christopher y Minho habían compartido algunas noches, incluso actuaban como una pareja al tomar decisiones y su trabajo en equipo había sido importante para sobrevivir juntos durante su situación. Estaban bien, incluso cuando el tiempo para hablar era reducido dado que tenían cuatro niños por los cuales velar.

Para el primer mes desde que Sua  había comenzado su tratamiento ambos estaban agotados en sentido físico y emocional. Era como si ya no pudieran más, pero el único consuelo que hallaban era el uno con el otro.

Lo que no debimos ser (MinChan/Banginho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora