4. Naturaleza

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Ella siempre fue lo más valioso de la vida para mí, desde el primer instante, la primera mirada, lo supe, no existía vida si no existía ella, esos ojos ingenuos, esa sonrisa perfecta, no había manera de no amarla, incluso con el botón a mitad de mi pecho apagado era todo lo que podía sentir, amor, ese resplandor prometido en la ilusiones platónicas, con una intensidad desgarradora casi dolorosa e imposible de resistir, y justo como era el pronóstico terminaba por hacerte daño, por eso no podía estar cerca de ella, no tenía la capacidad de quedarme sin enloquecer, aun cuando todo me alteraba los sentidos no podía alejarme de ella, buscaba siempre la manera de mantenerla a salvo, sabía que Blaze no se quedaría con los brazos cruzados y si podía alejarla de él de cualquier forma, lo haría sin pensarlo, incluso si mi vida dependiera de ello. Daría todo por ella, estaba en mi sangre, en mí, no necesitaba pensarlo, el instinto me llamaba. Era mi naturaleza.

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Era hora, no podía temer toda la vida y entre menos lo hiciera sería mejor, para poder estar cerca de ella una vez más, deseaba recuperar el tiempo, esa larga espera, estos años observando de lejos cuando tenía en claro que el tiempo era finito entre nosotros antes de una nueva espera, pero tenía conocimiento de las complicaciones de acercarme sin controlar mis instintos, aquello me mantenía alerta y dolorosamente alejado, apenas había logrado comprender las reglas de mi vida, los juegos de la mortalidad, comencé a entender sus términos y como me privaba de su compañía, que las emociones simples, alegría, tristeza o enojo eran abrumadoras, dolorosas, podrían volverte completamente loco sin darte la oportunidad de detenerlas, era difícil vivir como un héroe, no la clase de criatura mística valerosa, incansable o capaz de salvar a cualquiera de las garras de los monstruos más temibles, hablaba de mí, de la criatura como la que había nacido y despertado, en otra vida creía que los héroes y demás criaturas fantásticas conocidas a lo largo de la historia eran mentiras, ilusiones inventadas por alguna persona con una imaginación capaz de perpetuar la historia, pero ahora lo sabía, eran parcialmente reales, incluso la realidad era una percepción y si no podías encajar con esa realidad era por una razón muy simple, no era tú realidad. Todas aquellas decepciones, problemas para encajar, todas esas preguntas sin respuesta, las inquietudes, el dolor, todo cobró sentido cuando descubrí que no era un alma.

Habían pasado 50 largos años desde mi despertar, o transformación, el despertar era un momento preciso en el cual dejabas de adoptar el comportamiento de un alma para volverte una criatura diferente, un héroe, con más fuerza, más agilidad, mejor percepción del entorno y un botón secreto capaz de ayudarte a reprimir todo estímulo negativo o capaz de alterarte, en otras palabras reprimir las emociones, pero todas esas ventajas, también tenían un precio, el dolor emocional y físico del cambio era casi insoportable, Lyn me había explicado las complicaciones de cobrar conciencia sobre un nuevo mundo, pero también lo experimentaba cada día al sentir como mi sangre se contamina debido a un defecto genético como especie, obligandome a consumir el preciado líquido escarlata para mantenerme cuerdo, y estar cuerdo era sin duda la proeza más grande de todas por las almas, el compartir espacio con almas era en parte gloria e infierno.

Un alma tenía la capacidad de atraerte, seducirte con una simple mirada, pero un doppelganger era la definición de divinidad para los héroes, nuestra vida se basaba en admirar de lejos como polillas frente a los rayos del sol aquello capaz de controlarnos por completo, dueños de nuestras vidas, reacciones, emociones e incondicionalidad, era inevitable no rendirse ante los pies de un doppelganger, un alma original, creada desde el inicio de los tiempos con la capacidad de dominar cada aspecto de nuestra obediencia y fidelidad, a lo que se conocía como "Naturaleza", el instinto primario por ser sangre de su sangre. Gretel era mi doppelganger, la había conocido en su vida anterior, ahí entendí el significado verdadero de almas gemelas, estar cerca de ella incluso cuando no lo sabía me daba seguridad, comprendí que el instinto de proteger nacía de la necesidad de sentirte seguro, por esa razón mi especie buscaba usar sus habilidades para encontrar el alma al que pertenecía su linaje, de esa manera protegerle y la mismo tiempo estar a salvo. Y ahí me encontraba, frente a la fachada del restaurante acercándome demasiado al sol luego de tener la habilidad de controlar mis impulsos para terminar con ella apuntando directamente a mi pecho con un arma dos semanas atrás, ella temía por su vida, pero yo era incapaz de dañarla, sin poder creerlo, yo era frágil, ella tenía la opción de pedirme desaparecer y sin dar lucha alguna iba a obedecer a cualquiera de sus peticiones, a pesar de tener el deseo casi incomprensible por quedarme a su lado, tal vez para cualquiera parecía demasiado y los únicos capaces de entender mis sentimientos eran mis hermanos de sangre, y tampoco apostaría todo a que ellos pudieran entenderlo.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2023 ⏰

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