Capítulo 386: Una Pesadilla

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Ciudad de la Plata.

Derrick Berg no tenía idea de cómo llegó a casa. Todo lo que recordaba era el horror indescriptible.

El carácter y el comportamiento de Darc Regence no parecían muy diferentes a los de antes. Sin embargo, era cierto que había un cambio en él que lo inquietaba. Derrick temía que la Ciudad de Plata fuera el objetivo del dios malvado, el Creador Caído; temeroso de que la Ciudad de Plata fuera borrada antes de que él pudiera convertirse en El Sol, salvándola de su maldición de más de dos mil años; y dar esperanza y sol a los residentes aquí.

En ese momento, se odiaba a sí mismo por no ser lo suficientemente fuerte, que todavía estaba solo en la Secuencia 8.

¡No! ¡No puedo mirar sin hacer nada! Derrick se levantó de repente y se preparó para correr hacia la aguja y contarles a los otros ancianos del consejo de seis miembros y al jefe Colin Iliad lo que había descubierto.

Sin embargo, Derrick sabía que tales anomalías no eran sospechosas. Cada vez que exploraban las profundidades de la oscuridad, los miembros tenían un período de intensa tensión que duraba días, decenas de días o incluso más de un mes.

Además, las llanuras desoladas y deshabitadas y el viaje sin esperanza provocarían una depresión extrema. Además, para estar seguros, a los miembros del equipo de exploración no se les permitiría liberar impulsos sexuales reprimidos durante sus excursiones, lo que los hacía actuar de manera diferente después de cada exploración. Si terminaron con más de la mitad del equipo muerto o herido, un gran cambio en la personalidad no era algo raro.

La forma de manejar a esas personas solo podría tratarse a través de la cuarentena y el tratamiento habituales con casi cero excepciones.

La Ciudad de Plata tenía las primeras tres Secuencias del camino del Dragón, por lo que no faltaron Psico-Analistas.

Derrick corrió hacia la puerta y de repente redujo la velocidad.

Sabía que este método de informar al consejo de seis miembros podría no ser efectivo. Probablemente despertaría sospechas, e incluso podría existir la amenaza de ser el objetivo del pastor, el élder Lovia.

Después de caminar de un lado a otro durante más de diez segundos, Derrick apretó los dientes y abrió la puerta.

¡Sintió que tenía que advertir a los ancianos del consejo de seis miembros, incluso si sería un gran riesgo para él!

Para la gran mayoría de los residentes de la Ciudad de Plata, sacrificar sus vidas para mantener la existencia de esta ciudad y la continuación de esta civilización era la creencia que estaba arraigada en sus huesos.

Las personas egoístas a menudo no vivían mucho tiempo en tales entornos, independientemente de si estaba afuera o adentro.

Por supuesto, Derrick no era completamente imprudente. Bajo la tutela de los miembros del Tarot Club, en especial del Ahorcado, entendió claramente que había momentos en los que había que tener paciencia, protegerse adecuadamente y evitar sacrificios innecesarios para defender mejor la Ciudad de Plata.

Solo hablaré de la anormalidad que observé. No debería ser peligroso... Derrick se consoló, corriendo más y más rápido.

Finalmente, vio la aguja que representaba a la máxima autoridad en la Ciudad de Plata.

Encontró a un Beyonder de servicio e hizo una solicitud para reunirse con el Jefe.

Para sorpresa de Derrick, el Beyonder no hizo las preguntas habituales. Después de simplemente pasar la información, lo condujeron escaleras arriba hasta la habitación del Jefe.

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