Mi futuro con el Villano

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Xia Teng lo pensó durante mucho tiempo, pero al final negó firmemente el poder de Si Qian.

Pensó que algo urgente debía haber sucedido en la División de Combate y necesitaba que él se ocupara de ello. En este momento, el comandante en jefe no llamó a Si Qian, pero le ordenó que regresara. ¿Eso significaba que en el corazón del Comandante en Jefe, él era más confiable que Si Qian?

Después de que Xia Teng tuvo este pensamiento, de repente sintió que su posición era mucho más alta que la de Si Qian. Incluso levantó la barbilla para despedirse e incluso le dijo deliberadamente a Si Qian que el comandante en jefe lo había llamado para que se ocupara de asuntos importantes. Si Qian no podía molestarse y le ordenó a Chou Hai que enviara personalmente a Xia Teng.

La noche en que Xia Teng se fue, Xia Ying corrió nuevamente en medio de la noche en un estado lamentable. Su brazo estaba herido y la sangre fluía por todo su brazo. Su otra mano estaba protegiendo con fuerza una caja de madera.

"¿Estás bien? ¿Cómo te lastimaste tanto? ¡Iré a buscar la medicina para ti!"

A Chou Hai le dolía el corazón. Tenía prisa por conseguir la medicina, pero Xia Ying lo detuvo.

Tengo el mapa del cuartel general de Satanás. Ve rápidamente y llama a Si Qian. ¡Quiero informarle esto en persona!"

Los ojos de Xia Ying brillaban intensamente. "Por favor llama a mi hermano también. Hace mucho tiempo que no nos vemos".

"Señor. ¡Xia ya ha regresado a China!" Chou Hai no dijo mucho. Le sirvió a Xia Ying un vaso de agua para que descansara un rato antes de correr a llamar a Si Qian.

Si Qian y Bai Jing bajaron muy rápido. Bai Jing estaba medio dormido y medio sostenido en los brazos de Si Qian. Sus ojos estaban ligeramente entrecerrados.

Al ver a Bai Jing así, Xia Ying no pudo evitar sentirse enojado.

Apretó con más fuerza la caja de madera que tenía en los brazos y se sintió un poco más segura. Incluso si su hermano hubiera regresado y no pudiera hablar por ella ahora, el peso de esta caja de madera fue suficiente para que Si Qian se diera cuenta de quién era la mujer que podía ayudarlo.

"¿Cómo te lesionaste?" Si Qian notó la lesión de Xia Ying y preguntó con el ceño fruncido.

Xia Ying pensó que se preocupaba por ella y estaba encantado. "Mientras pueda obtener información útil, está bien que me lesione".

Bai Jing también se había recuperado mucho. Sacó la cabeza para mirar la herida de Xia Ying y la analizó con calma. "Esta es una herida de bala. Tardará al menos medio mes en sanar. En otras palabras, si regresa, su identidad definitivamente quedará expuesta. Exponer tu identidad en el calor del momento por una pieza de información no es la cualidad de un espía".

"Hmph, no necesito que me enseñes cómo hacer las cosas. Si es solo una simple información, definitivamente no me arriesgaré".

Chou Hai vio que la sangre comenzó a aparecer nuevamente cuando Xia Ying estaba agitada, dijo con ansiedad: "¡Xia Ying, déjame vendar la herida primero!"

"¡No te necesito!" Xia Ying miró a Chou Hai. Su mirada era como un gancho mientras miraba a Si Qian. En este momento, con su belleza natural y una mirada seductora, cualquier hombre no podría soportarlo. Desafortunadamente, Si Qian no era un hombre común.

Desde que Bai Jing descubrió que Xia Ying había venido, no dejó de hojear la base de datos.

El método de Xia Ying se registró en la base de datos. Con la excusa de curarse las heridas y tener contacto de piel, ella aprovechará para mirarlo a los ojos y mostrarse cariñosa.

"¡Dejame hacerlo!"

Bai Jing se levantó del abrazo de Si Qian. Extendió la mano para tomar la caja de medicinas que llevaba Chou Hai y caminó hacia Xia Ying.

Xia Ying inmediatamente se puso a la defensiva y le dijo enojado a Bai Jing: "No me toques. No te usaré para curar mis heridas. ¿Quién sabe lo que me harás?

"No me necesitas, y no necesitas a Chou Hai. ¡Solo di que quieres que Si Qian trate tus heridas!"

La cara de Xia Ying estaba ligeramente roja. Si Qian dijo de inmediato: "No sé cómo curar una herida. La última vez que me lesioné, fue mi esposa quien me ayudó a vendarme. ¡Xia Ying, no tienes que preocuparte!"

Al ver que Si Qian lo había dicho, Xia Ying no pudo mencionar más condiciones ... Solo pudo estirar el brazo.