CAPITULO 20.

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—No puedes pasar.

—¿Disculpa? ¿Por qué no? —preguntó el pelirrojo molesto al ver que no lo dejaban ingresar a la institución.

—Tienes un citatorio y tus padres no han venido.

—Oh, lo había olvidado.

El ruso se acercó. —¿Citatorio?

—Nada importante. —aclaró el Omega restándole importancia, provocando que tanto el ruso, como uno de los profesores, lo mirarán.

—¿Perdón, que no qué?

—Yo podría pasar. —habló el alfa.

—No hace falta. —sentenció el Omega sin mostrar lo nervioso que comenzaba a ponerse.

—Tienen que venir sus padres. —rectificó el profesor.

—Pero sus padres no pueden venir, están ocupados. —el alfa se encargo de rodear al Omega por los hombros, su semblante de volvió serio y mostró impotencia ante el profesor. —Yo soy su prometido, puedo estar al pendiente de sus problemas académicos.

El profesor beta miro al pelirrojo de soslayo. —Temo que tal vez el motivo del citatorio puede ocasionar problemas.

—Insisto. Mi prometido está haciendo todo lo posible para poder concluir sus estudios, no me parece justo que a una semana de terminar sus estudios no le permitan entrar a sus clases.

Kai estaba nervioso, no quería que el alfa se enterase del porque habían citado a sus padres.

—Muy bien. Venga conmigo.

Entraron al colegio, pero antes de seguir avanzando el Omega detuvo al alfa sujetándolo del brazo. —Terry, no hace falta, déjalo así. Puedo decirles a mis padres que vengan mañana.

—Si tus padres se enteran de esto se van a enfadar. —En eso tenía razón, sus padres eran muy estrictos con respecto al colegio y los buenos modales que debía tener. Una suave caricia en su rostro le saco de sus pensamientos. Aquel alfa ruso le miraba con ternura. —Todo estará bien.

No había vuelta atrás, si el alfa estaba decidido no podía oponerse, aún así si su relación comenzaba a cambiar

Entraron a la oficina del director, donde estaba el rubio que Terry había conocido como "amigo."

Tae Hyun miro a los recién llegados, su pecho dolió al ver que ambos estaban tomados de la mano.

—Buenos días. —saludo el director.

—Buenos días.

—¿Señor Huening?

—No. —aclaró con una suave risa. —permítame presentarme. Soy Terry Ivanov, el prometido de Huening Kai.

Las mejillas del pelirrojo se tornaron rojas, un tono un poco más suave que el de su cabello.

—Bien. Señor Terry, profesor Yeon Jun. —(el pelinegro había tomado el lugar de sus padres, ya que al rubio también se le había olvidado el tema de aquel citatorio). —Se les mando a llamar ya que los jóvenes, en lugar de prestar atención a su clase de laboratorio, se estuvieron besando en medio de la práctica.

—¿Perdón?  —preguntó de inmediato el ruso, Kai pudo sentir como el alfa apretaba con suavidad su mano.

—Lamento mucho decirle todo esto, pero es necesario ya que firmaron un acuerdo de cumplir con las normas de respeto en el aula.

Yeon Jun observó a su hermanastro, quién mantenía la cabeza hacia abajo. Por otro lado, Terry evito mirar al pelirrojo que aún sostenía su mano.

—¿Solo nos citaron para hablar o informarnos de un beso? —el director asintió ante la pregunta del ruso. —¿Y con esto los jóvenes pueden entrar a sus clases?

—Si. Por supuesto.

—Muy bien. —solto la mano del menor y abrió la puerta para poder salir de ese lugar.

Huening Kai bajo la mirada para poder salir de ahí con el alfa tras él, quien en cuestión de segundos, ya lo había arrebasado.

Kai sentía dolorosa esa distancia, esa frialdad.

—¿Terry? —el nombrado de detuvo sin voltear a mirarlo.

—¿Era tu novio? ¿Aún lo quieres?—

El cambio de ambiente era notable. Kai se acercó y lo abrazo por detrás, a los pocos segundos bajo su mano y la entrelazó con la ajena. —¿Podemos sentarnos?

Llegaron al patio principal y decidieron sentarse en una de las enormes jardineras que estaban cerca. Huening Kai se negaba a soltar aquella cálida mano. —Ese chico jamás fue mi novio. Solamente fue... Algo como amigos con derecho.

—No me mientas. —exigió mirándolo. —Si lo amas solamente debes ser sincero. Si me dices que aún te gusta prometo que haré todo lo posible para evitar el matrimonio, solamente deseo tu felicidad.

Lágrimas, esa fue la primera vez que el Omega veía a un alfa derramando lágrimas. Aquel inocente acto derritió el corazón del estudiante.

—Yo quiero a otra persona. —el alfa le miro con miedo, pero Huening Kai le sonrió mientras le limpiaba las lágrimas. —Un chico alto, de piel blanca y cabellos plateados, con unos hermosos ojos violetas.

El mayor sonrió enternecido. —¿En verdad? ¿Estás comenzando a quererme?

—Que no se te suba a la cabeza.

Sin dudarlo, el alfa se acercó y lo beso rápidamente. —Prometo que te voy a enamorar todos los días, no voy a dejarte ir de ahora en adelante. —Tras decir aquello, un beso tierno y profundo se hizo presente. Sus labios danzaban y sus lenguas se tocaban suavemente, hubieran continuado de no ser porque el alfa de separó de golpe. —Deberíamos hacer esto en otro lugar, capaz de que vuelven a citar a tus padres y está vez nos regañan a los dos.

El pelirrojo soltó una carcajada, después acaricio el rostro del alfa. —Gracias por presentarte.

—De nada. Es hora de que vayas a tu salón. —Huening Kai asintió mientras se colgaba su mochila.

—¿Vendrás a recogerme?

—Por supuesto.

—De acuerdo. Entonces me voy.

—Suerte.

Mientras el Omega se dirigía a su salón, el alfa abandonó la institución. En cambio el rubio estaba recargado en una columna del edificio.

Yeon Jun se le acercó sin hacer mucho ruido, había notado como su hermanastro miraba anteriormente a la pareja. —¿Te gusta?

—De nada sirve ahora. Se nota que ese bastardo ganó su corazón.

—¿Te vas a rendir?

—Una vez me preguntó que era lo que había entre nosotros, no fuí capaz de responder y gracias a eso lo perdí. —Tae Hyun se dió la vuelta encarando a su hermano. —Por eso no niegues tus sentimientos ante Soo Bin, he notado sus actitudes y el cambio de aromas en ustedes.

—No necesitas decírmelo, no pienso dejar que Soo Bin se alejé de mi lado.

—¿Y crees qué es justo para él? Le estás escondiendo tu pasado.

El pelinegro frunció el ceño. —No tiene que enterarse sobre eso.

—Aunque no lo creas Soo Bin es muy perceptivo. Deberías ser sincero con tus sentimientos y también con los de él.

—¡No le estoy mintiendo!

—Tal vez a él no. Pero te estás engañando tú. Se que aún recuerdas a Woo Young y a Bum June. Por Woo Young es que no confiabas en Soo Bin, pero por Bum June es que no deseas dejarlo ir, quieres darle al bebé el cariño que Bum June se encargo de desvanecer.

Las imágenes de su pasado volvieron a atormentarlo, las veces que había amado y las veces que lo habían traicionado.

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SOLO QUERÍA UN BEBÉ ~ YEONBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora