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Eun Ha había empezado a hacer pequeños cambios inconscientes respecto a su comportamiento, ella no lo notaba, pero si veía que el trato de su madre era mucho más cálido y menos duro; se sentía bien, y a veces hasta disfrutaba pasar al menos unos minutos junto a ella.

No era creyente ni mucho menos, pero a veces, cuando no se distraía viendo a Hwang, prestaba atención en el taller, y reflexionaba al respecto.

Su trato consigo misma también había cambiado, era menos dura, pero si podía evitar pasar mucho tiempo sola con su mente era mejor.

E intercambiar mensajes con SinB era la mejor escapatoria de su propia cabeza.

Se volverían a ver esa tarde en el taller, habían pasado apenas unos días desde aquella tarde pero no se habían visto otra vez luego de eso, así que Eun Ha se encontraba algo nerviosa, pero emocionada también; su 'yo' de un mes atrás probablemente la llamaría ilusa.

Llegó temprano y como de costumbre era la primera, solo pasó al pequeño salón de clases y tomó asiento para perder el tiempo en su teléfono; bueno, solo quería ver si SinB le había enviado un mensaje.

Los pasos de la mujer mayor que la saludó al cruzar la puerta la sacaron del pequeño aparato, y con ninguna novedad guardó el teléfono.

Pero detrás la delicada presencia de Hwang se robó su mirada y sin darse cuenta sonrió como una pobre ilusa.

Vieron a la mujer desaparecer por la puerta, y algo de tensión se generó en el pequeño salón, pero se cortó en el momento que SinB se apoyó en la mesa de Eun Ha viéndola.

-¿Podrías ayudarme a traer unas cosas? -preguntó con suavidad y una tierna sonrisa que descolocó a Jung, y ésta sin dudarlo se puso de pie para seguir a la de cabello largo.

-¿Cómo estás? -habló Eun Ha rompiendo el silencio que las acompañaba por un largo pasillo dentro de la misma iglesia.

SinB se veía distraída, no respondió a la pregunta, y se detuvo en una de las últimas puertas del pasillo con pisos viejos de madera.

La abrió con una llave y cruzó el umbral, girando hacia Eun Ha para indicarle agitando su mano que la siga, cosa que la mayor hizo.

Oyó que SinB cerró la puerta detrás de ellas, y algo confundida giró para verla, su expresión era suave como de costumbre, pero su mirada era penetrante.

-¿Está todo bien? -volvió a preguntar Eun Ha, bastante confundida por la situación.

SinB acortó el espacio entre ambas, y estando frente a frente tomó con lentitud las manos de Eun Ha, lo que provocó que los latidos de la mayor se descontrolaran.

-Lo que pasó el otro día-soltó la menor en un tono bajo, casi un susurro-, ¿crees que es correcto?

Eun Ha bajó la mirada, ¿qué se suponía que dijera?

-¿Por qué lo preguntas?

-Tú sabes, solo mira dónde me conociste; he pasado toda mi vida escuchando lo que es o no correcto -la voz de SinB se quebró al final, y trató de contener las lágrimas en sus ojos- Solo... necesito escuchar que lo que siento no está mal.

Eun Ha llevó ambas manos a las suaves mejillas de la menor, con una calidez reconfortante, y la miró a los ojos.

-¿Qué es lo que sientes? -interrogó con suavidad.

-Siento algo por ti, Eun Ha, y... no se siente como si estuviera mal -confesó la menor, a la vez que unas pequeñas lágrimas humedecían sus mejillas.

-Tú misma tienes la respuesta -la mayor le regaló una sonrisa segura y cálida-. Yo también siento cosas por ti, y sé que no soy el mejor ejemplo, pero... Tal vez puedas ayudarme a confirmar que se siente muy bonito.

HOLY《2eunbi +18》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora