"Pon cuidado en lo que piensas, pues tus pensamientos se llevan la mayor parte de tu existencia. Los pensamientos son como un reino interior que se deben gobernar con prudencia, pues en ellos está el origen de la tranquilidad e intranquilidad de cada día"
Con amor: Jesús.
"A paso rápido va Jesús por un camino principal, hacia un monte. Este monte se alza con una suave elevación que se prolonga por mucho espacio, como una meseta, desde la que se ve todo el lago, con la ciudad de Tiberíades hacia el Sur; después el monte se eleva con pendiente más bien pronunciada, hasta un pico, y luego desciende para volver a elevarse hasta otro pico semejante, formando una curiosa figura de silla de montar.
Jesús emprende la subida por una senda para mulas. Llega a un pueblecito cuyos habitantes se dedican a la explotación agrícola de esta meseta. Empiezan ya a brotar espigas de trigo. Cruza el pueblo. Sigue por campos y prados llenos de flores y frufrú de cereales. El día está sereno y muestra todas las bellezas de la naturaleza de los alrededores.
Siguiendo más allá del otero al que se dirige Jesús, está, al norte, la cima imponente del Hermón y la verde llanura del lago Merón, y luego otros montes orientados hacia el lado noroccidental del lago de Tiberíades, y, al otro lado del lago , más montes, suavizados sus perfiles por la lejanía, y delicadas llanuras. Hacia el sur, al otro lado del camino principal, las colinas que ocultan a la ciudad de Nazaret. Cuanto más se sube, más se extiende la vista... Al primero que encuentra a Jesús es al apóstol Felipe, que parece estar de guardia en ese sitio. Dice Felipe apóstol":¿Cómo, maestro? ¿Tú aquí? Te esperábamos en el camino. Estoy esperando a los compañeros, que han ido a buscar leche donde los pastores que están por estas cimas. Abajo, en el camino, están Simón Zelote y Judas de Simón, y con ellos Isaac y... ¡Ah, ahí vienen! ¡Venido! ¡Venido! ¡Está aquí el Maestro!
"Los apóstoles, que bajan con frascos y cantimploras, se echan a correr; los más jóvenes, naturalmente, llegan antes. Su acogida al Maestro es conmovedora. Ya reunidos, todos quieren hablar, contar cosas. Jesús sonríe...".
-¡Te esperábamos en el camino!
-Pensábamos que hoy tampoco vendríamos!
-Hay mucha gente, ¿sabes?
-Nos turbaba mucho el hecho de que hubiera escribas, y hasta discípulos de Gamaliel...
Simón Pedro se queja: ¡Claro, Señor, es que nos ha dejado justo en el momento más inoportuno! No he tenido nunca tanto miedo como ahí. ¡No me vuelvas a gastar una broma como esta!
Jesús sonríe y pregunta: Pero, ¿os ha pasado algo malo?
Responde Simón Pedro apóstol: ¡No! ¡No! Es más... ¡Oh, Maestro mío!, ¿no sabes que ha hablado Juan?... Parecía como si hablaras Tú en él. Yo... nosotros estábamos asombrados... ¡Este muchacho, que no hace más de un año de lo único que era capaz era de echar la red!... "Pedro manifiesta todavía admiración y tira enérgicamente hacia sí al risueño Juan, que guarda silencio, y le da unos meneos afectuosos". Mirad. Juzgad si os parece posible que este niño haya dicho con esta boca risueña esas palabras. ¡Parece Salomón!
Comenta Juan de Zebedeo apóstol: También Simón ha hablado bien, mi Señor; se ha comportado exactamente como "cabeza".
Dice Simón Pedro apóstol: ¡Claro! ¡Me ha cogido y me ha puesto allí! ¡En fin!... Dicen que él habló bien. Será así. No lo sé, porque, entre el asombro por las palabras de Juan y el miedo a hablar en medio de tanta gente ya hacerte quedar mal, estaba aturdido...
YOU ARE READING
LIBRO 7
SpiritualExperimenta el Poder de la Oración en tu Vida. Aquí encontrarás los escritos más dulces para tu Alma. Cada Capítulo de la literatura de DECÁLOGO ❝El Patrimonio Más grande son las Virtudes❞, Te enseña a Amar tu Alma como la Ama Aquél que la Creó. El...