CAPITULO 36.

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Soo Bin podía sentir los suaves toques que el alfa le proporcionaba a su cuerpo, la típica corriente eléctrica que sientes cuando la persona que amas te toca, es lo único que el sentía, combinado con el placer.

Las ropas que antes usaban ahora estaban en el piso, sus cuerpos estaban calientes y sus feromonas brotaban por toda la habitación.

—¡Ngh! —la boca de aquel alfa lograba sacarle gemidos sonoros, cada beso y succión lograban enloquecerlo.

—Yeon Jun... —la dulce voz del Omega logro hacer que el alfa se separara un momento para poderlo mirar.

—¿Estás bien?

—Si. —Soo Bin le tomo del rostro y lo acerco para que sus labios se tocaran con suavidad. —Quiero ser tuyo ahora.

El alfa gruño por lo bajo, se alejo un poco y subió las piernas del Omega a sus hombros. Logro alinearse con la entrada del menor y comenzó a hacer presión para poder entrar.

—Voy a entrar ahora.

El Omega se aferró a las sábanas, mientras que el alfa empujaba con suavidad sus caderas para poder penetrar a ese dulce castaño.

—Ah.

—Entró. ¿Duele? Aún eres estrecho.

—No. —El alfa comenzó a moverse, logrando hacer que el Omega enrojeciera y soltará suspiros. —¡Ah! Ngh.

—¿Te gusta? Me estás apretando.

Los movimientos comenzaron a aumentar al igual que los sonidos de ambas pieles chocando junto a los gemidos y suspiros.

El cuerpo del Omega era suave, cálido, delicioso. Algo que aquel alfa jamás había sentido con nadie, algo que jamás pensó sentir.

El alfa comenzó a perderse entre las feromonas que el Omega desprendía, eran dulces y fuertes. Aumentó un poco sus embestidas mientras que besaba y marcaba la pierna del chico.

—¡Ah! Yeon Jun.

—Te amo. —El Omega se quedó estático. El alfa seguía penetrandolo, logrando llevarlo al éxtasis. —No tienes idea de cuánto te amo.

—¡Ah! —el Omega sintió aquel líquido terminando en su cuerpo, a los pocos segundos el alfa cayó a su lado, rendido.

Soo Bin miro a ese hombre, su corazón estaba feliz, jamás se había sentido así. Quien estaba a su lado era el padre de su cachorro, el hombre al que amaba.

—También te amo.

El beta se miro al espejo y se sintió estúpido, jamás había salido con un alfa a una cena, siempre habían sido mujeres betas, por lo general procuraba no relacionarse con alfas u omegas, claro que amaba a Soo Bin como un hijo, pero jamás llegaría ...

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El beta se miro al espejo y se sintió estúpido, jamás había salido con un alfa a una cena, siempre habían sido mujeres betas, por lo general procuraba no relacionarse con alfas u omegas, claro que amaba a Soo Bin como un hijo, pero jamás llegaría a amar a un Omega o alfa.

Escucho el motor de un coche y se asomo a la ventana, efectivamente era ese alfa médico.

Yoon Gi había estacionado su coche, planeaba esperar a ese beta el tiempo que fuera necesario, sin embargo la puerta de aquella casa se abrió dejando ver a ese hombre que lograba desestabilizarlo.

SOLO QUERÍA UN BEBÉ ~ YEONBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora