𝓓𝓮𝓪𝓻 𝓖𝓸𝓭; Hércules x Jack el destripador - SNV

☕️ 𝑫𝒊𝒐𝒔𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒕𝒊𝒆𝒓𝒓𝒂.

Cuando Hércules volvió al Olimpo tuvo la oportunidad de ponerse al día de todos los asuntos existentes en su ausencia, entre ellos la victoria de los humanos como tambien las reglas que se cumplen para los peleadores representantes de la humanidad y dioses.

Su emoción era grande, sentía que su derrota tuvo una gran influencia en los siguientes peleadores que dieron todo para conseguir esas 7 victorias necesarias, se sintió demasiado feliz por ese logro tan grande para la raza que el representaba, aun así muchos en el Olimpo lo miraron como un débil, Ares sintió que no habia peleado con todas sus fuerzas y como ahora volvió tenía que entrenar mucho para volver a ser ese Dios de presencia a temer y su personalidad inquebrantable.

Los demás dioses como Loki o Hermes lo vieron de una manera muy tranquila ya que sabían el gran valor que tenían los humanos para el Dios pelinaranja, también fue a visitar a Buda quien peleo a favor de la humanidad cosa que Hércules agradeció hasta que se le acabó la saliva de tanto agradecer por ello.

Su regreso fue muy tranquilo por el lado del recibimiento de los demás, otro aspecto que cabe mencionar es su estado físico el cual sus tatuajes distintivos por su Éxodo se encontraban totalmente inhabilitados, eso significaba que ya no sentía ni dolor o algún tipo de daño logrando así su total concentración en otras cosas. Aún así su piel tenía aquellas figuras rojas como anaranjadas por su abdomen y brazos, su cara se encontraba libre para que lo más distinguido sea sus vibrantes ojos azules que tenia el Dios.

—Seguro sin el dolor que le causaba sus tatuajes malditos pudo haber ganado la batalla.— Ares aún seguía con ese dolor en aquella perdida, que observo cada cosa para justificar la derrota del Joven Dios.

—No podemos vivir mirando al pasado Ares, ahora Hércules esta de vuelta y te aseguró que su estancia estará más cómoda sin oír tus pobres lamentos.— dijo Hermes para así ahorrarse más de los lloriqueos del rubio.

—Deberían entrenar mucho ahora que están de regreso, no hay nada más sexy que hombres peleando todos sudados y cansados.— dijo Afrodita con su tono coqueto tan conocido, sin darse cuenta que le dio una idea al Dios de la Guerra.

—Tienes razón, Hércules ahora que estas de regreso no puedes permitir que tu imagen se afecte con esto, debes mejorar, ahora puedes usar tus habilidades especiales sin sufrir daño, ¡ahora serias imparable!.— grito Ares muy emocionado.

—A decir verdad ahora tengo muchas otras cosas en las que centrarme, entiendo lo que intentan decirme pero también necesito un relajo y creo que me iré unos meses a la tierra junto a los humanos.— Las intenciones del pelinaranja eran otras pero tampoco deseaba sonar desesperado.

—Cierto, Hermes cariño sabes si Poseidon tiene su isla privada con olor a pez en ese océano raro, podrían ir entrenar ahí.—Agregó Afrodita aportando una idea para el Dios de la guerra.

—Es cierto Afrodita, deberías considerarlo Hércules, tendrías hogar en la tierra y también están los representantes de la humanidad ahí podrían estar todos juntos.—Respondió Hermes a la duda de la diosa griega.

Hércules vio dos oportunidades que no podía rechazar, un lugar donde quedarse, poder entrenar como también la presencia de aquella persona que invadió sus pensamientos estos últimos días.

—¡Vamos Hércules, estaremos Dioses muy fuertes en la tierra como para rechazar esta oferta!— Ares desbordaba alegría por todas las cosas que se alineaban en ese momento.

—Pues si es así, no puedo negarme en lo absoluto.—El joven Dios Griego intento esconder su emoción con palabras directas y cortas.

—Pues que estamos esperando tenemos que armar las maletas como muchas cosas que debemos llevar.— Poso su brazo al rededor de los hombros de Hércules haciendo que ambos caminarán hacia la dirección deseada por el Dios, saliendo de la sala sin despedirse y dejando a Afrodita y Hermes solos.