Fifa Week

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ɞ┊Info┊ʚ
temática - prensa ; año 2013
etiqueta - drama
shipp - velagriz
carlos vela y antoine griezmann

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Le encanta.

Le encanta desplazarse con todas sus fuerzas a través de la cancha, correr todo lo que puede y sujetarse a cualquier oportunidad de gol que perciba. Le encanta la adrenalina de llevar el balón a sus pies y las ansias por conseguirlo cuando su adversario quiere hacerse con el control del partido.

Algo que también le encanta son los centros de Vela.

No solía pensar demasiado en ello mientras jugaba, la concentración iba en ascender las anotaciones del equipo más que en analizar toda conducta dentro del campo, a menos que fuera para cambiar de táctica. Sin embargo, el partido estaba por finalizar y la Real Sociedad había obtenido la ventaja sobre su contrincante.

Gracias al centro del número once había hecho el mejor gol en lo que va de su carrera.

La felicidad lo envuelve, es un hecho que no puede ocultar cuando todo su pecho se siente cálido, cuando mira de lejos a Carlos y éste le sonríe en respuesta. ¿Cómo podía atreverse a eso? ¿Cómo podía pretender que el mundo de Antoine no se detenía al mínimo gesto del otro?

Está flechado y lo sabe, pero no quiere pensarlo en los tres minutos que le restan al partido, así que fija su atención en el equipo contrario, impidiéndole atravesar sus barreras y tratando de mantener su ritmo a pesar del cansancio. Tiene que resistir un poco más, bajar la guardia podría perjudicarlos cuando aún no es momento de cantar victoria.

El árbitro anunciando la culminación del encuentro es un alivio para él, quien va juntándose con sus compañeros mientras caminan hacia los vestidores entre vítores y abrazos de felicitación. Ve a Carlos acercarse y su corazón se agita pese a que comenzaba a recuperar el aire, la emoción desbordante le apremia a moverse más rápido hacia el número once que lo mira sonriente.

Obedece al impulso de su cuerpo y acelera la marcha, cerrando los ojos en cuanto tiene la anatomía de su compañero entre sus brazos. Haber ganado se siente demasiado bien, haber anotado aún mejor y recordar la maravilla de gol que hizo lo lleva a dedicarle mil gracias a la persona que estrecha contra sí.

—Es tu gol —contesta Vela, redirigiendo el mérito a Antoine mientras le mira contento.

—No soy sólo yo —objeta suave. El rubio mantiene en su mente que, de no haber sido por ese pase, no habría hazaña que celebrar.

Son un equipo, todo lo logran como equipo y se consagran ganadores como uno también.

Carlos no deshace del todo el abrazo, se pone al costado de Griezmann y mantiene su brazo sobre los hombros del otro. Antoine no puede evitar quedarse mirándolo por más tiempo del que considera adecuado, la alegría de su entorno es contagiosa y tener el cuerpo del moreno tan cerca del suyo le conforta.

Antes de llegar a los vestidores, un reportero lo frena con la intención de conseguir que el jugador hable respecto al partido, por lo que Carlos se separa dándole un pequeño apretón en el hombro.

La breve entrevista transcurre sin más, con el periodista halagándolo y esperando a que señalara alguna observación, pero el pecho de Griezmann aún burbujea en entusiasmo y todo luce bien bajo la lente que el júbilo le coloca a la vida. Casi termina con los pies sobre la tierra cuando menciona la increíble dupla que forma con Vela, pero no es más que una alusión a su desempeño en el campo.