Don't Wanna Say - Wenclair (G!P)

𝐗𝐈𝐈𝐈

MER'S POV: 

Ya era Martes, me encontraba fuera del salón de profesores esperando a que Enid terminase de hablar con Miss Joone acerca de un reforzamiento en inglés, cosas de bobos. Al momento en que ella salía yo divisaba a lo lejos a esa chica de piel morena que tanto andaba buscando. 

Sin dudarlo la seguí. Necesitaba saber qué era lo que estaba pasando entre ella y Xavier. 

— ¡Mer! — Gritó mi supuesta acompañante espía. 

Me volteé para hacerle un gesto de "sígueme" con la mano, cuando volvía a mi camino ya había perdido nuevamente a Bianca de vista. 

— Dios, Enid, ¿habrá momento en el que no me hagas perder a mi objetivo? — Le dije, ella se molestó por mi tono. — Lo siento. — Dije poniendo mis ojos en blanco. 

Fuimos a comer algo, esta vez Yoko nos llevó comida, tuvimos que sentarnos en la misma mesa, lo cual se me hizo algo molesto porque acostumbraba a sentarme sola.

Esta explosión de extrovertidos hablando y riendo me tenía agotada. Intenté leer un poco pero no podía concentrarme. Me levanté de la mesa en la que me encontraba y fui a una de las esquinas del patio principal. 

Enid se levantó y me siguió. 

— Está bien si comes con ellos, lamento irme de ahí. — Dije sin apartar la mirada de mi libro. 

— Tranquila, ya terminé de comer. — Contestó, a lo que se acercaba más y se ponía a mi altura para poder ver qué era lo que leía. — ¿Cómo se llama? — Preguntó. 

Asumí que hablaba del libro, así que contesté. 

— "La carta robada", ¿Adivinas de quién es? — Pregunté en tono de burla.

Negó con la cabeza.

— Ni idea. — Se encogió de hombros en señal de que no sabía. 

— Es de Edgar Allan Poe... — Dije.

— Ah... Sigo sin saber quién es. — Confesó.

— Enid, tonta. Literalmente hay una estatua de él en el pasillo de allá. — Apunté a la estatua que abría la puerta a la habitación secreta del grupo de los oscuristas.

— Oh, creí que era un antiguo director de esta escuela o algo así. — Dijo entre risas.

— Tonta... — Reí con ella.  

 Nos quedamos mirando por un par de segundos al terminar de reír, sus ojos y sonrisa eran cautivantes. Creí percibir que ella me miraba de la misma forma. 

No quiero admitirlo...

Se ve tan linda...

De mirar sus ojos, pasé a mirar sus labios. Tengo ganas de besarlos desde que fuimos interrumpidas por Yoko y el desmayo de Enid. 

Así que me acerqué, tiré el libro al suelo y tomé sus mejillas rosadas. 

Luego la besé.

Extrañé esta sensación de comodidad. 

Sus labios eran tan suaves.

Su piel era tan agradable de tocar. 

Tenía mis ojos cerrados, así que no supe qué pasaba fuera de nuestra burbuja.

— ¡Miren nada más! — Dijo esa voz tan molesta que odiaba escuchar. — ¡Nuestra Merlina Addams es una puta homosexual!

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Muchas gracias por leer, me despido.

IG: kms.luver