—De verdad Luna, estoy cansada de que me mientas diciendo de que te quedaras en casa de Olivia .- fue lo primero que me dijo nada más entrar por las puertas, eso y varios golpes en la espalda.- ¿es que no puedes confiar en mi y contarme la verdad en vez de estar mintiendo? Niña desvergonzada.
—¡No mentiría si cada vez que te cuento algún plan intentas hacer que cambie de idea! .- exclamé con la voz alzada.
—Sabes que no me gusta que vayas a sitios tu sola, te podría pasar cualquier cosa, incluso con Olivia.
Puse los ojos en blanco pasando al salón dejando la mochila sobre el sofá.
—Ya se todo lo que me podría pasar, sé que estas preocupada por mí, pero me gusta hacer cosas por mi cuenta y no soy una niña, se cuidarme de mi misma .- expliqué como cada vez que hacía este tipo de cosas.
—Lo sé, cariño, lo sé pero estaría más tranquila de que me avisases .- Otra vez la misma conversación y ya sabía lo que estaba por decir.- podrías ir con Paul, seguro que estaría encantado de hacer cosas con su hermana, igual que cuando eras pequeña.
Y ahí estaba el tema de conversación, quería que fuese con mi hermano mayor a todos lados pero lo que no se daba cuenta era de que Paul me sacaba 17 años y no me seguía mi ritmo. De pequeña me llevaba a todos lados, me lo pasaba súper bien con él, sigo pasándolo bien con él y no me importa salir de vez en cuando para tomar algo en el bar del pueblo o irnos de fiesta, pero de vez en cuando y por supuesto no cada vez que mi madre quisiera.
—¡Estoy cansada de que siempre hablemos de lo mismo! .- Grité, siempre acabábamos así.- Paul tiene 42 años mama, acéptalo de una vez, no tengo que estar haciendo cosas constantemente con él.
—¡No me hables de esa forma!, ¡soy tu madre! .
Me senté en el sofá, mientras la escuchaba protestar me quité los zapatos.
—¿Me estas escuchando?.
—¿Me estas escuchando? .- la imité en voz baja y acto seguido recibí un golpe en la cabeza.- ¡Auch!, ¿podrías ser más delicada con tu hija?.
—Mi hija es una sinvergüenza.
—¡Paul es un vejestorio!.
—¿Soy un vejestorio? Pensaba que no me conservaba tan mal.
El susodicho entró por la puerta cargado con varias bolsas de la compra, seguramente mamá le pidió que fuera por la compra semanal que hacía todos los lunes, últimamente no paraba de quejarse que le dolía mucho la espalda. Para mí, mi madre no era una persona mayor, tenía solo 59 años y tenía mucha energía pero si que de vez en cuando tenía alguna que otra molestia puntual y sobretodo por los cambios temporales.
—No lo eres y te conservas muy bien pero tu madre no para de atosigarme .- le lancé una mirada a la aludida.
—¿Qué yo no paro de atosigarte? .- se llevó una mano al pecho mientras me abría la boca sorprendida de mi respuesta, se volvió hacía mi hermano a la vez que este dejaba las bolsas en la encimera de la cocina. Ambas partes de la casa se comunicaban entre si, dejando el salón y la cocina en una misma habitación.- ¿sabes que tu hermana se fue el sábado temprano para ir a Londres? Y encima mintiéndome, dijo que se quedaría con Olivia cuando no fue así, le pregunté a su madre si Luna se quedaría a comer allí y fue cuando me enteré de la mentira de esta niña.
—¿De verdad hiciste eso? .- Giró su cuerpo para mirarme con el ceño fruncido, aunque yo sabía que no era totalmente en serio, mi queridísimo hermano me apoyaba en todas las locuras que hacía, siempre con cuidado.- ¿Y qué tal la experiencia?.
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El deseo de amar lo prohibido (Pausado)
Genç KurguKillian es un exitoso CEO. Luna es estudiante de biología marina. Todo cambiará después de aquella noche. Cuando descubran que tienen algo más en común de lo que creen. Y ambos estarán destinados a amar lo prohibido. Descubre más de la historia de K...