LORD OF THE MYSTERIES PT2

Capítulo 347: Zombi y hombre Lobo

Corriendo por delante del grupo estaba Maric. Su cabello despeinado estaba completamente echado hacia atrás por el viento, y su expresión era retorcida y horrible.

Era incluso más rápido que una locomotora de vapor en su máxima velocidad. Con un silbido, llegó a la entrada del claro.

Pero aun así, todavía no pudo escapar de sus perseguidores.

La figura más cercana a él era un hombre que tenía la misma tez pálida que él, con manchas oscuras e indistintas en su rostro, como si fueran marcas de curación de heridas podridas. La malicia en sus ojos no estaba disimulada ni contenida. Parecía más un zombi que ansiaba carne fresca que un ser humano, y Klein supuso que era Jason, un Secuencia 6.

La distancia entre Jason y Maric se mantuvo dentro de los siete u ocho metros, a veces alargándose; a veces acortamiento. Esto se repitió una y otra vez, mientras se aventuraban de un lado a otro.

Más de diez metros detrás de ellos, una figura se quedó muy atrás. Era un hombre delgado pero musculoso; su cabello estaba afeitado muy corto, y su cabello estaba erguido como púas.

Mientras balanceaba los brazos, la punta de sus palmas brilló con una luz metálica, reflejando la débil luz carmesí de la luna. ¡Esas eran uñas negras que eran tan largas como dagas!

Hombre Lobo Tyre... Klein cantó la Secuencia y el nombre de la persona en silencio. En su mente, la pared que estaba salpicada de sangre apareció en su mente. Era una escena con intestinos y miembros esparcidos por todo el suelo.

¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!

Maric usó toda su fuerza mientras corría mientras Jason apretaba los dientes y corría lo más rápido que podía. En algún momento, las manchas oscuras curadas en su rostro comenzaron a hincharse, como si algún tipo de líquido podrido estuviera a punto de salir.

Los dos dejaron los charcos de agua y tierra húmeda que se estaban convirtiendo en escarcha blanca a su paso.

Las malas hierbas marchitas fueron levantadas por el viento creado por ellos dos. A medida que caían lentamente, comenzaron a pudrirse y descomponerse a una velocidad visible a simple vista.

De repente, una mano pálida salió del suelo helado y agarró con precisión el tobillo de Jason.

¡Pa!

Jason torció su cuerpo y pateó con fuerza, rompiendo la muñeca de la mano y mandándola por los aires. La carne y la sangre del muñón restante se habían podrido hacía mucho tiempo, y los gusanos blancos luchaban por retorcerse hacia afuera.

Maric se detuvo, se pellizcó los labios con la mano derecha y dejó escapar un silbido agudo.

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!

El suelo en diferentes partes del claro se levantó y los cadáveres inexpresivos se sentaron.

Al mismo tiempo, un viento frío se arremolinó de repente. Innumerables sombras transparentes parecían haber captado el olor de un festín sangriento, y ninguno de ellos quería quedarse atrás mientras corrían hacia Jason. Algunos tiraron de sus brazos, algunos tiraron de sus pantorrillas y algunos incluso abrazaron su cabeza.

Jason se detuvo y gruñó.

Las sombras volaron, una tras otra, algunas de ellas gritaron miserablemente y desaparecieron, mientras que otras permanecieron en sus lugares originales, perdidas.

Casi al mismo tiempo, Maric y Jason levantaron la mano derecha, los pulgares levantados al lado de los dedos índices y los dedos índices apuntándose el uno al otro.