Capítulo IX - Parte dos
Lucy (TW)
Recuerdo como si fuese ayer la segunda vez que sucedió.
La campana indicando la salida había sonado hacía como treinta minutos pero tenía que quedarme más tiempo en el salón de clases junto a la miss Joana para lograr que me asigne un trabajo extra y así poder salvar su curso de historia, gracias a que no había estado durmiendo bien, generando que mi rendimiento escolar comience decaer.
Minutos después, debido a que la hora de salida ya había pasado, las calles que llevaban a mi casa estaban bastante desoladas. Por ser un día iluminado y recorrer ese camino prácticamente todos los días, no me preocupé en caminar por ahí sola. Aunque mi subconsciente recordará las palabras de mi mamá, las cuales indican todo lo contrario.
Primer error: caminar sola en una carretera desolada.
Segundo error: Llevar audífonos en una carretera desolada.
Aquella tarde los colores que adornaban el bosque al lado de la autopista por la que caminaba, estaba más colorido de lo usual. Asumí que fue a raíz de estar cercana la primavera. Mi cabello golpeaba mis brazos con el viento, amaba la sensación de llevarlo largo, a pesar de que sea más trabajoso mantenerlo en buen estado. La camiseta rosa que traía, hacía resaltar mejor las ondas castañas.
Una sombra se asomaba detrás mío y de inmediato percibí el salto que dió mi respiración, haciendo que gire sobre mis talones al instante, encontrándome a Rebecca. Había obligado a mi pulso a ralentizarse recordando que era una chica que todos los profesores amaban, por lo que no entendía la reacción de mi cuerpo.
Una sonrisa de boca cerrada le había dedicado, siendo correspondida de la misma manera, por lo que continué mi camino. En el pasado ya había logrado cruzar un par de palabras con ella, reafirmando mi postura de cuán amigable era conmigo frente a otras personas. Mostrándome una versión mucho más animada la primera vez que me involucró en su juego.
Como si algo en mi supiera que esto no andaba bien, mis manos fueron cubiertas por una fina capa de sudor frío, junto al paso más rápido de mi piernas para lograr llegar a mi casa lo antes posible. A mi lugar seguro.
Pero me ví interrumpida al sentir su mano en mi antebrazo derecho y viéndome con esos ojos verde oliva, espetó:
― ¿A dónde vas, Lucy? ― Su sonrisa no llegaba a sus ojos.
― Tengo que ir a trabajar.― Respondí titubeando, sintiendo el ritmo de mis latidos comenzando a dispararse.
Tiempo después supe que de no ser por la manera en la que mi cuerpo se había paralizado, hubiese notado mis manos hechas puños, haciéndome daño inconscientemente con las uñas.
― No seas grosera y espérame para ir por ahí juntas.― dijo divertida.
Era como si mis latidos estuvieran contra mi oído y solo escuchara ello junto a mi respiración agitada.
― No puedo, tengo que llegar a mi casa antes, mi mama... ― No lograba dejar de tartamudear. Solo quería irme de ahí pero no podía zafarme de su agarre.
― No seas así, Lu. Espérame.― Su tono se tornó un poco más irritado esta vez, reafirmando su agarre más fuerte en torno a mi antebrazo.
― De v-verdad no puedo.
Notaba el sudor en mi nuca. Miraba a mi alrededores pero no lograba ver a nadie más.
― Te lo estoy pidiendo por las buenas, Lu.― añadió soltando su agarre.
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MENTIRAS BLANCAS
Lãng mạnAlgo ha pasado. Poco a poco Lucy comenzó a perderse. Poco a poco comenzó a cambiar. Poco a poco comenzaron a cambiarla. Algo ha pasado. Algo está pasando. Y Blake lo descubrirá. Sin tomar en cuenta que nada es para siempre. Ya sea para bien, o para...