CAPITULO 5

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     Dejamos primero a Olivia en su casa, recordándole a ambos que estaban invitados a la primera fiesta, lo cual mi hermano la picó diciéndole que no hacía falta invitación pues podía ir todo el mundo que quisiera divertirse y emborracharse, después mi hermano dejó a Killian en su casa porque él tenía un par de clientes, era fisioterapéutico, gracias a eso conseguía tener masajes completamente gratis. 

     Finalmente me dejó a mí en casa, al parecer mamá y papá no estaban en casa, me dejaron un mensaje 'no sabíamos a qué hora volverías y hemos salido a comer a casa de tu tía, prepárate lo que quieras' eso significaba tener la casa sola para mí hasta el día siguiente, cuando mis padres iban a la casa de mi tía era porque hacían barbacoa y había alcohol por lo que normalmente se quedaban allí a dormir.

      Lo primero que hice fue darme una ducha rápida. Salí envuelta en la toalla, me miré al espejo, me había quemado un poco las mejillas y la nariz, eso que me puse bastante protección. Estaba poniéndome el pijama porque ya no tenía intención de salir, tenía que redactar un currículum para mis prácticas.

     Dos horas más tarde conseguí terminar el currículum y también hice una carta de presentación, quería que todo estuviese correcto por lo que me quise auto premiar con una pizza. Estaba preparando los ingredientes hasta que escuché unos ruidos en el patio interior, miré por la ventana y me encontré con la silueta de un hombre en el fondo del patio era de noche por eso no conseguí distinguir de quien se trataba, mi sangre se heló, tardé unos segundos en reaccionar pero corrí hasta la puerta en la que se accede a la casa y puse el pestillo de seguridad, me fije de nuevo en esa silueta que seguía ahí parada, mi respiración se aceleró y las manos me temblaban.

—¿Qué demonios?.-Susurré para mi misma.

     Justo en ese momento aquel hombre comenzó a moverse, llevaba un pasamontañas, rápidamente corrí hasta los cajones de la encimera para abrirlos y coger un cuchillo, salí de la cocina para subir a mi habitación pues dejé el móvil cargando en mi mesita de noche junto a mi portátil. Después de entrar en mi habitación también cerré con el seguro, tenía los niveles de estrés por encima de lo normal, pero algo que me había enseñado las películas de miedo es que siempre: 1 Tener un arma. 2 Cerrar las puertas antes de que el asesino entre. 3 Jamás bajando o subiendo unas escaleras mientras llamas a tu amigo después de escuchar un ruido extraño y el cual llevas media película sin ver. Por lo que aseguré la puerta con la silla de mi escritorio, cogí el teléfono y llamé a mis padres, ninguno respondió a las llamadas.

—Mierda .-Marqué el número de Paul, normalmente no atendía las llamadas mientras estaba trabajando, nos tenía dicho que le enviáramos mensajes. Nada, insistí.- Vamos, Paul.

Cerré los ojos rezándole a todos los dioses de todas la religiones para que descolgara.

—Disculpe señor James, Luna, espero que se algo importante...

—¡Paul! .-Mi voz sonó temblorosa.- P-Paul, hay un hombre en el patio trasero, t-tenia un pasamontañas y la última vez que lo he visto estaba andando hacia la casa.

—¿Qué? .-Chilló pero también se disculpó con su cliente.- ¿donde estás, Luna?

—Estoy en mi habitación, tengo un cuchillo.

—Bien... joder.-Escuché como recogía sus cosas.- escúchame, no salgas llamaré a Killian porque estoy algo lejos y también llamaré a la policía.

Asentí a la vez que susurraba un sí, mis ojos miraban a la puerta.

—Vale, iré lo más rápido que pueda.

     Mi pierna se movía sola por los nervios, solo había pasado diez minutos después de que Paul colgase, el cuchillo lo tenía en la mano y no lo pensaba soltar hasta que me sintiera a salvo. Miré un par de veces por la ventana de mi habitación pero no vi movimiento alguno de aquel hombre, no podía creer lo que me estaba pasando. Todo estaba en silencio, solo se escuchaba mi respiración. Un par de minutos después escuché unos toques en la puerta de mi habitación haciendo que me alarmara y volviese agarrar la empuñadura del cuchillo con fuerza.

El deseo de amar lo prohibido (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora