~XXII~

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Lisa y yo fuimos de compras al centro comercial, y nos lo pasamos muy bien.

Me sentía feliz ya que sentía que volvía a tener una vida normal.

Algunas veces he solido pensar en cómo sería mi vida si mi madre no hubiese muerto. Seguro que tendría una vida normal y corriente.

A todo esto, ¿Cómo se encontraría mi padre?
Seguro que estaría bebiendo y andando de bar en bar, hasta en emborracharse como nunca.

Aparte, mira como he acabado yo también. Mi padre me vendió a él mismísimo líder de la mafia. Me he enamorado por primera vez, pero por lo visto el no siente lo mismo que yo. Simplemente, se ha casado por venganza, nada más. Gracias a su maldita noviecita, me pegó, y me tuve que escapar porque no aguantaba más.

Ahora, gracias a dios, me encuentro con mi mejor amiga Lisa, y estoy viviendo la vida como si fuera una persona normal y corriente.

Aún así, no paro de pensar en lo del divorcio, y creo que........ Será lo mejor.

Me cuesta admitirlo, pero será lo mejor, así me olvidaré de el, y él seguirá con su vida sin obstáculos como yo.

Estos días, he ido a hacer las compras yo, porque Lisa tenía que ir al trabajo.

Ahí me encontraba, caminando por una calle abarrotada de personas.

Acababa de comprar la comida, y apenas veía nada, ya que la bolsa no me dejaba.

En un momento imprevisto, me choqué con alguien, y los dos caímos.

La comida que llevaba se cayó al suelo, y la gente que pasaba alrededor, ni se molestó en ayudarme, solo siguieron su camino.

-Oye, lo siento por el accidente, es que ando con prisa, y no me fijé en que me iba a chocar con alguien. - dijo un pelinegro mientras me ayudaba a recoger toda la comida

- Oh, no te preocupes.- dije sonriente.

- ¿Te has hecho daño?

- Solo me he raspado un poquito la rodilla y la mano , nada más

- Ven, te ayudaré a curártelos.

Yo asentí, y llegamos a un gran edificio.

- Woow... - me quedé sorprendida.

El río suavemente. Y después, entramos al edificio.

Subimos a la última planta, y entramos a su despacho.

El sacó un pequeño botiquín, y comenzó a sanar mis pequeños rasguños.

- ¿Cómo te llamas?- pregunté.

- Me llamo Kai, ¿Y tú?

- Tn.- dije sonriente.

Después de que me los curase, comenzó a frotar mis manos, haciéndome sentir incómoda.

Después, me besó.

Yo me alejé rápidamente. Y le di un fuerte bofetón.

-¡Qué haces Kai! - no esperé más y salí de aquel edificio enfurecida.


Tn no lo sabía, pero en el edificio de enfrente se encontraba el socio de Kai y les sacó una foto justo en el momento del beso.

Tn no lo sabía, pero en el edificio de enfrente se encontraba el socio de Kai y les sacó una foto justo en el momento del beso

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Vendida a un mafioso (imagina con Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora